Actividades para promover la interculturalidad
Actualmente, la llegada a los centros educativos de alumnado de distintas culturas, idiomas y costumbres genera la necesidad de establecer un ambiente respetuoso y acogedor que promueva el desarrollo personal y el conocimiento intercultural. Para ello, el profesorado debe de estar formado y debe formular nuevas actitudes y metodologías en el grupo o clase, evitando de este modo posibles situaciones de desventaja educativa o discriminación.
Fundamentalmente, las actividades interculturales desarrolladas en los centros educativos se establecen basándose en tres ámbitos. Por un lado, se pueden desarrollar actividades interculturales a nivel de centro, actividades a nivel de aula y actividades para formar al profesorado en educación intercultural.
La interculturalidad en el aula
Gracias a los fenómenos migratorios, nuestra sociedad se está viendo enriquecida por las diferentes culturas que llegan de los distintos territorios del mundo. De esta forma, vivimos en un espacio cada vez más heterogéneo y caracterizado por una gran diversidad.
A pesar de ello, este hecho puede desencadenar en algunas ocasiones situaciones de racismo o xenofobia, por lo que tanto el centro educativo en sí como el profesorado debe de estar preparado para afrontar y remediar los posibles casos de discriminación.
Actividades para fomentar la inclusividad en el aula
En concreto, a nivel del aula se podrían desarrollar actividades centradas en:
- Introducir contenidos interculturales de manera transversal. Es decir, que sean desarrollados a través de las distintas unidades didácticas que el profesorado realiza a lo largo del curso escolar con el alumnado y que dichos contenidos se vean adaptados a las distintas áreas curriculares.
- Promover las relaciones grupales. Por ejemplo, se podrían desarrollar dinámicas de conocimiento (al inicio del curso), de autoestima, de escucha activa y comunicación. Si se quiere empezar a hablar de temáticas como el respeto y la tolerancia, es preciso promover el respeto por uno mismo, así como el saber, escuchar, dialogar y comunicarse con el resto.
- Emplear estrategias socioafectivas y morales en la educación en valores. La finalidad de estas últimas es que el alumnado tome conciencia de sus propios valores, ya que a través de dichas estrategias se fomenta la reflexión y se profundiza en ellos. Entre los ejemplos se encuentran los dilemas morales, la resolución de conflictos, la mediación escolar, y la clarificación de valores.
Con respecto a las estrategias socioafectivas, es preciso tener en cuenta que si se pretende promover un cambio de actitudes en el alumnado, es fundamental que se le planteen situaciones de discriminación, para que los estudiantes sean capaces de identificarlas y situarse en el lugar del otro.
La función del profesor y el centro educativo
La formación del profesorado en educación intercultural es imprescindible para promover los objetivos propuestos por la misma. Dicha formación no ha de ir dirigida únicamente al equipo docente, sino que todos los miembros de la comunidad educativa son fundamentales para conseguir el correcto fomento de la atención a la diversidad cultural presente en el día a día de los centros escolares.
Por su parte, autores como Sánchez y Mesa (2002), señalan que los centros educativos deben establecer estrategias como las siguientes en la dinámica del centro:
- Trabajar contenidos sobre educación intercultural desde el comienzo de la escolarización del alumnado. Es decir, si es posible siempre desde la etapa de educación infantil.
- El equipo docente se debe implicar de forma activa en el desarrollo y elaboración de las actividades interculturales.
- Promover que el profesorado introduzca en las programaciones del aula dichas actividades con el fin de que el trabajo sea continuo y permanente.
- Incluir en el Plan de Acción Tutorial actividades que se puedan poner en práctica en la hora de tutoría. Para ello, es muy importante contar con el asesoramiento de los profesionales de orientación educativa de los centros.
- Fomentar el desarrollo de actividades en las que pueda participar e intervenir toda la comunidad educativa.
- Para que las actividades propuestas sean efectivas, es fundamental que el profesorado trabaje en equipo. Por tanto, se precisan de espacios adecuados para la reunión y el encuentro.
Ventajas de la interculturalidad en el aula
- Enriquecimiento cultural: ayuda a ampliar el horizonte cultural de los alumnos al aprender sobre diferentes costumbres, valores y tradiciones.
- Desarrollo de habilidades interculturales: promueve la adquisición de habilidades de comunicación intercultural, empatía y capacidad para trabajar en equipo.
- Reducción de estereotipos y prejuicios: los estudiantes pueden descubrir que las diferencias culturales no deben suponer ninguna barrera para el entendimiento, el respeto y la amistad.
- Promoción de la equidad y la inclusión: favorece la creación de un ambiente donde todos los alumnos se sienten respetados y valorados, independientemente de su origen cultural.
- Promoción del multilingüismo: la interculturalidad puede suponer la exposición del alumno a diferentes idiomas, lo que favorece el interés por aprender e intercambiar lenguas extranjeras.
- Fortalecimiento de la identidad cultural: compartir sus raíces con otros alumnos puede ayudar a fortalecer la identidad cultural, así como promueve un mayor sentido de pertenencia y beneficia a la autoestima.
Como podemos comprobar, el relacionarse con alumnado de diferentes culturas prepara a los estudiantes para desenvolverse en un mundo cada vez más globalizado y fomenta valores como la tolerancia, el respeto y la comprensión. De esta forma, poco a poco se consigue la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa.
Texto escrito por Mónica Aguilera.