Gestión educativa
La gestión educativa es una de las disciplinas científicas que se puede considerar como un campo del conocimiento teórico y la acción empírica de carácter inter o transdisciplinario. Esto es debido a que, la gestión educativa comprende, además de la administración, algunos aspectos de otras disciplinas vinculadas con el mundo de las ciencias sociales, las matemáticas y las denominadas ciencias humanas.
Es importante no confundir la gestión educativa con la gestión escolar dado que son dos conceptos diferentes. En este sentido, la gestión educativa o directiva se centra en las decisiones que se tienen que llevar a cabo en las esferas más gubernamentales dado que ahí es dónde se decide cuál será el rumbo de la educación de la población. En cambio, la gestión escolar se basa en las acciones en concreto que se llevan a cabo una vez se ha decidido por los entes que coordinan la gestión educativa. En definitiva, la gestión educativa piensa en el proceso educativo como un todo organizado y sistémico.
El objeto de la gestión educativa no es solo el estudio, acción, innovación y transformación de los recursos destinados a la educación si no que, de acuerdo con unos objetivos educativos específicos, busca que trascienda la delimitación conceptual y empírica. Es por ello, que la gestión educativa se encarga de estudiar las diferentes acciones, actividades, procesos y funcionamiento de los distintos proyectos educativos que hay en las instituciones del mundo educativo. Se podría decir que en la gestión educativa no solo interviene el personal de administración de una institución académica si no que se incluyen, además, los diferentes actores educativos que intervienen en la institución de forma directa o indirecta. Es decir, la gestión educativa promueve la integración de los diferentes elementos que componen el acto educativo en sí como son los alumnos, profesores y la comunidad educativa.
La gestión educativa abarca cuatro áreas de la gestión escolar como son la gestión directiva, la gestión pedagógica y académica, la gestión financiera y administrativa y, finalmente, la gestión de la comunidad. Si se habla de la gestión directiva se refiere a la promoción y orientación para la mejora de la institución educativa. En esta área se encargan de coordinar las necesidades de la institución para integrar una cultura educacional propia. Además, es la encargada de ejercer el liderazgo y control administrativo y la revisión de dinámicas sociales y psicológicas que van de la mano del acto educativo en sí.
En el área de la gestión pedagógica y académica, esta se centra en el aprendizaje como tal, es decir, lo que pasa dentro del aula. Esto conlleva actuar y teniendo en cuenta los conocimientos especializados en la materia y las sugerencias que vengan de la comunidad académica además de los acuerdos con la comunidad educativa en materia de evaluación. El área de gestión financiera y administrativa engloba todo lo que se refiere a los sistemas de registro e información del alumnado, así como los servicios complementarios que se prestan. Finalmente, el área de la gestión de la comunidad se dedica a la parte más social del acto educativo. Se encarga de fomentar el crecimiento profesional de la comunidad educativa, estimular al investigador, realizar planes de intercambio entre otros. Todo esto mediante la promoción de la participación ciudadana.
En la actualidad, la gestión educativa es clave para realizar acciones que consoliden un buen desarrollo académico. Además de ello, aporta diferentes beneficios como mejora de la convivencia, mayores niveles de participación, centros escolares más inclusivos, mejora de la planificación y la previsión, buen manejo de los recursos y toma de decisiones adecuadas y ajustadas al contexto.