Infografía
La palabra infografía proviene de la combinación de dos términos: info-grafia. La primera parte, viene del latín infomatio que significa “información”; a su vez esta palabra tiene sus raíces en el verbo informare, o sea, “dar forma a algo”. La segunda parte, -grafia proviene del griego γραφή (graphē) que significa “escritura” o “dibujo”. En definitiva, por infografía puede entenderse la representación gráfica de la información.
Hoy en día, una infografía se utiliza principalmente para describir datos complejos y para facilitar su comprensión. Gracias al uso de texto, gráficos, iconos, imágenes y otros elementos, es más dinámica y atractiva y permite al lector asimilar la información de forma más efectiva. El objetivo de la una infografía es simplificar los conceptos más complejos y que esta información llegue a un público cada vez más amplio. Además, gracias a la combinación de texto e imagen se facilita la retención de la información recibida.
¿Cómo y cuándo se usa la infografía?
Las infografías son útiles en una variedad de contextos, desde la educación hasta el marketing, pasando por el periodismo y la investigación científica. A continuación, te presentamos los cinco tipos más utilizados.
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Infografía educativa: se usan para resumir conceptos muy complejos y facilitar su comprensión a través de las imágenes. Un ejemplo muy común podría ser el ciclo del agua o el proceso de fotosíntesis. Estas infografías combinan ilustraciones detalladas con breves explicaciones.
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Infografía de información: son muy usadas y se utilizan para introducir nuevos conceptos sobre un tema específico, utilizando una combinación entre texto e imágenes, como podría ser una infografía sobre una dieta saludable con alimentos y cantidades recomendadas.
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Infografía cronológica: se utilizan para explicar la evolución histórica de un tema o un evento en un formato de línea de tiempo, y son muy útiles a la hora de secuenciar los hechos y evidenciar los hitos más importantes de manera ordenada. Un ejemplo podría ser la infografía que explique la evolución tecnológica.
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Infografías de estadísticas: son probablemente las más comunes puesto que se usan para presentar datos, estadísticas y cifras de manera visual. De hecho, se emplean gráficos, diagramas e iconos en general, para que sea más fácil entender la magnitud del tema tratado. Cabe destacar que estos gráficos se utilizan principalmente para respaldar algún estudio o investigación realizada como, por ejemplo, una infografía que muestre los resultados de una encuesta sobre hábitos de consumo de productos ecológicos.
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Infografía de comparación: transmite la diferencia entre dos o más elementos analizadolos de manera muy efectiva. Es una herramienta muy útil para comparar productos, servicios o incluso datos, como puede ser la comparación de dos móviles.
A la hora de realizar una infografía hay que tener en cuenta a quién va dirigida, qué desea destacar y cómo usa los elementos audiovisuales y los colores de manera estratégica para llamar la atención del espectador. Por último, cuida la información y las fuentes que utilizas, asegurándote que sean confiables y actualizadas para dar credibilidad a tu infografía.
Hoy en día, hay muchas herramientas útiles que podrán ayudarte para su realización como: Canva que da la posibilidad de personalizar y tiene una versión gratuita; Piktochart es una aplicación especifica para realizar infografías y ofrece muchas plantillas; Venngage da la posibilidad de crear gráficos y mapas interactivas, ideal para presentar estadísticas complejas.
En definitiva, las infografías son una herramienta poderosa para comunicar información de forma rápida y atractiva y que se adaptan a diferentes necesidades de comunicación. Usarlas de manera efectiva puede mejorar la comprensión y retención de la información.