Verificación
El término verificación hace alusión a los distintos procesos y actividades que el científico o profesional realiza para la justificación de la verdad de sus hipótesis ante la comunidad científica.
La verificación sirve para garantizar la verdad de una teoría, dentro de varias hipótesis que se plantean. Como generalmente no se pueden contrastar directamente con los hechos por su carácter general, el científico plantea sus hipótesis y las contrasta con los hechos. En Psicología, por ejemplo, la verificación, es similar a la Contrastación: esto es, someter a experimentación los casos concretos deducidos de la hipótesis. A través de la llamada “técnica inductiva”. Así, la persona va descubriendo por sí mismo a dónde le llevan sus teorías y proposiciones para conseguir su objetivo final. Con la realización del experimento, la hipótesis puede ser verificada, cuando los datos la avalan o rechazada, quedando así falseada.
Desde el punto de vista de la lógica de la investigación científica, la verificación en las ciencias empíricas es la última fase del método hipotético-deductivo y puede basarse en la observación, el experimento o la investigación correlacional; por ello, algunos autores hablan de método de verificación observacional, método de verificación correlacional y método de verificación experimental.
La verificación observacional: cuando se intenta verificar una hipótesis o recabar datos de la realidad sin introducir ningún tipo herramienta o variable, esto es, sin ejercer un control sobre las variables o sobre los sujetos a estudiar, simplemente observando las conductas que espontáneamente ejecutan los sujetos. Ej.: observación de niños de África jugando en un parque.
La verificación correlacional: es un tipo de método de investigación no experimental en el cual un investigador mide dos variables para conocer la relación entre ellas o la causa y efecto de una sobre la otra. Ej.: relación entre el sueño y el estado de ánimo.
La verificación experimental: a través de la elaboración de un experimento controlado, con variables estudiadas y propuestas y los medios adecuados para iniciar dicho experimento, se observa si lo que se desea estudiar da su fruto o por el contrario se descartaría. EJ: experimento sobre educación vial en población alemana.
El problema de la verificación y los resultados que se pueden obtener nace del hecho de que no se puede afirmar algo universal a partir de los datos particulares que ofrece la experiencia. Por ejemplo, “por muchas jirafas que se observen desde una altura de 3 metros “, no será posible afirmar que «todas las jirafas miden exactamente 3 metros». Por tanto, debemos tener en cuenta que la distorsión de “generalidad o generalización” puede afectar a la hora de concluir un experimento o estudio.
Para aplicar cualquier proceso de verificación en un estudio, hay que tener en cuenta el proceso de falsacionismo, doctrina creada por el autor Karl Popper, donde denominamos falsacionismo a la doctrina filosófica que alude a la falsabilidad como un principio para distinguir entre lo científico y aquello que no lo es. El falsacionismo sostiene que para constatar una teoría es necesario intentar refutarla mediante un contraejemplo o algo que lo ponga a prueba.
En el ámbito educativo, por ejemplo, el proceso de verificación es aquel por el que se comprueba lo aprendido por el alumno y posteriormente se completa con la evaluación donde se valora los resultados y el cómo del proceso educativo. Esto es, la comprobación de lo que el alumno asimiló durante un periodo de estudio, siempre con referencia a una asignatura o a un área de conocimiento.
En conclusión, la verificación de un estudio o hipótesis creada debe cumplir varias normas y darse una serie de factores para poder afirmar que lo que estamos estudiando tiene o no validez.