El síndrome del FOMO: impacto en el aprendizaje y el desarrollo educativo
Este fenómeno se caracteriza por la ansiedad de no estar al tanto de lo que está sucediendo, ya sea en las redes sociales, en eventos sociales o en el ámbito de la información. A menudo, el síndrome FOMO puede generar estrés, disminuir la calidad de las relaciones personales y afectar al bienestar emocional. En este post, vamos a adentrarnos sobre qué es, cómo se manifiesta en nuestra vida diaria y qué estrategias hay que tomar para ayudarnos a superarlo.
El síndrome FOMO, un problema cada vez más presente
Las siglas en inglés significan Fear Of Missing Out y quiere decir "miedo a perderse algo". Afecta especialmente a adolescentes y jóvenes adultos. Se refiere a la necesidad irresistible de estar constantemente conectada a internet y de participar activamente en cualquier red social. Todas ellas están creando una gran adicción al móvil, incluyendo las consolas de videojuegos que permiten la interacción online con otras personas. El síndrome FOMO actúa cuando una persona comienza a usar de manera excesiva las plataformas digitales por miedo a perderse las experiencias o por ser miedo a ser excluido al no estar conectado.
Esto provoca el deseo impulsivo de estar conectado/a y verificar los teléfonos móviles cada poco tiempo. Por tanto, el uso de la red social que tenga esa persona va a abarcar todo el tiempo de actividad cotidiana, convirtiéndolo en una rutina problemática. Además, va a comenzar a ignorar las relaciones personales reales y a cambiarlas por la interacción cotidiana vía online.
¿Qué síntomas significa que sufres el síndrome FOMO?
- Mayor uso de los teléfonos móviles por temor a pederse otras experiencias
- Estrés relacionado con experiencias negativas con otros usuarios de la red social
- El bienestar emocional se queda a un lado
- Sientes inseguridad, irritación o evitación ante actividades de ocio o cotidianas
- Dependes de las interacciones virtuales
- Ansiedad y sensación de abandono o soledad, como sentirse excluido por no haber participado en esa experiencia
En resumen, si el uso del móvil se ve incrementado cada vez más tiempo, el grado de FOMO aumentará y el temor por perderse experiencias alimentará aún más el deseo de consumir horas y horas el móvil para estar conectados/as. Esto conlleva un uso abusivo del móvil convirtiéndose en una adicción.
El impacto del FOMO en las relaciones personales y la autoestima
¿Y qué puede ocurrir si este miedo a perderse experiencias se convierte en una adicción al móvil y se prolonga en el tiempo? Pues que surgirán las siguientes consecuencias:
- Problemas de autoestima y autoconcepto: se siente en constante comparación con las vidas de las personas que hay por redes sociales. Esto puede conllevar problemas en la imagen personal.
- Problemas de iniciativa personal o de habilidades sociales en la vida real: especialmente en los adolescentes que están en época de mayor esfuerzo para determinar su personalidad, autonomía e identidad.
- Disminución en la motivación laboral o académica: solo se centran en la interacción virtual.
- Uso excesivo de los dispositivos electrónicos: Estar en constante revisión o actualización de manera obsesiva de las distintas redes sociales que se tiene con la finalidad de estar en conocimiento de la actividad del resto. Y también de documentar su vida propia por ellas.
- Ansiedad constante que es aliviada o atenuada la sensación de malestar solo por un corto plazo.
El móvil en situaciones de uso muy extremas como estamos viendo puede ser perjudicial. Sin embargo, es una gran herramienta para el ámbito laboral, académico y social, pero es necesario corregir el uso excesivo para que no ocurra este fenómeno del síndrome FOMO.
Estrategias educativas para prevenir el FOMO en estudiantes
El síndrome FOMO es un fenómeno cada vez más común en la sociedad actual. La ansiedad social que sufren los jóvenes, en muchas ocasiones, procede de la necesidad de estar y compartir todo por redes sociales. Aunque no sea un trastorno clínico reconocido, puede llegar a afectar a la calidad de vida y salud de las personas si no llega a tratarlo un profesional.
Poner límites: aprender a decir "NO" sin culpa
El FOMO actúa en momentos donde decir NO a eventos y actividades genera miedo a perderse esa experiencia y se acaba aceptando ir. Por eso, es importante saber decir que no cuando es necesario ya que no se puede estar siempre en todos lados y al mismo tiempo.
Un respiro de las redes sociales
Esta estrategia va a ayudar a concentrarse en el presente y a disfrutar de sus propias acciones y no estar pendientes de los demás. Poner límites y horarios para la desconexión de las redes sociales y a aprender a disfrutar de la vida fuera de ellas.
Definir lo que realmente importa
Los adolescentes deben aprender a establecer qué cosas son más importantes que otras. Necesitan saber identificar, enfocar y priorizar qué actividades son más valiosas y van a nutrir más que otras.
Fortalecer las conexiones auténticas
Es importante que los jóvenes se centren en las relaciones más significativas en su día a día. Es decir, cultivar amistades importantes y no preocuparse en el número de seguidores en las redes sociales. Así, se sentirán más conectados y satisfechos con su vida, reduciendo el FOMO en sus vidas.
Entrenar la mente con atención plena
Les ayudará a vivir el momento presente, el aquí y ahora, y a disfrutar de las actividades que realicen. Prestar atención a sus emociones, sus sentidos y ser conscientes del lugar que habitan en el presente, sin preocuparse del futuro. Gracias a la atención plena, su ansiedad y estrés se reducirán y mejorará la calidad de vida.