Actividades físicas en la naturaleza para niños
Cuando hablamos de actividades físicas en la naturaleza, nos referimos a todos aquellos movimientos del cuerpo que hacen trabajar a los músculos y requieren de más energía que se realizan en un espacio natural. En este tipo de situaciones, el ritmo de ejecución es impuesto por el propio sujeto que las realiza y con ellas se buscan sensaciones y emociones como vivencias.
El ejercicio físico es una actividad planificada y estructurada, pero al mismo tiempo, no están sujetas a un reglamento o un horario, es el sujeto quien pone la intensidad, la forma, la práctica, o el modo, son actividades cambiantes, originales. Hace que dejemos la palabra esfuerzo atrás y hablemos de placer, aventura, sensaciones y emociones.
Beneficios en niños de la actividad física en la naturaleza
En muchas ocasiones, las actividades que se realizan en la naturaleza, tienen como objetivo principal lo educativo, más allá de la asignatura de Educación Física. Por ello, el diseño curricular debería incluirlas, buscando un mejor conocimiento y respeto de manera racional. Estos ejercicios presentan muchas ventajas en todos los sentidos, y por eso resultan tan importantes para un niño.
En un sentido curricular, la actividad física en la naturaleza para niños va a favorecer la adquisición de conocimiento, el respeto, la mejora y el disfrute del medio natural. Asimismo, va a facilitar la interdisciplinariedad debido a ciertas actividades comunes con el resto de áreas. Favorece el trabajo de las áreas transversales, y facilita el incremento de actividades básicas y específicas que resultarán necesarias en algunos aspectos de la vida adulta.
Hay, además, razones de tipo personal, como la capacidad de mejora de la sociabilidad del alumno gracias a la colaboración, el trabajo grupal y la relación social, pues se tratan de actividades de fuerte interrelación entre los iguales. Aumentan las experiencias personales y aprendizajes significativos, dando lugar a nuevos hábitos de conducta y conocimientos. Y, por supuesto, ayuda a que se descubran nuevas motivaciones.
También podemos señalar aspectos que hacen de las actividades físicas en la naturaleza algo importante como: que se realizan en un entorno diferente, pueden realizarlas todos los individuos sin discriminar a nadie, desarrollan la capacidad de exploración, potencian la comunicación y la relación interpersonal, permiten libertad, pueden ser programadas, organizadas y realizadas por el propio individuo, y permiten la individualización y la autonomía, por lo que pueden adaptarse a todos los niveles.
Actividades deportivas que hacer en la naturaleza con niños
Siguiendo a algunos autores como Olivera, Graciano o Andreu, las actividades se pueden clasificar, según sus características, en deportes de aventura, deportes tecno-ecológicos, deportes en libertad, deporte californiano o deporte salvaje.
Algunas de estas actividades que podemos realizar en la naturaleza son muy conocidas. El senderismo es la práctica más sencilla y en la que menos material necesitamos. En esta, se hacen salidas al campo para andar, con la intención tanto de conocer nuevos lugares como de visitar los anteriormente vistos. La acampada suele ir acompañada del senderismo, e implica dormir una o más noches en una tienda, carpa o caravana con el fin de disfrutar la naturaleza. El ciclismo es también una opción, pues en ella solo necesitaremos el instrumento en sí, la bicicleta, y se trata de lo mismo que el senderismo, pero con ella.
El esquí o el surf son otras formas de disfrutar de la naturaleza según la ubicación geográfica y la estación del año, pues tanto la nieve como el mar son dignos de explorar a cualquier edad. También el kayak o piragüismo, actividades muy dinámicas donde además no falta la apreciación de los parajes naturales.
Una de las actividades más desarrolladas, tanto en clases extraescolares como excursiones y campamentos, es juegos de orientación. Con ellos, serán más conscientes de su entorno y desarrollarán mejores habilidades tanto físicas como psicológicas, fomentando la toma de decisiones y la autonomía.
Los niños cada vez salen menos a la calle para jugar. Ahora, con las tecnologías, prefieren quedarse en sus casas jugando a la consola, el ordenador o viendo series y películas. Muy pocos son los que salen con sus amigos a dar un paseo, ir al campo o jugar con bicicletas. De ahí la gran importancia de incluir en el currículo una asignatura compuesta de salidas al medio ambiente, a las que los lleven los padres, o en su defecto, apuntarlos a una actividad extraescolar donde hagan estos ejercicios con tanta importancia para su salud física y su salud mental, con la motivación que ello conlleva.
No olvides que todas estas opciones sirven de gran ayuda para que el niño conozca el mundo más allá de su entorno más cercano, y se desarrolle como una persona independiente. Además, podrá aprender sobre la fauna y flora del lugar, y... ¡Quién sabe si estamos creando con ello un pequeño trotamundos!