Ayuda pedagógica
Con el termino ayuda pedagógica se entiende el apoyo u orientación por parte de los docentes o el equipo escolar a uno o más alumnos para el pleno desarrollo a nivel intelectual, afectivo, social y motriz de cada uno de ellos. El propósito de la ayuda pedagógica es mejorar las habilidades y las competencias de los estudiantes según sus necesidades y permitir un desarrollo integral del sujeto a lo que se dirige la ayuda.
Para poder alcanzar los objetivos anteriormente citados, el docente deberá de apoyarse sobre unos recursos didáctico para poder motivar el alumnado y lograr un efectivo aprendizaje por parte de ellos. En este caso, el pedagogo deberá de asumir un rol activo modificando de forma creativa los recursos y las herramientas que desea usar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, buscando la mejor forma de adaptarlos a los objetivos que se propone y según al alumnado que debe dirigirse.
Aunque el docente sea parte del proceso de la enseñanza, no hay que olvidar que el fin último de su labor es que el alumno aprenda a aprender, es por eso por lo que deberá de asumir un rol de “intermediario” entre el saber y el estudiante, y sólo deberá mediar a través de la adaptación para que los conocimientos sean más asequibles.
Otro factor de extremada importancia para ayudar de forma eficaz un estudiante, es conocer el entorno y el contexto en el cual vive y donde se realizará el aprendizaje; puesto que el proceso de enseñanza / aprendizaje se caracteriza también por la interacción que se desarrollan dentro de un aula, escuela, etc. Por eso es fundamental que a la hora de plantear una ayuda pedagógica se tengan en cuentas varios factores, como:
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los factores cognitivo y metacognitivo,
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los factores afectivos,
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los factores del desarrollo,
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los factores del rendimiento académico,
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los factores personales y sociales.
En definitiva, el pedagogo / docente deberá de diseñar la tarea de la ayuda pedagógica poniéndose unas claras preguntas, que serían: diseñar qué y para quién, cuándo y cómo enseñar y evaluar, y finalmente con qué se conectarán los materiales curriculares.
Es importante, además, destacar la importancia del apoyo pedagógico para alumnado con necesidades especiales, puesto que debe de hacerse más hincapié aún sobre los factores de cognitivos, metacognitivos y de desarrollo proprio para que la intervención sea realmente afectiva y además debe de contar con un seguimiento continuo. En este caso, el docente, además de ponerse las preguntas expuestas anteriormente, deberá de organizar una intervención que se adapte por completo al alumno/- a con necesidades especiales, que deberá de seguir las siguientes pautas:
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definir los objetivos,
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planificar las actividades,
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adaptación de las actividades
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descripción de las actividades y contenidos a tratar,
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indicaciones metodológicas,
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modificación de la planeación curricular (mínima, parcial o total),
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evaluación.
Por ende, los materiales también deberán de adaptarse a las necesidades de cada alumno y a sus capacidades cognitivas. Además, es aconsejable preparar varios tipos de material y con grados distintos de complejidad para que se puedan ajustar a los diferentes ritmos de aprendizaje presente en una clase. En este sentido, es imprescindible que el docente conozca detalladamente el entorno escolar y de clase en el que se trabajará, puesto que puede beneficiarse del clima de compañerismo para mejor su ayuda.
En definitiva, el docente/ pedagogo para programar y realizar su ayuda pedagógica deberá de responder en primer lugar a las siguientes preguntas: ¿qué, cómo, cuándo enseñar y el qué, cómo, cuándo y con qué evaluar? Y finalmente poner en marcha su intervención pedagógica teniendo en cuenta: las referencias normativas del País, el proyecto educativo del centro (PEC), la programación general anual (PGA) y el currículo de la clase y lo que desea trabajar.