Actividades para trabajar la lateralidad en primaria: juegos y ejercicios prácticos

La lateralidad es un aspecto fundamental en el desarrollo psicomotor del niño y está relacionada con el uso preferente de un lado del cuerpo (mano, ojo, pierna) sobre el otro. La lateralización es el proceso mediante el cual el cerebro organiza y especializa cada hemisferio para coordinar las acciones motrices y sensoriales, generalmente en torno a un lado dominante. Este proceso no solo influye en la ejecución de tareas físicas, sino también en el desarrollo de habilidades cognitivas, como la lectura, la escritura o la orientación espacial.
Durante la etapa de Educación Primaria, especialmente entre los 6 y 12 años, el desarrollo de la lateralidad alcanza su consolidación. Es en este periodo cuando el profesorado puede intervenir con juegos y ejercicios de lateralidad que favorezcan una correcta organización neurológica y motora del cuerpo. Una lateralidad bien definida permite al niño realizar movimientos con mayor eficacia y seguridad, mientras que las disfunciones o la lateralidad cruzada pueden generar dificultades en el aprendizaje o en la coordinación general.
Desarrollo de la lateralidad por etapas
La lateralidad sigue una evolución natural a lo largo de la infancia, y es importante conocer como evoluciona:
- De 0 a 2 años el niño comienza a explorar su cuerpo de forma global, sin tener ninguna preferencia lateral clara.
- De 3 a 6 años aparece la preferencia lateral, pero aún es inestable.
- Entre 6 y 8 años (primer ciclo de Primaria) se produce la consolidación de la lateralidad en la mayoría de los niños.
- Entre 8 y 12 años (segundo y tercer ciclo) se perfecciona la coordinación lateral y se detectan posibles disfunciones.
Esto implica que no se trabaja igual la lateralidad a los 6 años que a los 11, por lo que es necesario adaptar las actividades a las características del desarrollo en cada etapa. Además, también es indispensable atender el nivel de desarrollo de cada alumno y adaptarse a sus necesidades particulares.
Tipos de lateralidad
Para comprender mejor las necesidades de intervención, es importante distinguir entre los tipos de lateralidad más comunes:
- Lateralidad homogénea o definida: el niño utiliza preferentemente el mismo lado del cuerpo (derecho o izquierdo) para realizar acciones. Es el patrón más funcional y deseable.
- Lateralidad cruzada: utiliza distintos lados para diferentes acciones, por ejemplo, escribe con la mano derecha pero chuta con el pie izquierdo. Si bien no siempre es disfuncional, puede dificultar tareas que exigen coordinación bilateral y orientación espacial.
- Lateralidad contrariada: ocurre cuando el entorno obliga a un cambio de lateralidad natural (por ejemplo, zurdos corregidos a diestros), lo que puede generar bloqueos emocionales o problemas en el desarrollo motriz.
Objetivos del trabajo de lateralidad en Primaria
El trabajo sistemático de la lateralidad en la escuela persigue varios objetivos:
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Consolidar la lateralidad definida de cada alumno.
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Mejorar la coordinación motriz general y específica.
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Favorecer la integración de los esquemas corporales.
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Detectar e intervenir ante casos de lateralidad cruzada o contrariada
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Prevenir dificultades en tareas escolares como la lectura, la escritura y la organización en el espacio.
Para lograr estos objetivos, se recomienda integrar ejercicios de lateralidad dentro de la programación de Educación Física, así como en momentos concretos del aula, como las rutinas de inicio o cierre de jornada.
Juegos y ejercicios prácticos para trabajar la lateralidad
A continuación, se proponen actividades prácticas que pueden implementarse fácilmente en el contexto escolar, teniendo en cuenta el ciclo al que nos dirigimos:
Primer ciclo de Primaria (6-8 años)
El objetivo principal debe ser consolidar la lateralidad mediante actividades lúdicas y sensoriomotoras.
