¿Qué es la estimulación multisensorial temprana?
El concepto de estimulación temprana multisensorial surge con mayor fuerza en la década de los 70 cuando en la Institución Harten Burg de los Países Bajos se desarrollaron nuevos métodos para estimular a pacientes y niños. Así nació una terapia orientada a la búsqueda del bienestar a través de la exploración sensorial para la relación con el entorno.
Para responder a una gran demanda social, en el área de la educación se ha desarrollado el programa de estimulación multisensorial, que se define como un conjunto de actividades didácticas que, apoyadas con material multisensorial y aplicados en forma sistémica y secuencial, logra mejorar no solo la psicomotricidad, sino la sensibilidad general y equilibrio.
¿Cómo entendemos la estimulación sensorial?
La estimulación multisensorial temprana es un instrumento que se utiliza para favorecer un mayor desarrollo y una correcta maduración de los sentidos en aquellos niños que no tienen trastornos del procesamiento sensorial, pero en mayor medida se utiliza con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad.
Es importante resaltar que en todas las definiciones desatacan dos aspectos: el manejo del ambiente mediante la aplicación de ciertas actividades, y el claro objetivo de cada una de ellas: hacer óptimo el desarrollo general del niño, viéndolo como un ser integral que aprende como un humano completo, donde cada aspecto del desarrollo está interrelacionado con los otros. La confianza y seguridad influyen también en el desarrollo de las diferentes habilidades.
La estimulación multisensorial está muy relacionada con la estimulación temprana en corta edad y por este motivo actualmente muchos centros de atención temprana tienen aulas de estimulación sensorial. La estimulación psicológica de un niño permite que a través de un conjunto de cuidados, juegos y actividades se pueda ayudar al niño, desde su nacimiento, a desarrollar y optimizar sus capacidades físicas y mentales. Una de las causas de los problemas de integración sensorial, además de las genéticas y ambientales, es la privación de la estimulación sensorial. Por ello hoy día existen centros en el que se aplican programas e intervenciones dedicadas a ello.
Como su nombre indica, se refiere a estimular y aprender a desarrollar en niños los diferentes sentidos, de forma graduada y adecuada al nivel de respuesta de cada uno de ellos. Según el tipo de estimulación, encontramos:
• Estimulación visual
Es necesario considerar la estimulación visual como un aspecto más del desarrollo. También tendremos en cuenta siempre a la familia y su entorno, por ser claves para el desarrollo emocional y afectivo.
Siguiendo estas pautas del desarrollo visual y evolutivo, las tareas visuales que se trabajan serán fundamentalmente dos: las funciones ópticas que se asocian con el control fisiológico de los músculos internos y externos, y las habilidades visuales tales como: luz, diseños, objetos, seguimiento, fijación…
• Estimulación auditiva
La estimulación auditiva es esencial para el desarrollo del lenguaje y la comunicación, el dominio de la lengua materna tiene relación directa con el desarrollo de los procesos cognitivos, la conciencia, las relaciones interpersonales y demás esferas de la personalidad.
Este tipo de estimulación es importante porque permite detectar un posible problema auditivo y además permite que los niños aprendan a escuchar y aumenten su capacidad de concentración y de atención.
• Estimulación táctil
Esta estimulación se da mediante diferentes actividades que desarrollarán su capacidad de sentir y de reconocer texturas, temperaturas, tamaños y formas a través de juegos y actividades fáciles. Esta estimulación va muy de la mano con la visual. El niño debe explorar a través del tacto, tanto con elementos físicos como con personas de su entorno para desarrollar dicho aprendizaje.
• Estimulación olfativa
Va a permitir que el niño que pueda discriminar olores y relacionarlos con personas, objetos y situaciones. La estimulación olfativa trabaja utilizando técnicas para lograr una reacción en el olfato que ayude a reconocer su entorno o su propio cuerpo.
• Estimulación propioceptiva y vestibular
El sistema vestibular responde al movimiento y a los cambios de la posición de la cabeza. El sistema propioceptivo recibe la información del movimiento muscular y las articulaciones. Por ello el desarrollo y estimulación de estas dos áreas permiten que el niño controle su postura y equilibrio, y se sitúe con respecto a su posición en el espacio físico.
Por tanto, se ofrecen diferentes situaciones mediante las cuales se facilitan experiencias a través de los sentidos. La estimulación sensorial temprana está dirigida a niños para desarrollar sus habilidades perceptivas con el entorno o a mejorar ese aspecto en el caso de que exista alguna dificultad de desarrollo o aprendizaje. Cabe destacar que dentro de “la pirámide del desarrollo” del menor difícilmente se podrán llegar a desarrollar e integrar aspectos y aprendizajes que se encuentran situados en la parte superior de la misma sin previamente tener logrados e integrados los aspectos situados en los estadios más básicos y primarios, como son los sentidos.
En conclusión, se recomienda diseñar en las distintas instituciones espacios para la estimulación de niños entre los dos y tres años con déficit sensorial para facilitar el desarrollo de tareas cotidianas sencillas y el inicio de su desenvolvimiento dentro del entorno.