El uso del pensamiento crítico
¿Nos creemos todo lo que nos cuentan?
En nuestro día a día, estamos expuestos a noticias, comunicaciones y millones de informaciones que a menudo o son erróneas o están sesgadas por la opinión de quien las vierte. Y es por ello, que, en la sociedad actual, debemos estar preparados para poner en tela de juicio todo lo que vemos y escuchamos, y realizar una selección de qué aspectos vamos a creer y cuáles no. Y aquí, es donde entra el juego el pensamiento crítico.
¿Qué es exactamente el pensamiento crítico?
Es la capacidad y habilidad de las personas para analizar y evaluar si la información que recibe tiene veracidad o no. Esta capacidad aparece de forma más acusada en la adolescencia y de ahí en adelante, favoreciendo la creación de nuestra propia identidad. Se trata de ir construyendo nuestro propio punto de vista de las cosas, llevando a cabo la comprobación de la información que nos llega y contrastándola.
Por tanto, como comentamos, es necesario tener adquiridas una serie de habilidades para poder ejercer un pensamiento crítico, entre las cuales destacamos:
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Mente abierta: Consiste en abandonar los prejuicios, para poder llevar a cabo un análisis objetivo de la información.
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Ser analíticos: Hace referencia al hecho de tener que analizar datos y distintas fuentes, para llegar a una conclusión y ejercer el pensamiento crítico.
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Observadores: Significa mirar más allá de lo que tenemos delante. Identificar posibles problemas.
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Resolución de problemas: El pensamiento crítico es fundamental en la resolución de problemas. Hay que llegar a una conclusión adecuada, basándonos en toda la información que nos llega.
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Interpretación: Para desarrollar el pensamiento crítico es necesario comprender que no todas las informaciones o datos se crean de la misma forma. Además de reunir información, es necesario discernir qué información es precisa para según que casos.
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Comunicación: La comunicación es vital, y que puedas transmitir las pruebas y datos de comprobación que has realizado hasta que has llegado a la conclusión.
¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico?
Para aplicar el pensamiento crítico realizamos varias funciones, pero normalmente vale, como indicamos anteriormente, dejar de lado los prejuicios y utilizar la lógica. Para algunas cuestiones más complejas, requiere pasar por todo el proceso de pensamiento crítico.
- El primer paso es identificar el problema que quememos resolver.
- El segundo, investiga, intentando recopilar datos o información relacionada con ese problema. Recopilar mucha cantidad de información, es vital para aplicar el pensamiento crítico, sobre todo aquella que va en contra de tus opiniones.
- Identifica la validez o relevancia de los datos. Igual que es importante, como destacamos antes, recopilar datos, ahora lo es también que tan relevantes o importantes son los datos que hemos obtenido. Para llevar a cabo el proceso tendremos que preguntarnos, si es fiable, si realmente es importante, si es actual o si está especializada en el área que nos ocupa.
- Hazte preguntas, debes dar un paso atrás y plantearte si las decisiones o conclusiones a las que estás llegando son objetivas o están aún sesgadas. Los sesgos mentales involuntarios buscan siempre el camino más corto para la solución. Debes preguntarte si realizas alguna suposición o si lo has tenido todo en cuenta.
- Encuentra la mejor solución, enlazando la causa con el efecto. Piensa que puede haber más de una solución.
- Solución. En este paso la comunicación es muy importante. Comparte la solución con otras personas.
- Y, por último, cuestiona la solución que has dado. Una vez que emite la solución, es hora de ponerla en práctica e implementarla. Una vez hecho esto, tendremos que valorar la validez o no de esta.
Son muchos los ámbitos donde podemos poner en práctica el pensamiento crítico. Destacamos las redes sociales, noticias y ámbitos laborales.