Educación para el emprendimiento
En la actualidad, se toma mayor fuerza y relevancia la implicación de la educación emprendedora. Esta es catalogada como una tendencia en la rama de la educación, que se emplea en las diferentes etapas educativas, desde la educación inicial hasta la educación superior.
Uno de los pilares que fundamenta la educación para el emprendimiento es la atención a la diversidad y el fomento de la inclusión. Estas aportaciones toman especial relevancia en el diseño y desarrollo del propio currículo, desde una mirada socio-critica. Además, intenta profundizar en competencias clave y en los propios contenidos plasmados en cada área del conocimiento. Estas se apoyan en las nociones que se comentan con el fin de fortalecer el valor educativo desde la propia visión emprendedora.
Acciones para fomentar la educación para el emprendimiento
En este sentido, para fomentar los valores de la educación para el emprendimiento, es necesario poner especial consideración en las metodologías de la investigación que se permeen en un enfoque analítico e interpretativo, como bien puede ser la rama de la investigación cualitativa. Esto permite que se realicen revisiones sistemáticas enfocada en lo que se desea fomentar, con el fin de reflexionar y posteriormente, crear líneas de mejora en la práctica educativa.
De hecho, haciendo una indagación bibliográfica encontramos que Azqueta y Naval definen a la educación emprendedora como “el enfoque educativo que posibilita el crecimiento del potencial emprendedor de los estudiantes y contribuye al crecimiento integral, principalmente de las dimensiones intelectual, societaria y moral de la persona, y no se limita al crecimiento socioeconómico y laboral”.
Por lo cual, se reflexiona que la educación para el emprendimiento se enfoca en las diferentes inteligencias, con el fin de potenciarlas y desarrollarlas al máximo, creando de esta manera espacios para crecer y aprender desde una perspectiva inclusiva y creativa.
El uso de las TIC'S
Por otro lado, otro pilar fundamental en el cual se basa la educación para el emprendimiento es la propia innovación. En este sentido, entran en sintonía las competencias digitales y la utilización de las TIC´S en los entornos de aprendizaje. Por lo cual, para poder fomentar el desarrollo integral del alumnado, se hace necesario fortalecer y conocer los nuevos recursos que nos otorgan las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. No obstante, por estas razones los docentes deben integrar estos conocimientos, y emprender un camino en lo que se denomina alfabetización digital, con el fin de romper cualquier brecha existente en la actualidad.
Sin embargo, actualmente gran parte de investigadores que se dedican a comprender en mundo educativo, están poniendo especial interés en estudiar la vinculación de la educación emprendedora en las nuevas modalidades de enseñanza híbridas o totalmente virtuales, por lo cual, parece ser un reto para los profesionales en la rama de la docencia.
En otro orden de ideas, la educación para el emprendimiento también busca el fomento de habilidades sociales, por lo cual, se centra en el crecimiento social, en la promoción de la racionalidad más allá que la reciprocidad. Así optar por promover la puesta en marcha del trabajo en equipo y de esta manera incidir en el bienestar social y en el propio desarrollo integral.
Finalmente, hay que resaltar que no se puede promover la educación para el emprendimiento sin antes conocer las necesidades que presenta el alumnado. En este sentido, antes de atender a la creación de proyectos y programas enfocados en esta rama, es relevante analizar los requerimientos y las necesidades que tengan los alumnos, solo de esta manera se pone en marcha la atención a la diversidad, la inclusión y el propio régimen del pensamiento emprendedor