Comunicación no verbal
El término comunicación no verbal hace referencia al lenguaje complementario a la expresión oral, puesto que no se lleva a cabo a través de las palabras, sino que se basa en los movimientos corporales, la entonación, la distancia interpersonal… Podemos decir que sirve como apoyo y refuerzo a la comunicación verbal, enfatizando y acompañando el mensaje que se quiere transmitir al receptor de este.
Es importante no confundir la comunicación no verbal con la comunicación no oral ya que la segunda se refiere la escritura o lengua de signos, por ejemplo.
Se pueden diferenciar tres bloques fundamentales en la comunicación no verbal, teniendo:
- Las cualidades de la voz (tono, velocidad, modulación…). Esta sería la paralingüística.
- La apariencia física y la postura corporal formada por mirada, gesticulación de manos, expresión facial… Esta es la llamada kinesia.
- Y, por último, tenemos la proxémica, la cual hace referencia a la distancia entre los interlocutores durante el discurso.
Si profundizamos en cada uno de estos tres bloques, por un lado, tenemos la PARALINGÜÍSTICA, la cual trata diferentes aspectos ligados a las características del sonido a la hora de emitir el mensaje. La paralingüística se compone de diferentes aspectos tales como:
- Ritmo: es la fluidez verbal con la que se expresa el emisor, es decir, la cantidad de palabras que se dicen por minuto. Para que el mensaje sea entendible por nuestro receptor debemos movernos entre 100 y 150 palabras por minuto.
- Silencios: son pausas que realizamos durante el discurso que pueden tener una intención negativa o positiva (por ejemplo, un suspiro).
- Tono de voz: es la manera que tenemos de modular la voz para expresar nuestros sentimientos y emociones a través de esta, el tono puede ser ascendente expresando, por ejemplo, duda o interrogación, descendente o neutro.
- Volumen: es la intensidad con la que emitimos el mensaje. Puede ser bajo, alto o neutro.
- Timbre: es registro vocal que tiene una persona (voz aguda, grave…).
Por otro lado, tenemos la PROXÉMICA, esta hace referencia a la distancia y espacio que guardan los interlocutores entre ellos a la hora de comunicarse. Esta distancia depende de factores tales como el grado de intimidad entre el recetor y emisor, la edad, la cultura, la raza, la personalidad y/o el motivo de encuentro dependiendo de si es más formal o informal.
Por último, tenemos la KINESIA, esta es la disciplina que se encarga de estudiar las posturas, los movimientos corporales y gestos a la hora de transmitir el mensaje. Podemos dividirla en cuatro bloques principales que serían:
- Las miradas pueden transmitir mucha información, estas son un indicador de si estamos escuchando o no a nuestro interlocutor, si sentimos hostilidad, inseguridad…
- Los gestos donde las protagonistas son las manos, pero en general, transmitirán diferentes significados según el contexto.
- La postura nos transmite el estado emocional de la persona con la que estamos hablando y nos ofrece información sobre su carácter.
- La expresión facial, donde los ojos y la boca tienen un papel muy importante, con ella podemos transmitir sentimientos y actitudes basados en nuestras emociones.
Es necesario, finalmente, hablar sobre las principales funciones de la comunicación no verbal para concienciar de la importancia de esta. La comunicación no verbal nos ayuda a expresar emociones y sentimientos, gracias a ella podemos enfatizar el lenguaje verbal y complementarlo para que este cale mejor en nuestro interlocutor, a través de ella podemos reorientar la manera en que nuestro mensaje puede ser interpretado, sirve para regular la comunicación y economizar el uso de palabras y, además, puede ayudarnos a contradecir un mensaje verbal… Por lo que, tras todo lo mencionado, podemos afirmar que la comunicación no verbal transmite más información que la verbal.