Desarrollo curricular
El desarrollo curricular es una práctica educativa contemporánea que tiene el objetivo de mejorar el crecimiento integral de los alumnos, a través de los cambios que se realizan en el diseño y la programación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Es un proceso que permite llegar desde una ley, que establece el ministerio de educación, a la actuación curricular en el aula por parte del equipo docente, en el cual se permite adaptar la normativa estatal y regional al alumnado presente en los centros educativos, y finalmente, en el aula.
Antes de todo deberemos de especificar qué es un currículo, puesto que es un término que se usa con frecuencia en el ámbito educativo. Esto es una herramienta pedagógica que incluye por cada nivel de estudio: los objetivos, las competencias (conocimientos, destrezas y aptitudes), los contenidos (conocimientos que se dividen entre conceptúales, procedimentales y aptitudinales), las metodologías o estrategias didáctica, los estándares de aprendizaje, los planes de estudio y los criterios de evaluación.
El currículo puede ser:
- abierto, si permite al docente de adaptarlo y realizar algún cambio,
- cerrado, si no se puede realizar ningún tipo de cambio en la estructura,
- explicito o formal, si la enseñanza está recogida de manera clara y donde se recopilan todos los datos necesarios para el proceso de aprendizaje/ enseñanza,
- oculto o informal, que engloba todos los aprendizajes no planificados y que se producen de manera informal en el día día.
Y finalmente, el currículo real, lo que en realidad se lleva al aula, es el de la teoría frente a la práctica. Por lo expuesto anteriormente, es una herramienta imprescindible para el desarrollo educativo, hecho reflejado también en el ámbito legislativo, donde se regula la estructura y los elementos que lo componen.
Es importante entender que, debido a sus constantes adaptaciones, el desarrollo curricular se realizar en tres niveles de concreción curricular. El primer nivel es el de las administraciones educativas (el currículo impuesto por las normativas), el segundo nivel es el centro educativo (propuesta pedagógica del centro, proyecto educativo y programación general anual) y por último el equipo docente (adaptación concreta de la programación de aula).
Serán los docentes que deberán de ser capaces de atender de forma individualizada a todo el alumnado, sobre todo a los alumnos que tienen necesidades especiales. Es por eso, que las adaptaciones curriculares serán necesarias y obligatorias a la hora de atender estos tipos de alumnos.
Para adaptar correctamente el currículo al alumnado, el docente deberá de contestar a unas preguntas: ¿qué, cómo, cuándo, dónde enseñar y el qué, cómo, cuándo y con qué evaluar? Además, las actividades que desea realizar y los materiales que debe de utilizar han de adaptarse completamente a las necesidades de cada alumno, a sus capacidades cognitivas, metacognitivas y de desarrollo proprio.
Otro elemento imprescindible del desarrollo curricular es la forma de evaluar. Como docentes, es nuestra obligación no solo evaluar el proceso educativo, o sea al alumnado y a los resultados alcanzados, sino también debemos de evaluar también la práctica docente y la propuesta pedagógica ofrecida. La evaluación, además, deberá de realizarse al principio, al final y también han de hacerse varias durante el año escolar.
En definitiva, el desarrollo curricular nos permite adaptar el currículo al contexto social y educativo en el que se desarrolla una intervención didáctica, teniendo en cuenta en primer lugar la normativa estatal que regula los contenidos, los objetivos y las competencias que ha de desarrollar el alumno de un ciclo y grado educativo en concreto, en segundo lugar lo que establece el centro en sus planificaciones pedagógicas y por último el desarrollo que realiza el docente en el currículo real en el aula.