Autoaprendizaje
El autoaprendizaje es la otra cara de la autoformación, se trata del proceso que promueve una actitud participativa del sujeto alumno respecto a los conocimientos que quiere investigar, de hecho, el estudiante busca por sí mismo la información.
Las personas que logran aprender por cuenta propia se pueden definir autodidactas y su aprendizaje no depende del trabajo de otros, sino de uno mismo.
El término autoaprendizaje deriva de la unión de la palabra en griego antiguo αὐτός (es decir, "sí mismo") y del verbo latino "formāre" (es decir, "dar forma, modelar"). A partir de la etimología podemos intuir que la autoformación es una intervención de la persona sobre sí misma, un proceso de crecimiento que encuentra en su origen interior un punto de fuerza extraordinario.
El autoaprendizaje se basa en dos pilares diferentes y complementarios: la autodeterminación y la autogestión. La posición activa asumida por el sujeto genera una poderosa motivación para aprender. El autoaprendizaje permite satisfacer la necesidad de autoestima, el deseo de autorrealización y la voluntad de adquirir conocimientos. Pero la motivación debe seguir durante todo el proceso. El hecho de que se carece de motivaciones externas como pueden ser, por ejemplo, los horarios, los compañeros que animen a seguir en el proceso, pueden causar una falta de estímulos y es muy fácil caer en la procrastinación.
Además, el estudiante se basa en su impulso interno más que en imposiciones externas (como ocurre tradicionalmente en la mayoría de los contextos educativos estructurados). El autoaprendizaje es capaz de desarrollar una mayor sintonía con los procesos naturales del desarrollo psicológico, secundando los deseos del sujeto.
El autoaprendizaje anima la curiosidad y la autodisciplina que son fundamentales para formar la personalidad. Pero no se trata solo de eso, para que el autoaprendizaje sea funcional es importante conocerse a sí mismo y tener un método de aprendizaje, esto genera autonomía y hace que una persona, a la hora de ver sus oportunidades de crecimiento, pueda organizar su estudio con el fin de alcanzar el conocimiento y el objetivo que se había planteado.
Por cierto, es fundamental ser responsable, tener la capacidad de reflexión crítica cuando se realiza una investigación o práctica, tanto durante el aprendizaje como a posteriori. Además, es necesario tener la propensión a aceptar la incertidumbre como consecuencia y revisar siempre las fuentes, que sean fiables, dado que, gran parte del contenido se encuentra en internet y es frecuente encontrarse con informaciones falsas. Otra habilidad imprescindible es, por ejemplo, compartir y discutir de manera objetiva sobre las informaciones encontradas. El intercambio de información y opinión con respecto a un tema en particular con otras personas permite tener una visión más amplia y critica de algo. Se trata de habilidades importantes que permiten determinar cuáles son las mejores herramientas y métodos para alcanzar nuevos conocimientos de manera independiente.
¿Por qué emprender el camino del autoaprendizaje?
Entre las razones más comunes encontramos, por un lado, la comodidad, dado que, se tiene la posibilidad de aprender desde casa, o desde cualquier otro lugar. Por otro lado, el ahorro de costes ya sea de desplazamiento o de material para estudiar.