El Screening Auditivo: detección de la hipoacusia en el recién nacido
La capacidad auditiva es fundamental en el desarrollo integral de un individuo, y su importancia se vuelve aún más relevante en las primeras etapas de la vida. El screening auditivo en el recién nacido se ha convertido en una práctica crucial para detectar de manera temprana posibles problemas auditivos, siendo las otoemisiones acústicas (OEA) una herramienta clave en este proceso.
Otoemisiones Acústicas: herramienta imprescindible en el screening auditivo
Las otoemisiones acústicas son sonidos generados por el oído interno en respuesta a un estímulo sonoro. Estas emisiones pueden medirse de manera no invasiva y se han convertido en una técnica valiosa en el screening auditivo neonatal. La detección temprana de posibles problemas auditivos, como la hipoacusia, proporciona la oportunidad de intervención y tratamiento oportunos, lo que puede tener un impacto significativo en el desarrollo del lenguaje y en la calidad de vida del recién nacido.
El aparato utilizado para medir las otoemisiones acústicas se llama emisor/receptor de otoemisiones acústicas, o simplemente Otoemisor. Este dispositivo consta de un pequeño transductor acústico que se coloca en el canal auditivo del paciente y es capaz de emitir sonidos suaves hacia el oído. También incluye un micrófono sensible que registra las otoemisiones generadas por el oído en respuesta a esos sonidos. Pero, ¿cómo se realiza esta técnica? Veámoslo.
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Preparación del bebé: Es importante que el bebé esté tranquilo y relajado durante la prueba, ya que cualquier movimiento o llanto puede afectar los resultados. El bebé puede estar despierto o dormido durante la prueba.
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Colocación de electrodos o transductores: Se colocan pequeños transductores, a menudo en forma de tapones en el canal auditivo, que emiten sonidos suaves. Estos transductores también registran las otoemisiones generadas por el oído interno en respuesta a estos sonidos.
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Estímulo acústico: Se presentan sonidos suaves y repetitivos al oído del bebé a través de los transductores. Estos sonidos suelen ser tonos puros o clics de baja intensidad.
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Registro de respuestas: Los transductores registran las otoemisiones acústicas generadas por el oído del bebé en respuesta al estímulo acústico. Estas respuestas se registran como patrones de ondas.
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Análisis de los resultados: Los resultados se analizan para determinar si hay alguna respuesta detectable. Si el sistema auditivo del bebé está funcionando correctamente, se esperaría detectar otoemisiones acústicas.
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Interpretación de los resultados: La presencia o ausencia de otoemisiones acústicas proporciona información sobre la función auditiva del bebé. Si no se detectan otoemisiones, se pueden realizar pruebas auditivas adicionales, tales como Potenciales Evocados Auditivos del Tronco Encefálico, Respuesta Auditiva del Tallo Cerebral o Prueba de Conductividad Auditiva, entre otras, para evaluar la audición del bebé de manera más completa.
La Importancia del Screening Auditivo en los Primeros Meses de Vida
La hipoacusia no diagnosticada en el período neonatal puede tener consecuencias adversas en el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Durante los primeros meses de vida, el cerebro del bebé está experimentando un rápido crecimiento y desarrollo, y es en este tiempo cuando se establecen las bases para el desarrollo del lenguaje. La capacidad de escuchar y procesar sonidos es fundamental para este proceso, y cualquier interferencia en esta etapa crítica puede tener un impacto duradero.
Consecuencias de la Hipoacusia No Detectada
La hipoacusia no detectada en el recién nacido puede tener consecuencias significativas en su desarrollo. Los niños con pérdida de audición pueden experimentar retrasos en la adquisición del lenguaje y pueden tener dificultades en la comunicación y la interacción social. La detección temprana a través del screening auditivo, especialmente mediante técnicas como las otoemisiones acústicas, permite intervenir antes de que estos desafíos se vuelvan más pronunciados. Para ello, hay múltiples profesionales que velan por ese correcto desarrollo del lenguaje a través de la detección e intervención. Desde pediatras, hasta personal de enfermería, de otorrinolaringología, neurología, Logopedia, audiología protésica… todos ellos trabajan en equipo para detectar de forma temprana cualquier posible alteración a nivel auditivo.
Tras todo lo visto, podemos afirmar que el screening auditivo en el recién nacido, con un enfoque particular en las otoemisiones acústicas, es una herramienta esencial para garantizar un desarrollo óptimo del lenguaje y la comunicación. Detectar la hipoacusia en las primeras etapas de la vida permite intervenciones tempranas que pueden marcar la diferencia en el futuro del niño. La colaboración entre padres, profesionales de la salud y expertos en audición es clave para proporcionar a cada recién nacido la oportunidad de explorar y disfrutar plenamente del mundo sonoro que los rodea.