Bilingüismo
El concepto bilingüismo es la condición que posee un individuo de saber expresarse en dos lenguas diferentes, de manera fluida y autónoma, en cualquier contexto social. Ambas lenguas serían la lengua nativa o primaria y una segunda lengua. Este término también hace referencia a la coexistencia de dos lenguas en un mismo territorio en la que sus hablantes usan ambas de manera indiscriminada. Por lo tanto, ofrece una vertiente individual y otra social que veremos más adelante.
Etimológicamente, podemos decir que la palabra bilingüismo está formada por la unión del término “bi” que significa dos, “lingue” que hace referencia a las lenguas, más la suma del sufijo “-ismo”.
Son múltiples las clasificaciones que hay publicadas sobre bilingüismo, pero podemos centrarnos en la clasificación basada en el acceso a la adquisición de dos lenguas, en la capacidad del individuo bilingüe y según su uso.
El acceso al aprendizaje de dos lenguas puede producirse de forma secuencial, donde la adquisición de la segunda lengua es posterior a los 3 años y de forma simultánea siendo la adquisición previa a los 3 años. En el bilingüismo simultáneo, el niño se encuentra inmerso en ambas lenguas desde su nacimiento o adquiere la segunda antes de cumplir los 3 años. El desarrollo lingüístico de estos niños sigue el mismo proceso que el de los niños y niñas monolingües, aunque es usual que el desarrollo del lenguaje sea un poco posterior al normotípico. Desde muy temprana edad comprenden que se mueven entre dos lenguas distintas y saben aplicar la adecuada según la lengua que utilice su interlocutor. En el caso del bilingüismo secuencial, el niño adquiere la segunda lengua después de cumplir los 3 años, estando ya su lengua nativa correctamente establecida. De manera inicial siguen utilizando la lengua materna, aunque se les hable en la segunda lengua, ya que pasan un proceso de interiorizar y comprender esta, tiempo después comienzan a usar frases cortas por imitación, es decir, estas no se producen de forma espontánea, si no que son frases que repiten porque han oído y memorizado anteriormente. Por último, hay un tiempo de transición hasta que dominan la segunda lengua, en el que cometerán errores gramaticales y presentarán un vocabulario reducido, así como poca fluidez e inseguridad, todo esto influenciados por su lengua materna.
Si nos fijamos en las capacidades que presenta el individuo que habla dos lenguas, podemos clasificar el bilingüismo en bilingüismo equilibrado, en el que dicho individuo domina ambas lenguas, teniendo la capacidad de usar estas de manera eficaz en situaciones diversas. Por otro lado, tenemos el bilingüismo productivo, el cual hace referencia al dominio que tiene el individuo para escribir, leer, hablar y escuchar dos lenguas. El bilingüismo fluido, poco fluido o incipiente hace alusión a las situaciones en las que los hablantes muestra dependencia de su lengua primaria según la situación a la que se enfrenten. En bilingüismo receptivo se da la casuística en la que el individuo domina a la perfección su lengua dominante, pero en la segunda muestra una gran capacidad solo en la lectura y escucha, pero no en la emisión ni escritura. Por último, tenemos el bilingüismo funcional hace referencia al uso eficiente que haga de ambas lenguas en función del contexto, interlocutores y objetivo con el que se hace.
Finalmente, si hablamos del uso del bilingüismo podemos encontrarnos con dos vertientes de este. Tenemos, por un lado, el bilingüismo individual, donde se hace referencia la persona como tal que tiene la capacidad de dominar dos lenguas y hacer uso de ellas en el momento y contexto que decida y, por otro lado, tenemos el bilingüismo social, también denominado diglosia por otros autores, que implica la coexistencia de dos lenguas en el mismo territorio.