¿Qué conclusiones se extraen de la evaluación internacional PIRLS?
La evaluación internacional PIRLS consiste en un baremo de la compresión lectora de los más jóvenes de cada país. Este informe es realizado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), que tiene sede en Ámsterdam y Hamburgo. ¿Cada cuánto tiempo se realiza? Cada lustro. ¿Y qué conclusiones podemos extraer del último publicado? ¡Vamos a verlo!
Si nos centramos en España, podemos ver cómo ha sufrido un retroceso significativo en comparación con la última evaluación internacional PIRLS de 2016. Aun así, si nos fijamos en el resto de los países, vemos cómo la caída no ha sido tan llamativa. ¿Y quién es el país con una mayor comprensión lectora? No, no es Finlandia, sino Singapur.
Un aspecto que hay que tener en cuenta es que este estudio se realizó en 2021, en plena pandemia por el covid. Debemos recordar que se cerraron colegios y después se abrieron con muchas restricciones, lo que pudo afectar al rendimiento de los alumnos. Además, se trata de una tendencia en todo el mundo, aunque se puede apreciar qué países tomaron mejores decisiones en estos momentos difíciles.
Ahondando en los resultados de la evaluación internacional PIRLS
En España, los niños de cuarto de primaria, de entre nueve y diez años, han perdido siete puntos en la evaluación internacional PIRLS, quedándose en 521. ¿Qué supone esto? Que han perdido un trimestre. Y es que la IEA calcula que 40 puntos de comprensión lectora equivalen aproximadamente a un curso escolar.
También hay que tener en cuenta que España avanzó 15 puntos en 2016, por lo que venía de una tendencia ascendente. ¿Y si comparamos España con otros países del entorno? Vemos que todos registraron pérdidas mayores. Pérdidas de 8 puntos en Portugal, 11 en Italia y Suecia, 13 en Alemania, 17 en Finlandia, 18 en Países Bajos o 20 en Noruega.
¿Qué puedo causar esta caída en el índice de compresión lectora?
Esta caída puede guardar cierta relación entre el número de semanas en que los centros escolares permanecieron cerrados por el covid. Por ello, la rápida reapertura de los colegios en España pudo ser un punto de inflexión, evitando que la compresión lectora se hundiera todavía más.
Además, los alumnos se enfrentaron a medias eventuales posteriormente. Cerraron parcialmente algunos colegios, se crearon grupos burbuja para que los confinamientos solo se ciñesen a clases concretas. En definitiva, el normal funcionamiento de los centros escolares no se recuperó hasta pasado un tiempo.
¿Pero qué puesto ocupa España en la clasificación? Se encuentra en un puesto discreto, 12 puntos por debajo de la media del conjunto de los países de la OCDE y a 7 puntos del promedio de la Unión Europea. De esta manera, España quedó muy lejos de los primeros puestos.
Aun así, cabe destacar que, aunque España tiene pocos niños en el grupo de lectores avanzados, tampoco tiene muchos en el grupo de los de peor nivel. De esta manera, podemos decir que en España se produce una situación más homogénea. La brecha en cuanto a situación socioeconómica de la familia y en cuanto a género tampoco es muy amplia en nuestro país.
La homogeneidad es la principal característica del sistema educativo español. Por ejemplo, la diferencia entre niñas y niños es de apenas dos puntos cuando en Portugal es de seis. La diferencia entre los niños con un mayor nivel socioeconómico y los de peor es de 62 puntos, mientras que en Alemania es de 91, en Suecia 90 y en Bulgaria de 122.
¿Qué países encabezan este ranking de compresión lectora?
Seguramente que te estés preguntando qué países encabezan la evaluación internacional PIRLS. Pues bien, el mejor resultado lo obtiene Singapur, con 587 puntos, lo que se podría traducir en un curso y medio de ventaja respecto a España. El top 3 lo completan Irlanda con 577 puntos y Hong Kong con 573 puntos.
¿Dónde quedan los países europeos? El primero en aparecer es Finlandia, con 549 puntos. En un plano general, España se queda por detrás de países como Países Bajos o Alemania, pero por delante de Portugal, Malta o Francia. Así, esta es la situación del mundo en cuanto a compresión lectora.
Esta evaluación internacional PIRLS ha evaluado a unos 400.000 alumnos, 380.000 padres y unos 20.000 docentes. De esta manera, podemos decir que se ha examinado en profundidad la capacidad lectora de los niños de entre 9 y 10 años. Ahora, solo queda establecer estrategias y medidas para mejorar este índice y recuperar esa tendencia positiva.
Pantallas y mal comportamiento, dos factores en contra
En este estudio también han hecho una comparativa entre los niños que dedican un tiempo excesivo a las pantallas y los que dedican a esta actividad menos de 30 minutos al día. Como es lógico, los niños que dedican poco tiempo a las pantallas tienen una mayor comprensión lectora.
El tiempo al frente de las pantallas hace que los niños se distraigan más y que pierdan esa capacidad de concentración. Otro problema puede venir tras los malos comportamientos de los niños en las escuelas. Y es que los problemas de acoso escolar o bullying dejan secuelas graves. Este es un aspecto que puede influir en esos hábitos de lectura.
Hay que ahondar en las principales problemáticas que hacen que los resultados sean peores que en la última evaluación internacional PIRLS. Eso se consigue a través de la información y de la formación. En Red Educa somos conscientes de la importancia de la formación y de la inclusión obligatoria de la lectura en las aulas. Te animamos a que te formes para conocer como motivar a tu alumnado.