La filosofía de educación como fundamento teórico de la teoría educativa
Artículo publicado en el "Concurso Educando" de 2017 redactado por Omelio Rivero Villavicencio
RESUMEN
La dirección del proceso docente educativo parte del complejo proceso de planificación que tiene como misión la determinación de los objetivos y los contenidos del proceso de organización que determina las formas, medios y métodos a emplear.
La planificación debe se sustenta sobre la base de fundamentos teóricos donde los filosóficos sirven de base y guía orientadora a los fundamentos: pedagógicos, psicológicos y sociológicos. El presente trabajo tiene como objetivo demostrar el papel rector de la filosofía de la educación entre los fundamentos teóricos de la teoría educativa. Así se explica la posición filosófica que va a estar presente en todo diseño curricular y develar que la educación tiene lugar a través de la formación de la subjetividad desde lo objetivo y la formación de la individualidad desde lo social así como a través de la conceptualización de qué es el hombre, qué lugar ocupa en la sociedad lo que permitirá definir el modelo de hombre a formar, el modelo de educación y el modelo de escuela. Además, las funciones de la filosofía de la educación permitirá establecer los fundamentos pedagógicos, psicológicos y sociológicos y brindar una concepción de la vida y del ideal del hombre que se quiera alcanza
INTRODUCCION
La dirección del proceso docente educativo establece la estructuración de un proceso de planificación y organización, jugando estas funciones un papel significativo, lo que deberá hacerse con un carácter científico y con un fuerte sustento pedagógico que permita desarrollar por esa vía la ejecución y control del mismo (1)
De esta forma, “la planificación del proceso docente educativo se corresponde con la determinación de los objetivos y contenidos de la organización y de la precisión de las posibles formas, medios y métodos a emplear” (2).
El diseño, por lo tanto, debe sustentarse sobre la base de fundamentos teóricos pedagógicos, psicológicos y sociológicos, así como de otros fundamentos teóricos como la epistemología curricular y de la ciencia en particular que se imparta. Pero los fundamentos anteriores no tendrían una base científica si estos no prevé los fundamentos filosóficos que expresan la concepción científica del mundo, es decir, la forma de pensar e integrar la realidad.
Estos fundamentos deben estar sustentados por el materialismo dialéctico, que estudia el nexo universal y el desarrollo del mundo material, donde se aborda el objeto de estudio teniendo en cuenta la interconexión e independencia de los fenómenos que rodea y se considera la ciencia sobre las leyes más generales de cualquier movimiento que tiene lugar en la naturaleza, en la sociedad y en el pensamiento.
“La filosofía expresa los conocimientos del más alto grado de generalidad que tiene una base objetiva en el conocimiento científicamente corroborado, y que entre la diversidad de objetos, fenómenos y procesos que conforman el mundo material, existen elementos comunes que al ser generalizado conforman los contenidos de las estructuras conceptuales de la filosofía (3).
Pero la filosofía no puede resolver todos los problemas de la pedagogía, por lo tanto, al entrar en contacto la filosofía con la pedagogía, surge la filosofía de la educación, que es la disciplina teórica que fundamentará el proceso educativo al servir de base y guía a la teoría educativa, así como de base a los otros fundamentos psicológicos y sociológicos que deben aparecer en todo proceso docente educativo.
Así, el diseño del proceso educativo se realiza en muchas ocasiones de forma asistémica y sin ningún fundamento científico, pero en el caso de que apareciesen fundamentos, estos nunca han sido los fundamentos filosóficos, que constituyen los fundamentos primarios parta diseñar y ejecutar cualquier proceso educativo, sino, cuando más, se hace referencia a los fundamentos psicopedagógicos y casi siempre los encargados del diseño, lo que hacen es nombrar la filosofía dialéctica materialista como su base científica para mostrar su partido, pero este hecho nos trasciende, ya que no se conoce el papel que desempeña la filosofía de la educación en el diseño y, por lo tanto, en la ejecución y el control del proceso educativo.
DESARROLLO
“La filosofía de la educación” ofrece la brújula orientadora, la guía teórica necesaria para no perder el rumbo en el misterioso drama de enseñar y se aprender” (4).
