Educación para la ciudadanía
Se trata de una asignatura dirigida para el último ciclo de la Educación Primaria (5º y 6º) y toda la ESO (Educación Secundaria Obligatoria). Fue diseñada por el gobierno de Rodríguez Zapatero y aprobada por las Cortes Generales en concordancia con la Ley Orgánica de Educación. Fue una iniciativa para cumplir con la recomendación del Consejo de Europa en 2002, que decía que la educación para la ciudadanía era fundamental para cumplir con la misión del Consejo. Esta era promover una sociedad justa, libre y tolerante, defendiendo los principios y valores del Estado de derecho, la libertad y el pluralismo. Sin embargo, en 2016, desapareció del panorama educativo español.
La asignatura consistía en la enseñanza de valores constitucionales y democráticos. Según el Real Decreto 1631/2006 que la aprobó, la educación para la ciudadanía tenía como meta favorecer el desarrollo de personas libres e íntegras por medio del desarrollo de la autoestima, la libertad, la responsabilidad y la dignidad. Además, otras de sus finalidades era formar futuros ciudadanos respetuosos, solidarios, participativos y con criterio propio. La Educación para la Ciudadanía servía para enseñar qué derechos se tiene, qué deberes hay que cumplir y qué hábitos hay que adoptar para ser personas cívicas.
La Educación para la Ciudadanía busca que los alumnos se involucren activamente en la solución de desafíos globales, contribuyendo a un mundo más pacífico, tolerante, inclusivo y seguro. El propósito de la educación para la ciudadanía y su aprendizaje-servicio es fomentar un respeto hacia todos, promoviendo un sentido de pertenencia a una humanidad compartida y ayudando a los estudiantes a ser ciudadanos globales responsables y comprometidos.
Especialmente, la educación para la ciudadanía contribuye a desarrollar la competencia social y ciudadana en el alumnado. Como relata el Real Decreto 1513/2006 para el último ciclo de Primaria, la educación para la ciudadanía ayuda a adquirir habilidades para vivir en sociedad y ejercer la ciudadanía democrática. Fomenta la autonomía, la autoestima y el espíritu crítico, promoviendo la creación de proyectos de vida personales y mejorando las relaciones interpersonales por medio del diálogo. Es una asignatura que incluye contenidos en su currículo como la convivencia, la diversidad y la participación, teniendo como meta ser una sociedad democrática más justa.
En cambio, la educación para la ciudadanía para la etapa educativa de la Educación Secundaria Obligatoria cuyo Real Decreto 1631/2006 es el mencionado al principio, tiene otras competencias objetivo. En esta etapa educativa, está dividida en dos materias: Educación para la ciudadanía y los derechos humanos, y Educación Ético-cívica. Ambas contribuyen al desarrollo de aprender a aprender, estimular las habilidades sociales, impulsar el trabajo en equipo y el uso de la argumentación, entre otras competencias.