Paisaje sonoro
El ambiente sonoro de una sociedad es una fuente de información esencial. Sin embargo, estamos tan sumergidos en nuestro mundo que no nos detenemos para escuchar lo que sucede a nuestro alrededor, lo cual nos lleva, en muchas ocasiones, a confundir ruido con sonido.
El ruido se trata de un sonido o un conjunto de ellos, generado por las actividades humanas, sin ritmo, sin armonía y que, por tanto, resulta molesto y desagradable.
El sonido hace referencia a esos fenómenos que involucran la propagación de ondas percibidas por el órgano del oído, es decir, es la sensación que provoca en nuestros oídos aquella propagación de vibraciones emitidas por algún medio.
A partir de esto, podemos decir que el ruido es dañino tanto para la salud como para el medioambiente, dando lugar a lo que conocemos como contaminación acústica, mientras que el sonido no tiene por qué serlo. Este último va a ser el que de forma al mundo que nos rodea. Sin embargo, estamos tan acostumbrados a esta contaminación que no prestamos atención a la enorme mayoría de sonidos que nos rodean. De aquí surgen los paisajes sonoros, siendo tan importantes para el aprendizaje y la concienciación de la necesidad de valorar los sonidos.
El paisaje sonoro hace referencia a ese conjunto de sonidos que caracterizan un determinado escenario, es decir, todos aquellos sonidos que las personas perciben y relacionan con un determinado lugar, con un momento o con una actividad.
Esta actividad se puede llevar a cabo en el aula, relacionándola con cualquier materia educativa, sin embargo, podemos destacar la estrecha relación con la educación musical, trabajando el arte sonoro. El sonido de estos paisajes tiene lugar en un tiempo y espacio determinado, al igual que ocurre con la música. Por ello, es un buen método para introducir o trabajar la materia musical. Es un ejercicio que ofrece numerosos objetivos entre los que encontramos fomentar la comunicación y la expresión a través de los sonidos, favorece el aprendizaje del entorno o potencia la percepción auditiva, entre otros.
Podríamos llevarlo a cabo de diversas formas, como podría ser a través de las TIC con realidades virtuales e interactivas, o de una forma más sencilla, a través de diferentes paisajes reales. También se podría partir de la escucha y análisis de ciertos paisajes para posteriormente compartir con sus compañeros, o al revés, desde la composición, por el grupo del alumnado, de los diferentes sonidos que formarían un paisaje concreto.
Entre los numerosos beneficios que ofrecen los paisajes sonoros podemos encontrar:
- Ayuda con los altos niveles de estrés
- Ayuda con la concentración
- Favorece el desarrollo de las habilidades motrices
- Puede llegar incluso a aliviar algún dolor
- Estimula el cerebro
- Favorece el aprendizaje
- Potencia la creatividad.
Es por ello, que siendo una metodología de trabajo tan sencilla y necesaria, debería llevarse a cabo en las aulas más a menudo.