Aprende cómo tener una buena gestión en el aula
Nos referimos a uno de los aspectos principales de la labor docente al tener un impacto directo en el proceso enseñanza-aprendizaje. Es esencial crear un ambiente de aprendizaje positivo, con un orden y disciplina estables, y atender a las necesidades específicas que requiera cada alumno/a. Estos y otros desafíos más, son aquellos a los que se enfrenta la figura del docente cada día. A lo largo de este post, veremos cómo alcanza una buena gestión en el aula. ¡Allá vamos!
Significado de la gestión en el aula
Se considera la gestión en el aula como el espacio donde las dinámicas de trabajo y el aprendizaje se desarrollan entre los propios alumnos y entre estos y el profesor, fomentando la interacción. No es una tarea fácil la gestión en el aula junto con el control del aprendizaje y el comportamiento de cada alumno. Significa crear un espacio donde se desarrolle el aprendizaje de la manera más eficaz.
Una gestión en el aula puede prevenir conductas disruptivas o crear un ambiente positivo, e incluso puede facilitar la enseñanza eficiente y efectiva. Además, la gestión del tiempo en el aula ayudará a reducir lo que se tarda en resolver problemas que afecten a la convivencia de la clase. Aunque cada profesor/a tenga su estilo y enfoque individual, existen algunas claves esenciales para la gestión en el aula.
Principios básicos para tener una buena gestión en el aula
Hay cinco papeles en la gestión pedagógica en el aula:
- El alumno como el protagonista de la formación
- El docente como el co-protagonista
- El aprendizaje o metodologías que se van a emplear y sus recursos para motivar y aumentar la atención en los alumnos.
- El tiempo que se dispone en cada clase donde cada minuto que pasa, es un minuto valioso que no se volverá a recuperar
- El espacio o lugar donde se desarrolla la experiencia del proceso enseñanza-aprendizaje
Claves más relevantes en la gestión en el aula
Al unir estos cinco elementos, surge la compleja tarea de saber cómo desempeñar la gestión en el aula. Veamos qué claves son las mejores para mejorar su funcionamiento:
- Buena comunicación: a través de gestos, cómo preguntarles cómo están a tus alumnos, tener una actitud empática y hablarles con honestidad, puede llegar a ser un gran paso. El alumnado se sentirá escuchado, comprendido y seguro, y hará que mejore su actitud y bienestar. De esta manera, la gestión de las emociones en el aula será una asignatura que estará en marcha con una buena comunicación.
- Construir un clima agradable en el aula: es de las cosas más difíciles dentro del entorno educativo. La gestión de conflictos en el aula puede llegar a ser muy complicada y que los alumnos se alejen de lo construido en la clase. Por ello, hay que fomentar el sentimiento de pertenencia con acciones como premiar las actitudes positivas, estimular la autoestima del alumnado y el trato respetuoso entre ellos.
- Contacto constante con la familia: de esta manera será más sencillo llegar a entender algunos comportamientos que tenga el alumnado en el aula y tener contacto directo con las familias. Esto ayudará a reforzar aprendizajes y resolver problemas. Familia y centro tienen que trabajar juntos por el bien del alumno.
- Captar y mantener la atención del alumnado: tener el interés de los estudiantes es esencial para una buena gestión en el aula. Gracias a ello, podrán adquirir mucho mejor los conocimientos y no tendrán problemas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Con el uso de recursos interactivos como la gamificación o vincular temas de actualidad con el temario, se podrá conseguir una gestión en el aula positiva.
- Desarrollar el aprendizaje socioemocional: es fundamental trabajar esta parte del aprendizaje para conseguir el bienestar de los alumnos. Saber manejar sus emociones, fijar metas y lograrlas, y tomar decisiones son aptitudes y habilidades que serán claves en su desarrollo más allá del aula, como personas.
El papel del docente en la gestión en el aula
Toda la gestión en el aula recae sobre el docente y sabemos que no es tarea fácil encargarse de planificar las clases, buscar cómo captar la atención del alumnado o mantener un ambiente de buen comportamiento. Además, la gestión pedagógica en el aula se puede ver afectada por la mala actitud del alumnado, las emociones y situaciones que tenga a nivel personal. Por ello, es importante que el docente sepa usar las herramientas necesarias para la gestión en el aula y seguir una disciplina positiva.
La gestión en el aula debe girar en torno al respeto y la responsabilidad. El docente debe crear ambientes positivos para que los alumnos sean escuchados, donde el respeto y la confianza se desenvuelva en el aula y los alumnos puedan trabajar en equipo. Una buena relación entre profesor y alumno en el aula dará lugar a niveles óptimos de cooperación, conciencia y comportamiento. La gestión en el aula es la oportunidad perfecta para que tanto alumnado como docente experimenten el éxito.