Natación educativa: Aprendizaje sumergido
La natación es un deporte que lleva implícitos unos valores olímpicos que además de ser inspiradores para las generaciones futuras, es una fuente inagotable de beneficios para las personas de todas las edades, sobre todo niños y niñas. La natación educativa es aquella actividad en la que se combina a la perfección los aspectos más recreativos y formativos de este deporte acuático, por lo que, supone a para los niños y niñas aprender en el agua.
En este post vamos a movernos como pez en el agua en los objetivos de la natación educativa y sus beneficios para el desarrollo integral de los/as más pequeños/as.
¿Cuáles son los tipos de natación educativa?
Una parte fundamental de la natación educativa es la enseñanza de diferentes estilos de natación, cada uno con sus propias técnicas y objetivos. Los tipos de natación educativa que se imparten serán los siguientes:
Estilo libre (crol)
El estilo libre, también conocido como crol, es uno de los estilos más populares y versátiles de natación. Su objetivo principal es mejorar la capacidad cardiovascular y fortalecer los grupos musculares principales del cuerpo, como los brazos, las piernas y el abdomen. Al practicar el estilo libre, los niños aprenden a coordinar los movimientos de los brazos y las piernas de manera fluida, al tiempo que controlan su respiración. Este estilo de natación fomenta la suavidad y la eficiencia en el agua, ayudando a los niños a desarrollar una técnica efectiva para nadar distancias más largas.
Espalda
El estilo de espalda, también conocido como nado de espalda, se caracteriza por nadar en posición supina, con el rostro hacia arriba. El objetivo principal de este estilo es mejorar la postura, fortalecer los músculos de la espalda y los hombros, y desarrollar una mayor orientación espacial. Al nadar de espalda, los niños aprenden a mantener una alineación adecuada del cuerpo en el agua, mejoran la coordinación de los movimientos de los brazos y las piernas, y desarrollan confianza al navegar en diferentes direcciones.
Braza
La braza es un estilo de natación que implica movimientos alternados y simultáneos de los brazos y las piernas. Este estilo se enfoca en fortalecer los músculos del pecho, los hombros y las piernas, al tiempo que mejora la coordinación y la flexibilidad. Nadar braza también ayuda a los niños a desarrollar la resistencia cardiovascular y a mejorar su capacidad para controlar la respiración. La braza se puede dominar gradualmente, y los niños aprenden a coordinar los movimientos de manera fluida para nadar eficientemente.
Mariposa
La mariposa es considerada uno de los estilos de natación más desafiantes y técnicamente exigentes. Este estilo requiere una gran fuerza y coordinación, ya que implica movimientos simultáneos y ondulatorios de los brazos y las piernas. El objetivo principal de la mariposa es fortalecer los músculos del tronco y los hombros, mejorar la coordinación y la flexibilidad, y desarrollar una mayor resistencia cardiovascular. Aunque puede ser un estilo complicado de dominar, los niños que lo practican adquieren una mayor conciencia corporal y desarrollan habilidades avanzadas en el agua.
¿Cuáles son los beneficios de la natación educativa?
Los beneficios de la natación educativa en niños y niñas son muchos a nivel físico, cognitivo y emocional. Destacan los siguientes:
Desarrollo físico y salud
La natación educativa se caracteriza por dos aspectos: diversión y movimiento. En base a estos dos pilares, se promueve el desarrollo físico de los niños y niñas, ya que, se utilizan, de forma equilibrada todos los grupos musculares. Se consigue así, aumentar su fuerza, resistencia y flexibilidad.
El bajo impacto que supone hacer ejercicio en el agua, hace a la natación educativa apta para todos los niveles de condición física y edades. Además, su práctica regular favorece que los niños y niñas mejoren su sistema cardiovascular, su postura y su resistencia.
Estimulación cognitiva y habilidades motoras
Durante la práctica de las clases de natación educativa, los niños aprenderán y recordarán diferentes técnicas de nado, mejorará su coordinación brazos-piernas y aumentará su equilibrio en el agua.
Los niños y niñas que practican este tipo de natación deberán estar concentrados y coordinados para seguir las clases mejorando así su desarrollo cognitivo, su memoria y sus habilidades motoras.
Seguridad acuática
Destaca como objetivo de la natación educativa, afianzar la seguridad de los niños y niñas en el agua. Mediante las clases de natación educativa, los niños y niñas se centran en adquirir habilidades de supervivencia y seguridad acuática.
Al respecto, aprenderán técnicas de respiración, flotación, o sobre cómo reaccionar ante situaciones de emergencia. Se consigue así, mejorar su confianza en el agua y mantenerse firmes y seguros ante casos de accidente o situaciones de riesgo en el medio acuático.
Trabajo en equipo y socialización
Las clases de natación educativa se desarrollan en el entorno ideal para que los niños y niñas interactúen y socialicen con otros iguales de su edad. La natación conjunta mejora el sentimiento de cooperación, la comunicación y el trabajo en equipo de los niños y niñas.
Así, aprenden a respetar los turnos, compartir la piscina o a servirse de apoyo mutuo. Incluso, los logros colectivos e individuales en la piscina mejoran la confianza en sí mismos.
Natación educativa como estilo de vida
Al participar en las clases de natación educativa, los niños y niñas experimentan los beneficios de realizar ejercicio de forma regular y aprenden a apreciar cuál es la importancia de mantenerse activos.
También, la natación sirve para que los niños y niñas aprendan la importancia de mantenerse hidratados y llevar a cabo una alimentación equilibrada que les permita moverse con mayor fluidez en el agua.