A partir de las reflexiones de este autor se hace necesario conocer la filosofía de la educación para poder aplicar la misma en función de lograr una calidad superior en el proceso educativo y poder lograr una teoría educativa coherente que permita llevar a vías de hecho un proceso de enseñanza aprendizaje con eficiencia y calidad para de esta manera cumplir los objetivos de formar y desarrollar a un estudiante integral acorde con nuestro tiempo y a los tiempos que se avecinan, por lo que la filosofía de la educación constituye la estrella polar del acto educativo al servir de orientadora a la teoría educativa” (5).
Cuando se inician estudios entorno a la filosofía de la educación se aprecian múltiples posiciones conceptuales alrededor su definición, sin embargo, en la actualidad existen dos polémicas en torno a este problema.
- La primera concibe la filosofía de la educación como una disciplina autónoma, pero en estrecha relación con otras disciplinas de las ciencias sociales. Este enfoque induce a que la filosofía se aleje un tanto de la educación, es decir, que se distancia de la misma, pero que trata de fundamentar la educación en un pensamiento orgánico y sistémico.
- La segunda polémica considera a la filosofía de la educación como un componente de la filosofía o pedagogía, que tiene como objeto de estudio a la educación y recalca que no forma parte de la pedagogía tradicional por lo que se puede apreciar que la filosofía de la educación en este caso se concibe con un objeto de estudio muy amplio y constituye una derivación conceptual más o menos sistémica de la filosofía que se aplica en la educación.
En ambas polémicas, la filosofía de la educación posee un gran peso en la valoración y comprensión de los problemas educativos. Pero la filosofía de la educación no debe abarcar todos los problemas de la filosofía ni tampoco todos los problemas de la educación y la pedagogía, la filosofía de la educación es una ciencia teórica limítrofe entre la pedagogía y la filosofía y alcanza el mayor grado de generalización y sirve de guía orientadora a la teoría educativa y a las demás disciplinas de las ciencias de la educación.
La filosofía de la educación define su objeto de estudio a partir de la interrogante antropológica y filosófica. ¿Qué es el hombre? Y la posición que se tome ante su educabilidad, que permitirá, a partir precisamente de este, darle solución a las siguientes interrogantes:
- ¿Qué es la educación?
- ¿Para qué se educa?
- ¿Por qué se educa?
Ocurre con mucha frecuencia a la hora de realizar valoraciones, diseños curriculares u otros análisis en torno al proceso de enseñanza aprendizaje que no se tienen en cuenta los fundamentos de la filosofía de la educación. Cometer este graso error sería negar el papel preponderante de esta como teoría educativa en la educación permitiendo una comprensión fundamental, sistemática y crítica del acto educativo.
Los análisis que se realizan en los casos antes expuestos en la mayoría de las ocasiones, solo comprenden lo epistemológico y axiológico en los análisis que realizan no teniendo en cuenta las dimensiones antropológicas y teleológicas en los análisis que realizan.
Cuando los profesores al iniciar el curso escolar realizan el diagnóstico inicial solo realizan comprobaciones de los conocimientos y habilidades que este alumno trae de los grados anteriores, pero en ningún momento realizan comprobaciones de las capacidades psicopedagógicas y las condiciones que este tiene para establecer una estrategia educativa que permita dar seguimiento al diagnóstico inicial y observar la evolución de este durante toda la etapa lectiva.
La tarea de diagnosticar en teniendo en cuenta todas las dimensiones de la filosofía de la educación le da sentido al acto educativo ya que la educación en el hombre ocurre a través de la formación de su subjetividad desde lo objetivo y la formación de su individualidad desde lo social y se educa para transformar al hombre en un individuo culto, e íntegramente desarrollado que ponga su individualidad al servicio de la sociedad.
La plena y verdadera educación no puede producirse de forma espontánea ni tampoco asistémica, sino que se necesita un conjunto de influencias educativas bien organizadas y orientadas con un fin determinado, que por supuesto debe partir del modelo de hombre que se quiera formar y de ahí el modelo de educación que permitirá entonces conformar el modelo de escuela para poder cumplir con la verdadera misión histórica de la formación del hombre socialista.
