Andragogía
La andragogía es un concepto fundamental en el campo de la educación que se centra en el aprendizaje y la enseñanza de los adultos. El término "andragogía" se deriva del griego "andrós", que significa hombre, y "agogos", que significa guía o líder. Fue popularizado por Malcolm Knowles, un destacado teórico educativo, quien lo introdujo como un enfoque alternativo a la pedagogía tradicional, que se centra en la enseñanza de niños y adolescentes.
Educación andragógica
La andragogía reconoce que los adultos tienen características y necesidades de aprendizaje únicas que difieren significativamente de las de los niños. Algunas de estas características distintivas incluyen la autonomía, la experiencia acumulada, la orientación hacia la tarea y la disposición para aprender. En contraste con la pedagogía, que a menudo se basa en un enfoque de enseñanza más directivo y centrado en los y las docentes, la andragogía promueve un enfoque más participativo y centrado en el estudiante.
En lugar de ser receptores pasivos de conocimiento, los adultos son vistos como participantes activos en su propio proceso de aprendizaje. La andragogía reconoce la importancia de la motivación intrínseca y la relevancia del contenido para los adultos, así como la necesidad de un enfoque de aprendizaje práctico y orientado a la resolución de problemas.
En su libro seminal "The Adult Learner: A Neglected Species" (1973), Knowles identifica algunas de estas características, destacando la necesidad de autonomía y la orientación hacia la tarea en el aprendizaje adulto.
Teoría de Knowles y principios
La teoría de la andragogía de Knowles establece una serie de principios fundamentales que guían la práctica educativa dirigida a adultos. Uno de los principios clave es el autoconcepto del adulto como ser autodirigido. Knowles sostiene que los adultos tienen una necesidad inherente de controlar su aprendizaje y están motivados por metas internas más que por la presión externa. En palabras de Knowles: "Los adultos son más propensos a ser motivados por una necesidad de autoestima que por una necesidad de aprobación social" (Knowles, 1973, p. 55).
Además del autoconcepto, la experiencia acumulada es otro aspecto central en la educación andragógica. Los adultos traen consigo una riqueza de experiencias previas que pueden influir en su proceso de aprendizaje. Knowles enfatiza la importancia de aprovechar esta experiencia como un recurso valioso en el aula. Él afirma: "La experiencia acumulada de adultos es una de las mejores fuentes de aprendizaje" (Knowles, 1973, p. 71).
La disposición para aprender también es un principio fundamental en la andragogía. A diferencia de los niños en edad escolar, cuya educación puede ser obligatoria, los adultos eligen participar en actividades de aprendizaje basándose en su relevancia personal y profesional. Knowles argumenta que los adultos están más motivados para aprender cuando perciben una conexión directa entre el contenido y sus necesidades individuales. En sus palabras: "Los adultos aprenden mejor cuando perciben que la información es relevante para sus metas y responsabilidades" (Knowles, 1973, p. 87).
Además de estos principios, Knowles también destaca la importancia de la orientación hacia la tarea y el respeto por la madurez del adulto en el proceso educativo. La orientación hacia la tarea se refiere a la preferencia de los adultos por un enfoque práctico y relevante en el aprendizaje. Respecto a la madurez, Knowles sostiene que los adultos aprenden mejor cuando son tratados como iguales en lugar de subordinados.
Tras todo lo visto, podemos destacar la importancia de adoptar una perspectiva andragógica como educadores, pudiendo crear entornos de aprendizaje que potencien el crecimiento y el desarrollo continuo de los adultos a lo largo de sus vidas.
Volver al glosario