La escalera de la metacognición o cómo pensar sobre nuestros pensamientos
La escalera de la metacognición supone una herramienta para facilitar la evaluación docente, al igual que la rúbrica, la diana de evaluación, el diario de aprendizaje, el porfolio, siendo todas ellas diferentes formas de autoevaluación, coevaluación y autorregulación del aprendizaje.
¿Meta qué? Te presentamos a la metacognición
Antes de comenzar con la escalera, es necesario aclarar que significa la metacognición, podemos entenderla como el proceso por el que cada persona percibe, interpreta y valora su propio aprendizaje y desarrollo, las competencias, los bloqueos e incluso las experiencias de las que podemos y debemos aprender.
La metacognición está muy relacionada con la teoría de la mente entendida como la capacidad para comprender y predecir la propia conducta y la de las personas de nuestro alrededor.
Según Flavell, la metacognición se refiere al conocimiento y al control de las actividades del pensamiento y del aprendizaje. Esto implica tanto el saber qué hacer como el saber cómo y cuándo hacer qué cosas.
En un centro educativo o de formación, la metacognición está siempre presente, ya que cada persona, acorde a su desarrollo cognitivo y social, debe tomar conciencia de su propio conocimiento y analizar y mejorar su aprendizaje para obtener aprendizajes significativos y los mejores resultados. Es importante saber que las estrategias de metacognición comienzan a desarrollarse a partir de los 6 años.
Una metacognición para cada función cognitiva o competencia
La metacognición requiere un mínimo de autoconocimiento, honestidad y aprendizaje que debemos conocer previamente. Las estrategias de autoconocimiento permiten al alumnado explorar sus capacidades, valores, pensamientos y emociones, identificar y planificar las tareas necesarias y posteriormente hacer un seguimiento y autoevaluación.
La metacognición nos lleva como docente a preguntarnos lo siguiente, ¿qué hace mal un estudiante ineficaz para que su aprendizaje sea tan limitado?, ¿qué hacen otros estudiantes para su aprendizaje sea más rápido y/o significativo? O ¿qué estrategias de aprendizaje utiliza y cuáles le funcionan?
Además, podemos encontrar diferentes tipos de metacognición:
- Metacognición de la memoria: el conocimiento de la capacidad de la memoria para relacionar y conocimientos nuevos con los antiguos
- Metacognición de la atención: conocer la capacidad de focalizar la atención en una tarea o situación determinada. Es crucial que el alumnado sea consciente de sus dificultades y problemas de atención.
- Metacognición de la comprensión: ser conscientes de la capacidad para comprender uno o varios conceptos y usarlos.
- Metacognición de pensamiento: el conocimiento que tenemos de nuestro propio pensamiento. Esta capacidad nos permite reflexionar sobre cómo y qué pensamos. Esto es fundamental para cualquier área de la vida.
Relacionada con la memoria podemos identificar tres tipos de metacognición
- La metacognición personal: se identifican las competencias y limitaciones de la propia memoria y la capacidad de controlar las experiencias inmediatas.
- La metacognición de la tarea: analiza la dificultad de un problema de la memoria y como se relaciona con las particularidades de una tarea.
- La metacognición de las estrategias: trata el conocimiento de los elementos que pueden influir en el rendimiento de la memoria.
El mejor ejercicio es subir escaleras, también las mentales
Según el modelo propuesto por Swartz podemos subir cuatro peldaños en nuestra autoevaluación del aprendizaje:
- Uso tácito: ¿Qué he aprendido? El alumnado identifica de su propio pensamiento y conocimientos.
- Uso consciente: ¿Cómo lo he aprendido? Recuerdo de las estrategias de aprendizaje utilizadas para un objetivo determinado, así se podrá valorar si se ha entendido un concepto o técnica.
- Uso estratégico: ¿Para qué me ha servido? El alumnado reflexiona acerca del propósito de lo aprendido.
- Uso reflexivo: ¿En qué otras situaciones puedo emplearlo? En este peldaño interioriza la rutina para aplicarlo a otra situación. Este peldaño es la clave para modificar el aprendizaje y el pensamiento.
Cada peldaño corresponde a una pregunta sobre el proceso de aprendizaje y deben ser contestadas desde el escalón inferior hasta el superior, es decir, subimos la escalera y progresivamente nos planteamos cuestiones sobre lo aprendido.
Esto podemos aplicarlo a otras situaciones personales, sociales y laborales por las que nos podemos plantear cuatro preguntas progresivamente:
- ¿Qué tipo de pensamiento tengo? Aquí aprendemos a ser conscientes de nuestros pensamientos, ideas y aprendizajes.
- ¿Cómo lo he realizado ¿Cómo he llegado hasta aquí? En este escalón se trata de identificar, conocer y describir la estrategia empleada.
- ¿Es eficaz? ¿Sirve para lo que quiero? Este peldaño es importante, ya que valoramos la utilidad de la estrategia respecto a los objetivos y valores.
- ¿Es útil para el futuro? ¿Me sirve en otras situaciones? Por último, planificamos el desarrollo de este pensamiento o acción para el futuro.
Muy bien pero… ¿Cómo puedo aplicarla en el aula o en mi centro?
La escalera puede aplicarse desde educación primaria hasta niveles universitarios e incluso formación superior complementaria, y por supuesto, durante el estudio de unas oposiciones en el que de forma periódica debe revisarse el aprendizaje y si las estrategias utilizando están dando sus frutos. Además, puede hacerse de forma individual y grupal, presencial y online si se implementa de un modo estructurado y fiable.
El uso de la escalera de la metacognición mejora los procesos de autorregulación, registro y control del aprendizaje, además de fortalecimiento de las funciones ejecutivas del alumnado.
¿Y qué ganamos si la uso?
El entrenamiento en metacognición nos ayuda a tomar conciencia del pensamiento y a seleccionar el mejor proceso para un fin. Pero todo esto se traduce en…
- Darse cuenta del monólogo interior cuando pensamos o cuando hacemos algo
- Sintetizar los pasos de nuestros patrones de pensamiento y conducta
- Entrenar el pensamiento crítico.
- Aprender patrones de pensamiento y conducta diferentes para posteriormente transformarlos en hábitos eficaces.
- Disponer de un amplio repertorio y cognitivo y conductual que sirva para afrontar problemas y situaciones inesperadas.
El entorno también influye en la escalera de la metacognición
Las teorías del aprendizaje social, con el análisis del sistema de creencias, motivación y contexto, han ampliado el mapa de las hipótesis sobre el fracaso escolar y el rendimiento académico.
Recuerda que la escalera de la metacognición sirve para que el alumnado reflexione sobre su propio pensamiento y aprendizaje de forma crítica, objetiva y constructiva sobre sus funciones cognitivas y aprendizaje.
Si deseas saber más puedes informarte sobre nuestra formación en Neuroeducación. Te esperamos para aprender sobre el aprendizaje y ser mejor docente.