Así, la formación de ese modelo de hombre debe surgir a partir de la conceptualización de qué papel juega el hombre en la sociedad, el cual debe establecerse para preservar y continuar su desarrollo multilateral, lo que permitiría conceptualizar qué tipo de acciones educativas debe recibir con vistas a lograr los fines educativos para lo cual se necesita definir las tres interrogantes ya analizadas: ¿qué es la educación?, ¿para qué se educa? ,y ¿por qué se educa?
Una vez determinadas él qué, el para qué y el por qué; dicha determinación servirá de orientación a los docentes para precisar los fundamentos de la pedagogía y de sus categorías esenciales. Por lo tanto, estas interrogantes llevaran no sólo a definir la educación, qué tipo de hombre se debe formar y la razón de llevar a cabo dicha educación, sino también permite definir el modelo de hombre que se quiere o necesita alcanzar y, de esta manera, la elección del modelo a implementar en toda estrategia.
Por qué es importante tener en cuenta las funciones que le son interesantes a la filosofía de la educación, a saber: Función antropológica, Función epistemológica metodológica, Función axiológica, Función teleológica,
- La función antropológica precisa determinar el sentido de revelar críticamente los mecanismos del proceso educativo y determina la capacidad intrínseca del hombre para educarse.
- La función epistemológica metodológica analiza minuciosamente el lenguaje usado por el educador y precisa las categorías educativas y de otras ciencias educativas y determina los mecanismos a través de los cuales el hombre obtiene el conocimiento.
- La función axiológica establece el sistema de valores que se deben formar que se encuentran en la esencia misma de la naturaleza humana y a los cuales se debe aspirar. La función teleológica indica el fin, el sentido educativo o sea el destino del hombre. Estas funciones que se puedan lograr cumpliendo con las tareas descritas anteriormente, pueden dar solución a los problemas que debe resolver la filosofía que están marcadas en las interrogantes:
- ¿Qué es el hombre?
- ¿Qué es la educación?
- ¿Cuáles son los fines e ideales educativos?
En la tercera interrogante no aparece explícitamente la función axiológica, ¿para qué se educa? Relacionadas con la formación de valores, por lo que debemos incluir como otro problema dicha función para establecer los valores que se pretenden alcanzar en la formación del individuo para que se pueda integrar a la sociedad y que constituye ha y uno de los problemas fundamentales en la preparación del hombre integral.
Si se logra resolver o solucionar estas interrogantes, conociendo las funciones y tareas, pues entonces se podrá lograr dirigir un proceso de enseñanza aprendizaje fundamentado filosóficamente, cuyos sustentos servirán de base a las teorías pedagógicas, sociológicas, y psicológicas que fundamentan en el proceso docente educativo que se pretende ejecutar.
De esta forma, daremos solución a los problemas que debe resolver la filosofía de la educación que nos permitirá fundamentar filosóficamente el proceso de enseñanza aprendizaje.
Como se plantea anteriormente, la interrogante antropológica y filosófica ¿Qué es el hombre? y la posición ante la educabilidad, permitirá definir filosóficamente qué es hombre y cómo debe proceder su educación en el sentido más amplio de generalidad.
Así, el hombre es un ser social, producto del desarrollo de la humanidad que cuenta con conciencia, pensamiento, sentimiento, voluntad, vida espiritual y capacidad para usar los instrumentos de trabajo y adaptarse y transformar el medio circulante y su educabilidad será posible solo a través de la formación de su subjetividad desde lo objetivo y de su individualidad desde lo social.
Esta posición posibilita que el individuo desarrolle su conciencia como un reflejo de la realidad objetiva y se forme como un individuo y, al mismo tiempo, como un ser social. Esta posición se convierte en principios que estarán presentes en todo proceso de enseñanza aprendizaje que se lleve a cabo.
Por lo tanto la segunda interrogante ¿Qué es la educación? estará muy relacionada con la posición ante la educabilidad y se podrá entonces definir la educación como un proceso organizado de transmisión y asimilación de conocimiento, habilidades, valores éticos, convicciones, modos de conductas, actitudes de una generación a otra con el objetivo de formar y desarrollar una personalidad integral, plena y multifacéticamente donde lo subjetivo se forme desde lo objetivo y lo individual desde lo social.
