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El impacto del ruido ambiental en la comprensión auditiva escolar

Impacto del ruido ambiental
Cristina Romero

Cristina Romero

Vie, 01/08/2025 - 15:30

La capacidad del alumnado para procesar y comprender la información verbal en el aula es fundamental para lograr el mayor aprovechamiento académico. Sin embargo, este proceso cognitivo tan complejo se ve influenciado negativamente por un factor a menudo subestimado: el ruido ambiental. En el contexto escolar, el ruido no solo distrae, sino que deteriora activamente la comprensión auditiva, afectando la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades esenciales.

El fenómeno acústico y sus consecuencias fisiológicas

El ruido ambiental en entornos educativos puede provenir de múltiples fuentes: tráfico exterior, obras cercanas, actividades en pasillos adyacentes, sistemas de ventilación ruidosos e incluso el propio bullicio del aula. Desde una perspectiva acústica, la superposición de estas fuentes crea un campo sonoro muy heterogéneo y caracterizado por una elevada relación señal-ruido (SNR) negativa. Una baja SNR significa que la voz del orador (señal) es apenas distinguible del fondo sonoro (ruido), lo que exige un esfuerzo cognitivo considerable para entender el mensaje.

A nivel fisiológico, la exposición continua a niveles de ruido elevados activa la respuesta de estrés del cuerpo. Esto se manifiesta en un aumento del cortisol, la frecuencia cardíaca y la tensión muscular, lo que repercute directamente en la capacidad de atención y concentración. A nivel auditivo, el sistema nervioso central debe trabajar de manera más intensa para poder filtrar y procesar la información relevante. Este sobreesfuerzo, especialmente en niños y adolescentes con sistemas auditivos en desarrollo, puede conducir a una fatiga auditiva significativa, una reducción de la memoria de trabajo y, además, a una menor comprensión auditiva.

Un estudio reciente y relevante, como el realizado por Fuentes, V., et al. (2022) y publicado en PLoS Medicine, ha investigado la asociación del ruido del tráfico con el desarrollo cognitivo en niños de primaria en Barcelona. Esta investigación prospectiva de cohorte encontró que los niños y niñas expuestos a mayores niveles de ruido de tráfico en sus escuelas mostraban un desarrollo cognitivo más lento, afectando específicamente la memoria de trabajo y la capacidad de atención, habilidades esenciales para la comprensión auditiva y el aprendizaje. Estos hallazgos refuerzan la evidencia de correlaciones directas entre niveles elevados de ruido de fondo y una disminución en las puntuaciones de pruebas de comprensión verbal en poblaciones escolares.

Impacto cognitivo y pedagógico en la comprensión auditiva

El deterioro de la comprensión auditiva debido al ruido ambiental tiene consecuencias muy significativas en el aprendizaje. El alumnado debe dedicar una parte desproporcionada de sus recursos cognitivos a la discriminación auditiva, dejando menos capacidad para el procesamiento semántico y la integración de la información. Además, esto es particularmente problemático para:

  • Alumnado con dificultades auditivas o trastornos del procesamiento auditivo: Para ellos, el ruido ambiental amplifica barreras preexistentes, haciendo que el acceso a la información sea casi inabordable.
  • Alumnado que estudia una segunda lengua o con necesidades educativas especiales: Estos alumnos y alumnas ya enfrentan desafíos adicionales en el procesamiento del lenguaje y la comprensión, y el ruido incrementa estas dificultades.
  • Aprendizaje de conceptos nuevos y complejos: Cuando la información es novedosa o abstracta, la dependencia de una audición clara es aún mayor. El ruido interrumpe la formación de conexiones neuronales y la consolidación de la memoria.

Pedagógicamente, el ruido conduce a una necesidad de repetición constante por parte del equipo docente, lo que ralentiza el ritmo de la clase y puede generar frustración tanto en educadores como en el alumnado. Además, el ambiente ruidoso puede fomentar comportamientos disruptivos, ya que los y las estudiantes pueden tener dificultades para escuchar las instrucciones o interactuar de manera efectiva.

Estrategias de control del ruido en el aula

El control del ruido en el aula es una inversión en la calidad educativa, para conseguirlo se requiere un enfoque que abarque tanto medidas pasivas como activas:

Diseño acústico y acondicionamiento de aulas

Las medidas pasivas comienzan en la fase de diseño o a través de la reforma de espacios ya existentes. Una estrategia clave en este sentido es la utilización de materiales fonoabsorbentes. Esto implica la instalación de paneles acústicos en paredes y techos, la colocación de alfombras de lana o materiales reciclados en el suelo, y el uso de cortinas gruesas en las ventanas. Estos elementos son fundamentales porque reducen la reverberación, es decir, disminuyen el tiempo que tarda el sonido en desaparecer en un espacio cerrado, lo que a su vez mejora significativamente la inteligibilidad del habla.

Otra medida muy importante es el aislamiento acústico. Esto se logra reforzando paredes, puertas y ventanas con materiales que atenúen la entrada del ruido exterior. Por ejemplo, las ventanas de doble o triple acristalamiento son particularmente efectivas para bloquear el ruido procedente del tráfico. Finalmente, el control de los sistemas de climatización y ventilación también es esencial. Es importante asegurarse de que los equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado funcionen con bajos niveles de ruido y que las rejillas de ventilación no generen silbidos o zumbidos molestos que puedan interferir con la comprensión auditiva en el aula.

Medidas organizativas y pedagógicas para reducir el ruido

Más allá de la infraestructura, las actividades para trabajar el ruido en el aula y las estrategias de gestión del aula son indispensables para un control del ruido en el aula efectivo. Una de las primeras acciones pasa por fomentar la conciencia del ruido, educando al alumnado sobre su impacto directo en el aprendizaje y promoviendo la autoconciencia respecto a sus propios niveles de voz. Es esencial también el establecimiento de normas claras que definan las expectativas sobre el nivel de voz y el comportamiento general dentro del aula.

En cuanto a la organización del espacio, las agrupaciones y mobiliario juegan un papel importante. Los pupitres deben disponerse de manera que minimicen la distancia entre el orador y los oyentes, y es preferible utilizar mobiliario que no genere ruido al moverse. Para alumnado con necesidades específicas, el uso de tecnología de asistencia auditiva es fundamental; sistemas de FM o bucles magnéticos pueden transmitir directamente la voz del docente a los audífonos del estudiante, evitando el ruido de fondo y mejorando su comprensión auditiva.

Asimismo, las estrategias por parte del equipo de docentes a la hora de enseñar son esenciales. Esto incluye hablar a un ritmo moderado, usar amplificación de voz si es necesario, y dar instrucciones claras y concisas, verificando constantemente la comprensión auditiva de los alumnos y alumnas. Incorporar pausas para procesar la información también es beneficioso. Para reforzar estas habilidades, se pueden integrar actividades de escucha activa que requieran concentración auditiva en entornos ligeramente desafiantes, como juegos de "reconocimiento de sonidos" o la identificación de patrones en el habla. Finalmente, establecer periodos de silencio designados para tareas que exijan alta concentración puede mejorar drásticamente el ambiente de aprendizaje.

Un ambiente acústicamente optimizado no solo mejora la comprensión auditiva, sino que también reduce el estrés, mejora la concentración y fomenta un clima de aprendizaje más positivo y productivo para todos y todas. Ignorar el impacto del ruido ambiental es subestimar un factor crítico que impacta de forma directa en la calidad de la educación.

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