Diversidad funcional
La diversidad funcional ayuda a comprender y valorar las diferencias individuales que existen y promueve una sociedad más inclusiva y justa para todos y todas. La diversidad funcional reconoce a todas las personas con habilidades y limitaciones diferentes, características que les hacen únicos y les diferencia del resto.
Entonces, la definición de la diversidad funcional es la siguiente: la forma más inclusiva de llamar a las personas que presentan alguna discapacidad. Con la diversidad funcional y su definición, se busca distanciarse del enfoque dado hasta ahora que estigmatizaba a las personas con discapacidad como "deficientes" o "enfermas". Por ello, la diversidad funcional se dirige más a la idea de englobar a todas las personas con diversidad funcional, es decir, con habilidades o limitaciones diferentes, y que estas propiedades sean valoradas y aceptadas.
La diversidad funcional aboga por una sociedad más inclusiva donde se acepten esas diferencias y se reduzca la discriminación y el rechazo a las personas con discapacidad. Por ello, la diversidad funcional promueve que la sociedad cambie y se dirija a ser más justa para todas y todos.
Además, la diversidad funcional promueve la igualdad de oportunidades para acceder a servicios y recursos donde todo el mundo sea aceptado. Se trata de enfocarse en sus habilidades y fortalezas y visibilizarlas más en el ámbito laboral. Y, por otro lado, nos ayuda a entender qué barreras sociales, físicas o culturales existen y cómo pueden limitar el acceso a las personas con discapacidad a más oportunidades o recursos.
El objetivo de lo que es la diversidad funcional es combatir contra la exclusión social que sufren las personas con diversidad funcional. Estudiar y trabajar con ellas aporta bastantes ventajas, especialmente al entorno pedagógico. En el sector empresarial se ha demostrado que las personas con diversidad funcional mejoran el clima y el entorno laboral entre los trabajadores y, además, incrementan la rentabilidad empresarial.
En cuanto al entorno educativo, las personas con diversidad funcional hacen posible el desarrollo de la inteligencia emocional, mejoran la capacidad del alumnado de relacionarse entre sí, mejora la capacidad de aceptarse entre los compañeros y fomentan la solidaridad y el entendimiento entre los alumnos.
Tipos de diversidad funcional:
- Auditiva: se trata de la pérdida o limitación del oído que tiene para poder escuchar. Puede tener varios niveles como profunda o leve, unilateral o bilateral y las causas pueden ser diversas. Se detecta a través de una audiometría y si se detecta durante el proceso de aprender el lenguaje, las consecuencias pueden ser perjudiciales.
- Visual: su sentido de la vista es limitado y esto puede provocar una pérdida total (ceguera) o parcial.
- Motriz: se refiere a la falta de movilidad o reducción de ella, en una o varias partes del cuerpo. Esto provoca la dificultad de realizar actividades como ejercer fuerza o andar.
- Multisensorial: hablamos de la sordoceguera como una de las discapacidades más complejas que se sufre ya que la interacción con el mundo exterior, es muy difícil.
- Intelectual y psíquica: presentan dificultades cognitivas cuyo desarrollo es más lento, por tanto, su tiempo de aprendizaje de habilidades como caminar, leer, escribir o hablar es más largo. La diversidad funcional de tipo psíquica está relacionada con las interacciones sociales o la comunicación. Afecta al comportamiento adaptativo y se presenta en trastornos psicológicos.