Cómo explicar el autismo a los niños
El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) no es un concepto simple, por lo que es muy importante aportar información concreta a los niños para que lo entiendan. El alumnado con este trastorno tiene su propia idiosincrasia y varía mucho dependiendo de cuál sea el nivel que presenta en su condición.
Para que exista una inclusión real en las escuelas y en la sociedad es necesario que los demás niños sepan qué significa que una persona tenga TEA para que se acepte este trastorno y así prevenir comportamientos como el masking. En concreto, algunas pautas que se aconsejan son las siguientes:
Que los niños entiendan la condición
Tanto desde el ámbito familiar como educativo se debe enseñar desde la tolerancia, para lo que es necesario que los familiares y docentes tengan una buena formación e información para poder explicársela a los niños. En concreto, se darán cuenta de que hay muchas formas de ser niños en el mundo y ninguna es mejor o peor. Con un esfuerzo colectivo, se puede ayudar a convertir la conciencia del TEA en aceptación.
La sinceridad es lo primero
Se produce aprendizaje cuando los padres ofrecen una respuesta a las preguntas que les plantean sus hijos. Si surgen dudas sobre por qué un compañero con TEA tiene ciertos comportamientos, se le puede explicar que no todas las personas deben ser iguales.
Centrar la conversación en lo que sí puede hacer
Al hablar de una persona con TEA, se debe plantear en primer lugar aquellos aspectos que sí es capaz de hacer, ya que puede que no sea capaz de hablar y comunicarse, pero sí que le encante bailar. Las personas con autismo pueden entenderte perfectamente sin hablar, y pueden tener formas de comunicar sus deseos, aunque sean diferentes a lo que estamos acostumbrados.
Informarse sobre el TEA
Es recomendable que, como padres o profesores, se aprendan aspectos del autismo y se trabaje con los niños, por ejemplo, a través de la lectura de libros, de historias reales o de documentales y películas que hablen sobre ello. Disney ha sido uno de los primeros en explicar el TEA para niños y adolescentes de una manera muy delicada en la que se pueden detectar cuáles son estas características. Te recomendamos algunos cortometrajes:
- Loop (Lazos)
- Academia de Especialistas
- Float (Flota)
- El viaje de María
Aunque no siempre tiene por qué producirse, existen ciertos aspectos que pueden hacer que el alumnado con TEA se sienta incómodo. A continuación, se ofrecen algunos ejemplos de cómo solventar dicha incomodidad:
- Pedir permiso al coger sus cosas
Un aspecto peculiar del TEA es la preocupación por preservar el entorno siempre igual, sin variaciones. Estos niños tienen una hipersensibilización al cambio, por lo que pueden presentar malestar ante modificaciones que pueden parecer sutiles o irrelevantes para otras personas, pero para ellos son muy importantes. Hay que explicarle al resto de alumnado que cualquier cambio que hagan alrededor del compañero con TEA o juguete que quieran coger, se lo deben comunicar y explicar, ya que, si no se les avisa de esos cambios, pueden reaccionar de manera negativa.
- Explicarle tus emociones
En muchas ocasiones el alumnado con TEA no sabe leer las emociones, ni tampoco expresar las propias. Por esta razón, para relacionarse con una persona con TEA de forma adecuada son esenciales la paciencia y la comprensión, dos virtudes que hay que inculcar en el resto del alumnado. Hay que explicarles que, para socializar con un niño o niña con estas características, es fundamental explicarle cómo nos sentimos y el motivo de nuestras emociones. De esta forma, mejoramos la interacción y el entendimiento.
- Acércate con respeto y amabilidad
Las personas con TEA pueden requerir un mayor espacio personal, por lo que hay que encontrar una proximidad física con la que se sientan cómodos. Muchas veces, la cercanía y el contacto pueden ser amenazantes para ellos, por lo que lo aconsejable es que el niño interprete las necesidades sensoriales del compañero con TEA antes de invadir su espacio. El mismo dará pistas de cómo se siente, por lo que se debe ser paciente y experimentar con las distancias y espacios.
- Enséñale cómo jugar
Los niños y niñas con TEA pueden necesitar una demostración de cómo jugar con un juguete. Las habilidades de juego pueden no ser naturales para los mismos, por lo que pueden beneficiarse de un compañero que los ayude a ello. No hay que asumir que simplemente no quieren jugar con el juguete. Puede que no sepan cómo hacerlo. Eso sí, los niños con TEA tienden a aprender visualmente, así que hay que hacer más demostraciones de cómo se hace, y no explicarlo tanto con palabras.
- Respeta su autoestimulación
Realizar conductas repetitivas y estereotipadas es un aspecto característico de este trastorno. Muchas veces, estos comportamientos son persistentes y con el tiempo suelen agravarse. Su función es proporcionarles retroalimentación sensorial o cinestésica. Se debe tener en cuenta este aspecto a la hora de relacionarse con una persona TEA de manera adecuada, ya que cortarle o interferir en ese momento de automatismo puede ser contraproducente. Es recomendable reforzar otro tipo de conductas que motiven al niño.
- Respeta sus tiempos y rutinas
A la hora de relacionarse con una persona con TEA, se deben tener en cuenta las costumbres y las actividades que realiza, respetando sus tiempos, su espacio y su forma de llevarlas a cabo. Hay que recalcarle a los niños la importancia de respetar los tiempos y rutinas y no interferir en ellas.
A modo de conclusión, se puede afirmar que la inclusividad es un valor muy importante a esta edad, y somos los adultos quienes debemos promoverla.
Texto escrito por Mónica Aguilera.