Diferencias clave entre maestros y profesores: roles, formación y ámbitos de actuación
En muchas ocasiones, utilizamos los términos “maestro” y “profesor” indistintamente, sin embargo, en el ámbito educativo cada uno tiene un rol y una serie de responsabilidades que marcan diferencias muy significativas. Estas diferencias recaen, sobre todo, en el nivel educativo en el que ejercen, en su formación académica y en la naturaleza de su interacción con los estudiantes. Veamos cuáles son las diferencias más relevantes.
Ámbitos de actuación: nivel educativo
Los maestros desarrollan su labor principalmente en la educación infantil y primaria. En estas etapas educativas los niños y niñas adquieren habilidades básicas para desenvolverse en la vida cotidiana, por tanto, es un aprendizaje por competencias de carácter transversal. Los maestros abarcan múltiples áreas de conocimiento que los ayudará a prepararse para los años académicos posteriores.
Por su parte, los profesores se desempeñan en niveles superiores, como la educación secundaria, el bachillerato y la universidad. Su práctica docente está enfocada en una materia específica y a desarrollar competencias avanzadas dentro de su área de conocimiento.
Formación académica
Los maestros, normalmente, cuentan con un grado en Educación Infantil o Primaria, estas carreras integran conocimientos sobre pedagogía, psicología y metodologías activas que sean eficaces para trabajar durante las primeras etapas del desarrollo infantil. Su formación es más general y están capacitados para enseñar varias disciplinas.
Los profesores, sin embargo, suelen tener una preparación académica especializada en un área concreta, ya sea matemáticas, literatura o química. Y esta especialización se complementa con estudios pedagógicos específicos que les permiten ejercer la docencia, como el máster en formación del profesorado.
Rol pedagógico
El trabajo de los maestros tiene un enfoque holístico. Y es que los maestros no solo enseñan conocimientos académicos, sino que deben fomentar también el correcto desarrollo emocional, social y ético de los más pequeños. Por ello, los maestros no solo preparan a sus alumnos para los años académicos sucesivos, sino que también deben ofrecer una educación sólida en valores y habilidades sociales. Como decimos, el objetivo de los maestros va más allá del aula.
Los profesores, por su parte, se encuentran con un alumnado de niveles avanzados, ya formados en estos aspectos y más independientes. Por este motivo, los profesores tienen un rol mucho más especializado y orientado a la adquisición de competencias académicas avanzadas. El profesor debe promover las habilidades críticas, analíticas y creativas que permita a los estudiantes desenvolverse con soltura en una disciplina determinada. Esto es especialmente relevante, además, en los niveles preuniversitarios y universitarios, donde la enseñanza se orienta a preparar a los estudiantes para su futuro académico y profesional.
Relación con los estudiantes
Los maestros suelen tener una relación mucho más cercana con sus alumnos, ten en cuenta que normalmente trabajan con el mismo grupo durante todo el año académico. La relación con ellos tiende a ser mucho más cercana y constante. Mantener este vínculo es importante en estas primeras etapas para facilitarles una atención personalizada.
Los profesores, sin embargo, tienen un contacto más puntual con su alumnado. Los profesores solo ven a sus alumnos en el contexto de una asignatura o dos, como mucho. Los estudiantes comparten sus jornadas lectivas con muchos otros profesores. Inevitablemente, la relación entre los docentes y los alumnos se distancia. Por este motivo, los profesores suelen enfocarse más en el rendimiento académico. Por supuesto, esto no significa que los profesores no deban preocuparse del correcto desarrollo emocional de sus estudiantes, al fin y al cabo, el objetivo último de todos los docentes es asegurar el bienestar de nuestro alumnado.
De maestros y profesores
Como hemos podido ver a lo largo de este post, las diferencias entre maestros y profesores radican, sobre todo, en que las características de los estudiantes con los que trabajan son bien diferentes. Es lógico que, si los maestros se encargan de la educación de los estudiantes durante los primeros años, su labor vaya más allá de los puros conocimientos académicos. Será necesario que los maestros eduquen a los más pequeños en valores y habilidades sociales para que puedan enfrentar todos los retos de su vida adulta.
Evidentemente, también los profesores deben transmitir valores y prepararlos para una inserción sana en la vida social, sin embargo, el principal objetivo didáctico es la profundización en los conocimientos especializados de una materia. Mientras que los maestros acompañarán a sus alumnos a dar los primeros pasos en su vida educativa, los profesores los guiarán hasta el final de su desarrollo académico.
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Texto escrito por Mercedes Pérez González