Aprendizaje mediado
La duda sobre si la inteligencia es innata o se adquiere en el tiempo, es una idea que a día de hoy sigue generando controversia. Sin embargo, Reuven Feuerstein (1986) planteó su defensa hacia que todas las personas podemos desarrollar nuestra inteligencia a través del aprendizaje mediado, a pesar de que no llega a discutir si la misma también es innata al ser humano.
Romero et al. (2010) entiende el aprendizaje mediado como ese proceso de aprendizaje en el cual, la denominada persona de apoyo, interviene entre la persona que está aprendiendo y el entorno, influyendo en dicha interacción que se da entre ambos, de manera intencional.
Es decir, entendemos este tipo de aprendizaje como aquel en el que el mediador, tratándose este del educador, intercede en el aprendizaje del discente con la intención de enriquecer el mismo a partir de la utilización de diferentes estímulos y experiencias.
Una simple supervisión e interacción no va a favorecer que se de esta experiencia de aprendizaje, sino que será necesario que, se de la existencia de un mediador que presente determinadas características para que pueda actuar como un intermediario responsable y competente.
En este sentido, y tal y como concreta Tascón (2003): “El mediador ayuda al alumno a organizar, filtrar y esquematizar los estímulos del aprendizaje e influye, finalmente, en la transferencia o trascendencia del mismo” (p.121). Es por este motivo, que el mediador debe ser capaz de enseñar al alumnado a dar un paso más allá de la simple asimilación de contenidos, elaborando conexiones con los conocimientos previos y aplicando lo aprendido en diversas experiencias. Pero para ello, también será necesario partir de la base de que el potencial del aprendizaje de todas las personas es modificable.
Esto queda relacionado y parte de la denominada teoría de modificabilidad cognitiva la cual afirma que exponer a las personas a diferentes experiencias de aprendizaje mediado conseguirá una mayor estimulación del desarrollo cognitivo que hará que este mejore significativamente.
Por este mismo motivo, es por lo que la presentación de esos diferentes estímulos por parte del mediador influirá en el aprendizaje del alumnado, y es por esto mismo, que la principal función de este agente es la de organizar y presentar los estímulos al alumnado de la manera más apropiada para el mismo.
Algunas de las características que conlleva el aprendizaje mediado son la intencionalidad y la reciprocidad, el significado, la transcendencia, la participación y la individualización, entre otras muchas.
Por su parte, hay que destacar que para llevar a cabo un aprendizaje mediado de calidad, es indispensable considerar a cada uno de los participantes como independientes, viéndolos como seres únicos y diferentes, y que por tanto, deberán ser atendidos considerando sus particularidades y necesidades. Si el mediador es capaz de llevar a cabo el aprendizaje, atendiendo a esto, obtendrá esos resultados de calidad adquiriendo todos los beneficios que puede ofrecer este tipo de aprendizaje, entre los cuales podemos llegar a destacar:
- Ayuda a aumentar el interés del alumnado favoreciendo su curiosidad.
- Se fomenta la motivación y con ello, la participación activa.
- Estimula el razonamiento y el pensamiento crítico.
- Incrementa el pensamiento divergente y la originalidad.
- Se desarrolla la creatividad.
- Y por último, facilita la adquisición de los aprendizajes obteniendo mejores resultados y, por tanto, potenciando el aprendizaje y la consecución de las metas establecidas.
Estas tan solo son algunas de las numerosas ventajas que conlleva el aprendizaje mediado, pero es esencial que el docente, o como venimos señalando, el mediador, crea realmente en esa capacidad de cambio en su alumnado para que persiga y consiga hacerles ver su gran potencial de aprendizaje.