Las características de este alumnado son que presenta un esquema corporal aún en desarrollo, dificultad para distinguir derecha e izquierda, necesidad de movimiento libre y juego.
Ejercicios de lateralidad recomendados:
- Simón dice, con instrucciones específicas de lateralidad (“Toca tu oreja izquierda”, “Levanta la pierna derecha”).
- Juego del espejo en parejas, un alumno imita al otro como si fuera su reflejo.
- Circuitos psicomotores como saltar en un pie, lanzar con una mano, reptar, arrastrarse, con instrucciones de lado dominante.
- Canciones con movimiento, como “Cabeza, hombros, rodillas y pies”, favorecen el reconocimiento corporal.
La intención pedagógica sería consolidar el uso dominante y desarrollar la orientación derecha-izquierda en el propio cuerpo.
Segundo ciclo de Primaria (8-10 años)
El objetivo principal sería integrar la lateralidad en acciones motrices más complejas y en la organización del espacio.
Las características de este alumnado son mayor dominio corporal, ya pueden reconocer derecha-izquierda en sí mismos y en los demás, comienzan a usar reglas y estrategias.
Ejercicios de lateralidad recomendados:
- Carrera de relevos cruzada con entrega y recepción del testigo con mano contraria.
- Lanzamientos alternos con pelota o saquito, usando ambas manos y direcciones opuestas.
- Juegos de orientación espacial con mapas y pistas con indicaciones laterales (“Gira a la derecha y lanza a la izquierda”).
- Dibujos simétricos, completando la mitad de una figura o trazar en espejo.
La intención pedagógica, en este caso, sería fortalecer la coordinación bilateral, la planificación motriz y la orientación externa.
Tercer ciclo de Primaria (10-12 años)
El objetivo principal es automatizar la coordinación interhemisférica y detectar posibles disfunciones residuales.
Las características del alumnado son lateralidad ya definida, mayor capacidad de concentración y pensamiento abstracto, inicio de la especialización deportiva.
Ejercicios de lateralidad recomendados:
- Coreografías con desplazamientos laterales, incluyendo secuencias de pasos que alternan direcciones, giros y uso de extremidades contrarias.
- Deportes adaptados como actividades en las que deben usar la mano no dominante o combinar estrategias de orientación espacial.
- Juegos en cuadrículas tipo “battleship” o coordenadas, donde deben moverse o lanzar según una instrucción (“A2 a la izquierda”).
- Mímica secuenciada, representando acciones con uso cruzado del cuerpo (“toca tu pie derecho con la mano izquierda y gira a la derecha”).
Su intención pedagógica debe ser automatizar esquemas motores complejos, mejorar la eficiencia motriz y reforzar la orientación espacial en entornos variados.
Importancia de trabajar la lateralidad y detectar lateralidad cruzada o contrariada
La lateralidad cruzada (por ejemplo, escribir con la mano derecha, pero saltar con el pie izquierdo) no siempre implica disfunción, pero puede dificultar la coordinación y el aprendizaje si no se compensa adecuadamente. La lateralidad contrariada, en cambio (como obligar a un niño zurdo a escribir con la derecha), puede generar bloqueos emocionales y psicomotores.
Por eso, la observación individualizada y el trabajo con actividades cruzadas y coordinadas son fundamentales.
Como hemos visto, el desarrollo de la lateralidad en niños de 6 a 12 años es un proceso clave que impacta directamente en su coordinación, aprendizaje y autoconfianza. A través de juegos y ejercicios de lateralidad integrados en el currículo escolar, se puede acompañar de forma eficaz este desarrollo. Las actividades propuestas no solo fortalecen el esquema corporal y la orientación espacial, sino que también favorecen el trabajo cooperativo y el respeto a la diversidad motriz de cada alumno. Fomentar una lateralidad bien definida desde las primeras etapas es, sin duda, una inversión en el bienestar físico, cognitivo y emocional del alumnado.
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