El impacto de los alimentos ultraprocesados en niños
La comida rápida y los alimentos ultraprocesados suponen un porcentaje, cada vez mayor, de lo que las personas comen en su día a día, siendo los niños los que más cantidades de los mismos incluyen en sus dietas. ¿Qué por qué ocurre esto? Porque son alimentos que ya están preparados y tan solo hay que comerlos, facilitando su ingesta, porque llevan una enorme cantidad de azúcares que hacen que sean adictivos, por lo que cuanto más joven se comienzan a ingerir, antes comienza esa adicción y más difícil resulta reducirla a largo plazo.
Esto es un dato muy alarmante al conocer los diversos efectos negativos que estos alimentos suponen para la salud. Pero, ¿sabemos qué son los alimentos ultraprocesados y los alimentos procesados?
Diferenciando los alimentos ultraprocesados
La comida procesada son aquellos alimentos que han sufrido un procesamiento industrial produciendo algún cambio en su naturaleza. Algunos ejemplos de estos son las frutas, las verduras o productos que hayan sido congelados, enlatados, etc. como, por ejemplo, el pescado en conserva. Estos alimentos suponen una mejora en su seguridad, por lo que no resultan perjudiciales para la salud. Pero hay que tener especial cuidado con ellos, ya que algunos de estos cambios pueden suponer la pérdida de ciertos nutrientes, lo que puede favorecer determinados problemas para una dieta saludable cuando exista un exceso en su consumo. Esto hace que los alimentos procesados tengan ventajas como: que se pueden conservar durante más tiempo que los naturales, un consumo moderado puede traer beneficios para la salud y hay productos que nos ayudan a ingerir distintos nutrientes al estar compuestos de ellos adicionalmente. Pero como decíamos, un consumo incontrolable de estos también supone numerosas desventajas entre las que destacamos: suelen añadir sal, azúcar o grasas para ayudar a esa mayor conservación, aunque a algunos se les añaden ciertos nutrientes, en muchos procesos se pueden perder más de los que se agregan.
Por otro lado, nos encontramos con los alimentos ultraprocesados, que son aquellos productos preparados por la industria elaborados a partir de sustancias de otros alimentos. Es decir, se trata un producto elaborado a partir de una numerosa lista de ingredientes extraídos de los propios alimentos o incluso derivados de componentes alimenticios. Uno de estos ingredientes que con mayor frecuencia nos solemos encontrar son las harinas refinadas, las cuales son sometidas a un proceso por el cual se crean unas partículas más pequeñas y se elimina gran parte de los componentes fundamentales del propio grano, es, por ejemplo, la harina blanca. Entre los ejemplos de alimentos ultraprocesados, también podemos encontrar las galletas, bollería, pizzas, golosinas, etc.
Consecuencias de consumir ultraprocesados
Algunas de las consecuencias o desventajas que provocan los alimentos ultraprocesados son:
- El aumento de grasa corporal, lo que lleva a padecer sobrepeso u obesidad.
- El aumento de diabetes al ser sustancias compuestas por una alta cantidad de azúcar.
- Aumento en los niveles de colesterol.
- Mayor riesgo en padecer enfermedades cardiovasculares, entre otras muchas más.
Están diseñados con el principal objetivo de que puedan llegar a conservarse durante largos periodos de tiempo, además de llevar compuestos que fomentan deseos incontrolables de su consumo, de aquí su alto grado de prejudicialidad, ya que además de tener efectos negativos en la dieta, también son capaces de crear adiciones.
Velar por la correcta alimentación de los niños
Como hemos podido ver, un niño con una correcta alimentación tiene menos probabilidades de acabar sufriendo trastornos nutricionales, sobrepeso, obesidad, diabetes, ciertas enfermedades cardiovasculares, enfermedades dentales e incluso algunos tipos de cáncer. De aquí surge esa necesidad de tener un control en su alimentación. La clave para ello es crearles buenos hábitos desde las edades más tempranas, ya que cuanto antes comiencen a beneficiarse de una buena nutrición, mejor será su desarrollo. Además, existe otro factor por el cual las personas, una vez que adquirimos hábitos alimentarios concretos, resulta muy difícil cambiarlos.
Esto puede ser una tarea sencilla desde casa, ya que podemos conocer qué tipo de alimentos ingieren los pequeños, establecer menús sanos para toda la semana y controlar que no haya un exceso de estos productos ultraprocesados. Pero, ¿qué pasa cuando necesitamos dejarlos en comedores escolares?
Muchos comedores escolares se nutren mayoritariamente de una comida de poca calidad debido a la facilidad y rapidez en la elaboración y los bajos costes que esto supone. Sin embargo, algunas funciones que tienen los comedores escolares son proporcionar comidas de calidad, además de proporcionar una educación para la salud, reforzando la adquisición de hábitos saludables.
Por ello es tan importante que el monitor del comedor conozca toda esa información necesaria para ser capaz de servir menús atractivos que sean equilibrados y saludables, buscando así el máximo bienestar de los pequeños. Si quieres saber las fuentes energéticas que necesita el cuerpo humano, aquí la respuesta.
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