Se aprecia en la definición de educación la posición materialista donde se resalta el carácter primario de lo material y el carácter secundario de lo ideal y donde la conciencia es un producto de la materia y se concibe como el reflejo del mundo exterior, con lo cual se asevera que la naturaleza es cognoscible. Además, se aprecia que el hombre es un ser social producto de las interacciones que él establece, que le permitirá conformar su individualidad.
Ya que el hombre se educa a través del proceso de socialización que permite “la apropiación de los contenidos sociales válidos y sus objetivización de conductas aceptables y a través del proceso de individualización que es de carácter personal donde el sujeto procesa la realidad de manera particular aportando resultados de su propia creación común ente activo” (6)
Esto se puede constatar en el doble carácter de la educación, social e individual, donde el individuo se apropia de la cultura legada por la humanidad a través de una serie de influencias sociales para que éste desarrollo sus potencialidades como ser social y donde la actividad y la comunidad son las condiciones esenciales para que a través de la comunicación se apropie individualmente de los contenidos sociales y transmita los contenidos individuales.
El tercer problema a resolver lo constituye la interrogante ¿Cuáles son los fines educativos? Donde se incluyen. De ahí que se pueda plantear lo siguiente.
Se educa para convertir al hombre en un ser pleno, único, armónico y polifacéticamente desarrollado con un conjunto de valores que les permita reconocer que la individualidad a la que él aspira, sólo es gloriosa e útil cuando se pone al servicio de la sociedad.
La política educacional cubana coincide en el objetivo que se pretende alcanzar, es decir, formar a las nuevas generaciones en la concepciones científica materialista dialéctica del mundo donde se forme un individuo libre, culto y apto para vivir y servir a la sociedad con una cultura general e integral mediante la educación medio ambiental, la educación sexual y para la salud, la educación jurídica y laboral, la educación ética, así como la educación política, ideológica y patriótica, que son en fin los valores que deben desarrollar el individuo para comportarse y vivir en sociedad y servir a los demás.
CONCLUSIONES
La filosofía de la educación permite establecer los fundamentos filosóficas de la teoría pedagógica que sustenta al proceso de enseñanza aprendizaje. Asimismo, la filosofía de la educación sirve de base a los fundamentos sociológicos y psicológicos de dicho proceso.
Dicha teoría educativa tiene como guía orientadora fundamental una filosofía de la educación que en nuestro país es marxista, con fuertes implicaciones martianas y con todo lo mejor del pensamiento cubano lo que representa la unidad entre el pensamiento universal y nacional (7).
Esta brinda una concepción de la vida y el ideal de hombre que se quiere al alcanzar, por lo que orienta la finalidad educativa ya que en el curriculum (el plan de estudio) o en el programa de la disciplina deben plasmarse el modelo de hombre o profesional que se aspira lograr en la sociedad y que deben estar reflejados en los objetivos instructivos y educativos, donde se plasman los valores a crear y/o reforzar, así como el sistema de conocimientos y habilidades, ya que el curriculum o programa constituye una concreción de la educación de los hombres en la sociedad y para la sociedad.
Esta fundamentación, lógicamente, va a estar presente en la unidad, en la clase y en la tarea docente, a la hora de diseñar las mismas y al ejecutarlas deben tributar al modelo de hombre que se aspira a formar
De ahí que la filosofía de la educación permite dar coherencia a la teoría educativa con sus fundamentos y su importancia radica en que constituye la brújula orientadora, ya que establece qué es 0la educación, para qué se educa y por qué se educa, a partir de qué es el hombre, de lo que permite definir los demás fundamentos teóricos de la pedagogía y sus categorías esenciales, así como los fundamentos sociológicos y psicológicos que sustenten el proceso de enseñanza aprendizaje.
Por último, toda teoría educativa debe estar fundamentada por una determinada filosofía del hombre, “pues de la manera que se conciba la esencia humana, así se pretenderá formar al hombre en el proceso educativo” (8).