Creando espacios seguros: conoce al coordinador de bienestar y protección
La figura del coordinador de bienestar y protección surge debido a la necesidad de crear entornos seguros y emocionalmente saludables para los estudiantes. Su objetivo es brindarles un espacio donde se garantice su desarrollo integral, tanto a nivel personal como académico. Por tanto, este perfil tiene la misión de responder a los crecientes desafíos de la comunidad escolar en temas de convivencia, seguridad y salud mental. Gracias a su labor, el alumnado encuentra un apoyo y acompañamiento en su crecimiento como personas. ¡Quédate y conoce más acerca de este profesional!
¿Cuál es el papel del coordinador de bienestar y protección?
El concepto de la educación no se basa en transmitir conocimientos únicamente, sino que además trata de cuidar del bienestar del alumnado. En este caso, el coordinador de bienestar y protección es la figura que garantiza un ambiente saludable y seguro para que los estudiantes crezcan y aprendan libres, sin preocupaciones o problemas. Este perfil profesional aborda las necesidades sociales, emocionales y físicas del alumnado, fomentando la pertenencia a un grupo y el apoyo mutuo con la comunidad educativa.
El perfil del coordinador de bienestar y protección se menciona por primera vez en el artículo 124.5 de la Ley Orgánica 2/2006 del 3 de mayo de Educación (LOE), a consecuencia de las modificaciones fijadas por la Ley Orgánica 8/2021, del 4 de junio, sobre la Protección integral de la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI). Ante el desconocimiento al principio, el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes facilitó una guía para explicar sus funciones y cómo debe desarrollarse este profesional en el entorno educativo.
Funciones clave del coordinador de bienestar y protección
- Apoya la diversidad: representan un papel fundamental en la promoción de la diversidad y en la inclusión dentro del entorno educativo. Su labor es garantizar un ambiente donde el alumnado se sienta respetado y valorado, sin importar su etnia, género, capacidades u orientación sexual.
- Desarrollan planes de bienestar: además de mantener un ambiente seguro y respetuoso, el coordinador de bienestar y protección desarrolla una serie de actividades y programas que promuevan dicho bienestar del alumnado. Alguna idea puede ser: talleres o eventos de sensibilización.
- Apoyo emocional: el coordinador de bienestar y protección representa esa figura necesaria en el colegio para escuchar las preocupaciones, ansiedades o problemas. Asesoran y ayudan al alumnado a controlar la ansiedad o el estrés, muy comunes en la comunidad educativa.
- Puente entre padres y personal docente: esta figura trabaja en colaboración como nexo entre los padres y el personal docente. Por tanto, conseguir una comunicación efectiva es fundamental para el coordinador de bienestar y protección.
- Identifican las situaciones en riesgo del alumnado: deben estar atentos a quienes estén en riesgo de tener problemas sociales, emocionales o académicos, y en muchos casos, enfocado hacia el acoso escolar. Y una vez identificados, se interviene con el apoyo tanto de ellos/as como de psicólogos, para que tengan la atención adecuada.
- Promoción de la salud mental y física: fomentan actividades físicas, la alimentación y sobre la importancia de tener hábitos saludables en su rutina diaria.
El impacto del coordinador de bienestar y protección en los centros educativos
Cuando se implementó este perfil profesional en los centros educativos, se hizo de manera desigual, desordenada y sin información. Muchos de ellos se han tenido que formar en la materia solo con el apoyo de los propios docentes. Son muchas las tareas y funciones que, como hemos visto, tienen que desempeñar a lo largo del curso. Una de sus responsabilidades es velar por la convivencia escolar y por el bienestar emocional y social de los alumnos, que en muchas ocasiones es difícil de llevar a cabo por la falta de apoyo. Por tanto, el coordinador de bienestar y protección no ha empezado con buen pie en la comunidad educativa.
Situación actual: entre la mala remuneración y la sobrecarga de trabajo
Tras dos años de la implantación de la figura del coordinador de bienestar y protección en los centros escolares, están surgiendo una serie de reflexiones no muy positivas acerca de este perfil. Docentes, organizaciones y sindicatos denuncian las situaciones de sobrecarga de trabajo, la poca remuneración y los obstáculos que están impidiendo el buen desarrollo de la labor de este profesional en los centros educativos. Desempeñar el trabajo de coordinador de bienestar y protección no es fácil al tener que compaginar el propio puesto de docente con las tareas que conlleva ser quien dirige la serie de actividades y funciones para prevenir la violencia en los institutos.
Es necesario dedicar el tiempo correspondiente a ser la figura de apoyo, escucha y protector dentro del entorno educativo. Si un/a docente, con el propio trabajo de su materia, tiene que desempeñar el rol de coordinador de bienestar y protección, no va a tener horas en la semana para dedicarse a velar por las situaciones del alumnado. Además, se demanda más formación práctica para este perfil profesional que, a la hora de desempeñar su trabajo, se encuentra solo ante los problemas.