Las "escuelas gueto" y la segregación escolar
Un artículo de Mechita García:
Cuando en el año 2005 hice mis prácticas de Magisterio Infantil en una "escuela gueto", escuché decir a la directora que en pocos años construirían un muro en el patio del centro. Aún conservo el escalofrío de visualizar la imagen de ese muro tapando por completo el lugar.
Se llamaba Mercedes, se jubiló hace pocos años. Ella es una de las personas con más amor a su trabajo que he conocido, la admiré desde el primer día. Tuve la suerte de verla en acción durante unos años más porque trabajé en ese centro, en un programa de apoyo a la escuela pública, después de hacer mis prácticas de la universidad. Aprendí muchísimo, la mayor parte de las veces escuchando lo que Mercedes decía a otras personas.
Tal era la situación del centro, que una vez en el patio escuché un tiroteo. En esos casos se suele decir que alguien ha salido de la cárcel y está "ajustando cuentas". Aún conservo en mi recuerdo el silencio sepulcral después de los disparos.
El muro físico aún no se ha construido. El muro social, sí. Efectivamente, Mercedes tenía razón, no se ve lo que hay dentro de las escuelas gueto.
Las "escuelas gueto"
Las escuelas gueto son el resultado de un proceso que empieza con la segregación, que es una desviación entre la composición de la escuela y la composición del propio entorno. Por ejemplo, cuando se habla de una mayor concentración de niños y niñas con un perfil socioeconómico muy bajo en una escuela. Es aquí donde se empieza a construir el muro.
Las etapas del muro
Este proceso está definido por etapas. Se comienza por la segregación escolar, luego sigue la concentración de estos perfiles en un mismo espacio, y por último se constituyen las ya mencionadas escuelas gueto. Son denominadas así cuando tienen más de un 50% de concentración de menores en riesgo de exclusión social.
España es el sexto país de la Unión Europea con el índice de segregación más alto, estando por encima de la media. Dentro de España, la Comunidad de Madrid se lleva la palma. También sabemos que desde 2011 Europa nos recomienda llevar a cabo políticas activas contra la segregación escolar para así prevenir la pobreza infantil y el abandono educativo.
No quiero centrar el artículo en el hecho de que el gasto público que genera la segregación es altísimo, porque el fracaso escolar que desencadena esta situación provoca pérdida de talento y contribuye a la pobreza. Esto nada tiene que ver con el crecimiento económico, incluso con el crecimiento económico inclusivo.
Sin parecerme lo más importante, sí que me parece un dato decisivo para el análisis, pues la educación es tan importante que no es una disciplina aislada. Dada su repercusión en ámbito social y de desarrollo de cualquier país, bien merece citar que una educación pobre de recursos genera únicamente más pobreza.
Las dificultades de la segregación
Lo que me parece más importante es lo que acontece mientras se da la segregación. Cómo un claustro trabaja en una escuela gueto y cómo los alumnos y alumnas aprenden y se sienten. La segregación provoca conflictos graves de convivencia, incluso violencia. Erosiona poco a poco la cohesión social, bajo su paraguas no hay equidad educativa y dinamita la igualdad de oportunidades fomentando el racismo. Por no hablar de lo que es trabajar día a día en un centro escolar o instituto con estas características, para los docentes es de mayor complejidad, mayor inestabilidad, mayor carga de trabajo... Esto provoca lo que se llama el "ciclo perverso de la segregación escolar", que viene a ser como “la pescadilla que se muerde la cola”. Es así cómo el muro se va construyendo poco a poco, aunque se tarden 50 años.
¿Qué pensarías si te invito a un colegio renovado? Sus instalaciones han sido mejoradas, el patio es tan grande que incluso tiene un bosque dentro, la luz es natural en las aulas, hay una biblioteca infantil, tiene un proyecto educativo atractivo, divertido, innovador, inclusivo, orientado al éxito y al placer, los profesores y profesoras son los mejores y están muy motivados por su trabajo. ¿Qué pensarías? ¿Qué sentirías?
¿Qué harías si tienes hijos y estás pensando a qué colegio público llevarlos?
Las escuelas imán
Este tipo de colegios como los que acabo de mencionar refiriéndome a los renovados se llaman "escuelas imán" o "escuelas magnet". Surgieron en los años 70 en EEUU, y lo hicieron para resolver una necesidad social y educativa de aquellos tiempos. Básicamente, son escuelas que transforman sus proyectos educativos, haciéndolos más atractivos para que las familias deseen escolarizar a sus hijos allí. Suelen ser colegios con poca población, y la que hay está en riesgo de exclusión social. Por eso, se mejora la calidad de la educación, para que el colegio no solo no cierre, sino que se vuelva mejor, con alumnos y alumnas diversas en todos los sentidos.
La escuela entonces estaría compuesta por alumnos de clase media y por niños y niñas en riesgo de exclusión social, muchos de ellos de procedencia inmigrante. Al producirse esta mezcla, la calidad de la educación aumenta. Los beneficios de los principios pedagógicos como el “efecto pares” y el “efecto compañeros” quedan evidenciados. Los alumnos más favorecidos socialmente no empeoran sus resultados académicos, sino que siguen su curso normal, y aquellos niños que por venir de entornos más desfavorecidos tienen problemas en el sistema educativo, ven que su éxito escolar aumenta. Es más, existen estudios científicos que demuestran que la falta de interacción con niños y niñas de otros contextos puede comprometer el desarrollo de las habilidades relacionadas con la empatía.
A veces se piensa, o algunas personas piensan, que la segregación escolar es inevitable porque es natural, porque sobre todo es una segregación urbana, pero hay estudios que demuestran que esto no es así. Y también existen políticas educativas que quedan muy bien detalladas en el informe Mézclate Conmigo de Save The Children, y que puestas en marcha mejorarían el problema de la segregación.
Lo más importante es lo que no se ve detrás del muro. Como decía Primo Levi, “el racismo es una infección latente” que todo ser humano lleva dentro. Nadie se libra, igual que nadie se libra de tener que huir de su país para buscar algo mejor, o simplemente escapar de un ciclo de guerra y miseria. Estos tiempos inciertos son buenos para reflexionar tranquilamente sobre la vulnerabilidad de todos, pues todos somos susceptibles de desgracias.
Hay que educar en la convivencia y en la igualdad. Hay que enseñar a respetar por encima de todo. Como decía una jefa que tuve: “el respeto es lo más transformador que hay” ¡Gracias, Carolina!