¿Cuál es el mejor horario para estudiar una oposición?
El mejor horario para estudiar una oposición depende de muchos factores, ya que no hay un único horario fijo que funcione para todos. Las oposiciones exigen una gran cantidad de dedicación y concentración, por lo que es muy importante organizar un plan de estudio que se ajuste tanto a tus necesidades personales, niveles de energía y concentración. A continuación, te doy una serie de claves para identificar cuál puede ser tu mejor horario de estudio y cómo maximizar tu productividad en función de tus características individuales.
Primer paso: conoce tu propio biorritmo
Cada persona tiene momentos del día en los que su nivel de concentración, energía y rendimiento cognitivo es más alto. Estos se dividen generalmente en tres tipos:
- Personas matutinas (alondras). Si eres una persona que se siente más activa por la mañana, lo ideal es que planifiques tu jornada de estudio empezando temprano. Las primeras horas del día son momentos en los que el cerebro está más fresco y puedes aprovechar esta energía para realizar tareas que requieren mayor esfuerzo mental, como la memorización o el razonamiento crítico. Para este grupo, estudiar de 08:00 a 12:00 puede ser una buena elección.
- Personas vespertinas (búhos). Si eres de los que les cuesta arrancar por la mañana y tu momento más productivo se da por la tarde o incluso por la noche, entonces es mejor que planifiques el grueso de tu estudio en estas horas. Hay quienes logran concentrarse mejor cuando el entorno está más tranquilo, lo que puede ser un extra si estudias en casa por la tarde o noche. En este caso, estudiar de 16:00 a 21:00 puede ser una buena opción.
- Personas intermedias. Aquellos que no tienen una preferencia clara entre mañana o tarde pueden combinar ambos periodos, dividiendo las tareas en bloques de trabajo según los momentos del día que les resulten más cómodos.
Identificar tu perfil es fundamental para organizar tu día, cuando estudias unas oposiciones. No tiene sentido iniciar el estudio en un horario que no te resulta cómodo, ya que esto podría generar fatiga y frustración.
Segundo paso: tener horarios específicos según el tipo de tarea
Es importante también adaptar las horas de estudio al tipo de actividad que realices. Por ejemplo, si tienes que hacer tareas que requieren gran concentración, como resolver ejercicios o estudiar teoría compleja, lo mejor es hacerlo en momentos de mayor lucidez. Las tareas más rutinarias o de repaso pueden dejarse para momentos en los que el cansancio se empieza a notar.
Por la mañana, puedes aprovechar para estudiar teoría, memorizar datos o realizar ejercicios que requieran un alto nivel de atención. Y por la tarde, es un buen momento para revisar y repasar, realizar test o incluso resolver simulacros de examen. Durante la tarde, el cuerpo y la mente suelen estar más relajados después de haber hecho una pausa para comer, lo que facilita actividades de comprensión o aplicación de lo estudiado.
Y por la noche (si eres de los que prefieren estudiar por la noche) es mejor dedicar este tiempo a tareas ligeras, como repasar apuntes, leer o revisar material ya aprendido.
Tercer paso: es imprescindible que realices pausas regulares.
No importa a qué hora decidas estudiar, lo fundamental es que planifiques también tiempos de descanso. Dentro de las técnicas de estudio para oposiciones, la técnica Pomodoro, por ejemplo, sugiere estudiar durante 25 minutos y hacer una pausa de 5 minutos después de cada sección de estudio. Tras cuatro secciones de estudio, se hace un descanso más largo, de unos 15 a 30 minutos. Esto ayuda a evitar la fatiga mental y a mantener el rendimiento a lo largo del día.
Cuarto paso: es importante que crees una serie de rutinas y hábitos
Esto te va a ayuda mucho a la hora de estudiar para una oposición. Significa intentar estudiar a las mismas horas todos los días. El cuerpo y la mente se acostumbran a este patrón, lo que facilita entrar en modo “trabajo” cuando llega la hora de estudiar. Además, la constancia es clave en un proceso de oposición, ya que permite acumular horas de estudio efectivo a largo plazo.
Quinto paso: evita distracciones
El horario elegido debe también estar alineado con las horas en las que menos distracciones tengas. Si estudias en casa, es mejor hacerlo cuando el ambiente está más tranquilo, ya sea por la mañana temprano o por la noche, dependiendo de las dinámicas familiares o personales. Durante el estudio, apaga el móvil o utiliza aplicaciones que bloqueen el acceso a redes sociales para evitar distracciones innecesarias.
Sexto paso: escucha a tu cuerpo
No fuerces demasiado la máquina. Si un día sientes que no tienes energía para estudiar a la hora habitual, quizás sea mejor tomar un descanso o ajustar el horario. La calidad del estudio es más importante que la cantidad de horas invertidas.
Y último paso: se flexible
Puede que te sientas cómodo estudiando por las mañanas durante una temporada y luego prefieras hacerlo por las tardes. Lo importante es que te mantengas productivo y que adaptes tu horario a tus circunstancias y a tu evolución como opositor.
Como puedes comprobar, no existe un horario universal para estudiar oposiciones. Cada persona tiene su propio ritmo biológico, y lo más efectivo es adaptar el horario de estudio a tu capacidad de concentración y a las tareas que realizas. Un buen plan de estudio debe tener en cuenta el momento del día en que eres más productivo, además de ser flexible y ajustarse a tu estilo de vida. La clave para el éxito es la constancia, la disciplina y la organización adecuada del tiempo.