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 Integrando la psicomotricidad en el aula como herramienta educativa

Psicomotricidad en el aula
Rocio Cabrera

Rocio Cabrera

Jue, 09/05/2024 - 08:17

La educación infantil es un momento crucial en el desarrollo de los niños y niñas, donde se sientan las bases para un crecimiento integral. Es por ello que resulta tan relevante llevar a cabo técnicas, herramientas o actividades que sean de calidad y que favorezcan su correcto desarrollo. En este sentido, la psicomotricidad en el aula se trata de una herramienta fundamental para promover el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los más pequeños.  

¿Qué es la psicomotricidad y cómo se trabaja en el aula? 

La psicomotricidad se refiere a la relación entre el pensamiento, las emociones y el movimiento corporal. En el aula, se trabaja mediante actividades diseñadas para estimular el desarrollo psicomotor del alumnado. Estas actividades pueden variar desde juegos simples hasta ejercicios más estructurados, adaptados a las necesidades y capacidades de cada grupo. 

Para implementar la psicomotricidad en el aula, los educadores pueden recurrir a una variedad de recursos y metodologías disponibles. Desde la planificación de actividades lúdicas hasta la incorporación de materiales didácticos específicos, existen múltiples enfoques para integrar la psicomotricidad en el entorno educativo. Además, también pueden aprovechar recursos en línea, consultas con especialistas en educación infantil o utilizar su propia creatividad para diseñar experiencias de aprendizaje que promuevan el movimiento y la exploración. 

Actividades en el aula de psicomotricidad  

Dentro del aula, se pueden realizar una amplia variedad de actividades para fomentar la psicomotricidad, que unida con la creatividad y la diversión favorecen el desarrollo integral. Entre estas podemos destacar varias propuestas de actividades como podrían ser las siguientes.  

En primer lugar, las carreras de obstáculos. Para las mismas, se podría diseñar un circuito de obstáculos que incluya elementos como aros, conos y bancos. Los menores deberán correr, saltar, gatear y equilibrarse para superar los obstáculos, desarrollando así la coordinación, el equilibrio y la fuerza muscular. 

En segundo lugar, las pinturas con el cuerpo, donde se podría utilizar el cuerpo como pincel y el suelo como lienzo. A través de esto, pueden pintar con los dedos de los pies, las manos o incluso todo el cuerpo, explorando diferentes movimientos corporales y posturas mientras crean obras de arte únicas. Esta actividad estimula la coordinación mano-ojo, la creatividad y la conciencia corporal. 

Por otro lado, destacamos el circuito sensorial, que se puede preparar con materiales de diferentes texturas, como arena, arroz, tela suave y plástico burbuja. Los pequeños deberán caminar descalzos por el circuito, explorando las sensaciones táctiles y estimulando los receptores sensoriales de todo el cuerpo. 

Y, por último, aunque podríamos destacar muchos más, los juegos de equilibrio o los juegos simbólicos al aire libre. Organizar juegos que desafíen el equilibrio, como caminar sobre una línea recta, saltar en un pie o mantenerse en una posición de yoga durante un tiempo determinado, ayuda a desarrollar el sentido de la propia percepción y la conciencia espacial. Y proporcionar materiales como telas, palos, cajas y utensilios de cocina y dejar que el alumnado cree su propio espacio de juego al aire libre, fomenta el juego simbólico, la creatividad, la comunicación y la resolución de problemas. 

Importancia de la psicomotricidad en el ámbito educativo 

La psicomotricidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo integral del alumnado, como venimos viendo, ya que contribuye al fortalecimiento de aspectos físicos, cognitivos y emocionales. Algunos de los beneficios de trabajar la psicomotricidad en el aula incluyen: mejora de la coordinación y el equilibrio, estimulación del pensamiento creativo y la imaginación, favorecimiento de la socialización y el trabajo en equipo, desarrollo de habilidades cognitivas, como la atención y la memoria, y promoción de una imagen corporal positiva y la autoestima. Además, la psicomotricidad en el aula puede ayudar a identificar posibles dificultades en el desarrollo, permitiendo una intervención temprana y personalizada. 

En resumen, la psicomotricidad en el aula es una herramienta esencial para fomentar el desarrollo integral en el ámbito educativo. A través de actividades creativas y estimulantes, se promueve el desarrollo físico, cognitivo y emocional, sentando las bases para un aprendizaje significativo y duradero. 

Para aquellos interesados en profundizar en el trabajo de la psicomotricidad, os animamos a que os matriculéis en el Curso de Psicomotricidad Infantil que proporciona herramientas y estrategias para integrar la psicomotricidad de manera efectiva en el entorno educativo.  

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