¿Cómo evaluar en Educación Física con la nueva ley educativa LOMLOE?
¿Cómo se aplica la LOMLOE a la evaluación de la educación física?
La LOMLOE establece que la evaluación en Educación Física tiene como objetivo principal conocer y valorar el desarrollo de habilidades motrices, capacidades físicas, conocimientos teóricos y actitudes saludables de los estudiantes. La evaluación también busca fomentar la participación activa de los estudiantes en las actividades físicas, promover la adquisición de hábitos saludables, desarrollar la capacidad de trabajar en equipo y respetar las normas establecidas.
La evaluación actual se trata de una evaluación criterial, es decir, se evalúa por criterios de evaluación, que a su vez están relacionados con las competencias específicas del área. Para cada una de las competencias específicas hay asociados varios criterios de evaluación y todos ellos vienen recogidos en el Decreto correspondiente a la etapa educativa. Evaluar por criterios requiere de una planificación más elaborada que los anteriores sistemas de evaluación más tradicionales, en las que solo se ponderaban los instrumentos y los exámenes tenían un peso más significativo.
Ahora esto no es posible y se deben ponderar todos los criterios de evaluación recogidos en la ley con un mismo porcentaje. Es decir, el criterio de evaluación 2.1 de la competencia específica 2 tiene el mismo valor que 3.1 de la competencia específica 3. Cada uno de estos criterios debe evaluarse a lo largo de todo el curso y haga media para la nota final del alumno. Lo que sí va a ocurrir es que, a criterio de cada docente, un mismo criterio de evaluación se trabaje y se evalúe en mayores ocasiones que otro.
La evaluación criterial ofrece una información más amplia y detallada en la que se puede ver y valorar claramente el nivel específico del alumnado en las diferentes áreas de trabajo. Si antes con la realización de diferentes pruebas físicas, el alumno obtenía una nota de un 8 por ejemplo, en esta nota no se especificaba el nivel de logro de cada uno de los aspectos específicos. Sin embargo, con la evaluación criterial, cada criterio se puntúa y se valora de forma más específica, por lo que se sabe en qué debe mejorar o no el alumno de forma más clara y justificada.
¿Qué ofrece la evaluación actual?
La evaluación actual valora más el proceso de aprendizaje continuo del alumnado en lugar del resultado o producto final del mismo. No se debe valorar exclusivamente ese resultado final, sino todo el proceso y trabajo previo que realiza el alumno. Al evaluar por criterios, a lo largo del curso se van a ir puntuando y valorando todos ellos.
Además, la evaluación criterial obliga prácticamente a usar una mayor variedad de instrumentos de evaluación y de proporcionar al alumno diferentes tipos de pruebas con los cuales demostrar su trabajo y su aprendizaje. Mientras que antes, dependiendo de la materia, algunos docentes recurrían a un par de instrumentos de evaluación, la evaluación criterial provoca que deba haber mayores instrumentos de valoración del aprendizaje.
Esta evaluación también puede fomentar una mayor motivación en el alumnado ya que puede mostrar a cada alumno lo que hace bien y lo que debe mejorar de forma más específica y justificada bajo dicho criterio. De esta manera, el alumno no ve únicamente la calificación final, sino que se le muestran tanto los aspectos positivos como los negativos de su trabajo y aprendizaje.
Por otro lado, la atención a la diversidad representa uno de los desafíos más significativos que los docentes deben afrontar. Sin embargo, mediante la implementación de una evaluación basada en criterios, se vuelve más sencillo abordar esta situación, ya que se trabajan diferentes criterios de evaluación que pueden adaptarse a las características y al ritmo de aprendizaje único de cada uno de los alumnos, lo que resulta en una enseñanza mucho más individualizada y personalizada.
¿Cómo se desarrolla la evaluación?
Algunos de los instrumentos de evaluación más comunes utilizados en Educación Física son las observaciones directas durante las clases y actividades físicas, las pruebas escritas sobre conocimientos teóricos relacionados con la actividad física y la salud, las pruebas prácticas o test físicos de habilidades motrices y técnicas, y los registros de participación y actitudes de los alumnos durante las clases, así como las rúbricas de evaluación. Es importante que los docentes utilicen una combinación de estos instrumentos para obtener una evaluación integral de los estudiantes y considerar diferentes aspectos de su desarrollo físico, cognitivo y socioemocional.
Por último, comentar que la evaluación debe ser continua, teniendo en cuenta el progreso del alumnado durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje; formativa, proporcionando feedback continuo al alumno y le permita mejorar los procesos y resultados de su aprendizaje; y objetiva, en la que el alumnado tiene derecho a que su evaluación sea valorada en función de los criterios desarrollados con la mayor objetividad posible así como a conocer los resultados de su aprendizaje a lo largo del curso de cara a mejorarlos.
Referencias bibliográficas
- Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado, núm. 340, de 30 de diciembre de 2020, pp. 122868 a 122953. https://www.boe.es/boe/dias/2020/12/30/pdfs/BOE-A-2020-17264.pdf