Cómo trabajar con un alumno TEA en infantil: estrategias y recursos

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta al desarrollo de la comunicación, las habilidades sociales y al comportamiento. Si nos enfocamos específicamente en la etapa de Educación Infantil, el trabajo con el alumnado con autismo requiere de un enfoque personalizado y adaptado a las necesidades del niño o de la niña, ya que no todos los individuos que presentan este trastorno tienen las mismas características o dificultades.
Importancia de la detección e intervención temprana
En este contexto, es fundamental intervenir lo más pronto posible, ya que la detección temprana permite identificar las necesidades del alumnado desde sus primeros años de vida. Para ello, existe la atención temprana, un conjunto de intervenciones dirigidas a niños de 0 a 6 años, cuyo objetivo es favorecer el desarrollo y la estimulación de las habilidades necesarias para su progreso. Esta atención abarca tanto a los niños diagnosticados con TEA como a aquellos en riesgo de desarrollarlo, contribuyendo también a la prevención de posibles complicaciones asociadas al trastorno.
Por lo tanto, una vez identificadas las necesidades del niño o niña, es esencial aplicar estrategias y recursos didácticos adecuados que favorezcan su desarrollo. Esto no solo optimiza sus habilidades, sino que también les brinda el apoyo necesario para que alcancen su máximo potencial en todos los aspectos de su vida.
Recursos y apoyos para trabajar con niños con TEA
En la actualidad, existen multitud de herramientas que pueden ser utilizadas con este alumnado, todas ellas diseñadas con el objetivo de proporcionar una educación inclusiva y efectiva, que facilite la integración exitosa de los niños con TEA tanto en el aula como en las actividades cotidianas.
Soportes visuales como herramienta clave
Una de las principales estrategias consiste en incorporar soportes y apoyos visuales en el aula. Estos recursos favorecen el desarrollo de la autonomía y facilitan la comunicación. Pictogramas o agendas visuales son herramientas que permiten estructurar el día de manera clara y comprensible para el alumnado con autismo, favoreciendo su participación activa en las actividades escolares.
Otra estrategia importante que es necesario tener en cuenta es la rutina. Para los niños con TEA, los hábitos rutinarios del día a día les proporcionan seguridad, previsibilidad y un mayor control sobre su entorno, ya que un horario estructurado les permite anticipar lo que ocurrirá a lo largo del tiempo. Esto facilita la transición entre tareas, mejora la concentración y reduce la aparición de conductas disruptivas ante situaciones inesperadas.
Fomentar un ambiente de apoyo y aceptación
Crear un ambiente de apoyo y aceptación también es clave para fomentar la inclusión. Los niños con TEA deben sentirse valorados y respetados en el aula, lo que les ayudará a desarrollar confianza y seguridad. Un ambiente positivo y respetuoso favorece la interacción social, reduciendo barreras y fomentando una participación más activa en las actividades. Esto implica no solo el apoyo del profesorado, sino también de sus compañeros, quienes deben de estar informados sobre las características y necesidades de este colectivo.
El juego como herramienta de desarrollo
Además, es fundamental promover el juego espontáneo, simbólico y de imitación, ya que estas actividades son esenciales para el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y comunicativas. El juego ofrece a los niños con TEA la oportunidad de explorar su entorno, practicar interacciones sociales y desarrollar su creatividad, contribuyendo significativamente a su integración y aprendizaje en el aula. Por ejemplo, una de las estrategias más poderosas es el role-playing (juego de roles), que permite a los niños simular situaciones sociales y practicar comportamientos y normas sociales, favoreciendo su capacidad para interactuar adecuadamente en diferentes contextos.
Incorporar el uso de recursos digitales adaptados también es clave. La tecnología puede ofrecer herramientas personalizadas que apoyan el aprendizaje, la comunicación y la gestión emocional de los niños con TEA. Plataformas online, aplicaciones interactivas e inteligencia artificial son una vía fundamental para crear experiencias interactivas y visuales que faciliten la comprensión de conceptos abstractos y promuevan la participación del alumnado.
Junto a estas estrategias, es fundamental incorporar estrategias de refuerzo positivo para motivar y fortalecer los comportamientos deseados. Los niños con TEA responden bien a las recompensas inmediatas, por lo que es importante establecer un sistema de refuerzo claro y consistente. Esto puede incluir el uso de elogios, recompensas tangibles o privilegios, siempre relacionados directamente con el comportamiento que se desea fomentar.
Trabajo conjunto con las familias y profesionales
Para garantizar el éxito de estas estrategias, también es imprescindible que exista una colaboración constante entre las familias y los diferentes profesionales involucrados en el desarrollo del niño. Este trabajo conjunto permite compartir información, ajustar las intervenciones a las necesidades específicas de cada niño y asegurar que los apoyos proporcionados sean coherentes y efectivos en todos los contextos.
En definitiva, trabajar con alumnado con TEA en Educación Infantil requiere de un enfoque integral que no solo se centre en la identificación temprana de sus necesidades, sino también en la aplicación de estrategias y recursos que favorezcan su desarrollo académico, social y emocional. Por tanto, si estás interesado en profundizar en esta temática y adquirir herramientas y conocimientos específicos sobre la intervención con alumnado con TEA, te recomendamos formarte a través del Curso de Intervención Psicoeducativa en Autismo (Titulación Universitaria con 5 Créditos ECTS).