La importancia de la educación en centros penitenciarios

En las últimas décadas, se ha producido un cambio en el ideario sobre la forma de entender la justicia penal, buscando un enfoque más social que tenga en cuenta la reinserción de la persona en la sociedad tras cumplir su condena. Sigue leyendo si quieres conocer más sobre la educación en centros penitenciarios.  

¿Qué es la reinserción social? 

La reinserción social implica un proceso sistemático en el que la persona que ha sido condenada por infringir la ley aprende a vivir en sociedad, respetando las normas, a los demás y así mismo. Este proceso conlleva la adquisición de habilidades y herramientas que le permitan interactuar con su entorno y favorezca la disminución de probabilidades de reincidencia. 

Ejes de la reinserción social

Los ejes de la reinserción social son los pilares sobre los que se fundamenta el proceso de reintegración de personas que se han visto involucradas en actividades delictivas. 

Se distinguen: 

1. Educación y capacitación: se centra en proporcionar oportunidades educativas y de capacitación laboral para que adquieran habilidades que les permitan acceder a empleos significativos y sostenibles. Incluye educación formal, capacitación vocacional, cursos de habilidades laborales y desarrollo personal.  

2. Empleo y medios de vida: el acceso al empleo es prioritario para la reinserción en la sociedad. Este eje se centra en facilitar que encuentren empleo y lo mantengan mediante programas de colocación laboral, entrenamiento en habilidades laborales, apoyo empresarial y desarrollo de pequeñas empresas. 

3. Apoyo psicosocial y salud mental: la salud mental y el bienestar psicosocial son componentes críticos de la reintegración. Este eje implica proporcionar servicios de apoyo psicológico, asesoramiento, tratamiento de adicciones y acceso a servicios de salud mental para abordar las necesidades emocionales y psicológicas de las personas. 

4. Vivienda: la falta de vivienda estable es un obstáculo importante para la reintegración exitosa en la sociedad. Este eje se centra en proporcionar opciones de vivienda segura y estable para las personas ex reclusas lo que puede incluir viviendas de transición, programas de vivienda con apoyo y asistencia para la búsqueda de vivienda.  

5. Apoyo familiar y comunitario: este eje juega un papel crucial en el proceso de reinserción. Implica el fortalecimiento de las relaciones familiares, la promoción de la participación comunitaria y la reintegración en redes sociales y recursos comunitarios.  

6. Supervisión y seguimiento: la supervisión y el seguimiento continuos son importantes para garantizar que las personas reciban el apoyo y los servicios que necesitan para evitar la reincidencia.   

Sistema educativo en penitenciarías 

El sistema educativo desarrollado en las cárceles españolas se alinea con los esfuerzos de reinserción social y rehabilitación para las personas reclusas. Se caracteriza por disponer de: 

• Programas educativos: se ofrece variedad de programas educativos que van desde la educación primaria hasta la educación superior, incluyendo programas de alfabetización, educación primaria y secundaria, formación profesional y educación universitaria. 

• Colaboración con instituciones educativas: también es posible establecer colaboraciones con instituciones educativas externas, como escuelas o universidades, para ofrecer programas educativos dentro de las instalaciones penitenciarias. Esto permite a las personas reclusas obtener certificaciones reconocidas y créditos académicos que pueden ser útiles para su reinserción en la sociedad. 

• Formación profesional: también se ofrecen programas de formación profesional como carpintería, fontanería, albañilería, electricidad, cocina o informática, entre otros. Estos programas se diseñan para proporcionar a las personas reclusas habilidades laborales prácticas para facilitar su empleabilidad tras la salida de prisión.  

• Acceso a recursos educativos: en las diferentes penitenciarías se favorece el acceso a recursos educativos como bibliotecas, materiales de estudio y equipos informáticos a fin de facilitar a las personas reclusas el continuar con su educación y formación de manera autodidacta.  

• Apoyo educativo personalizado: los programas educativos en los que participan las personas reclusas disponen de apoyo educativo personalizado que incluye tutorías, orientación académica y asesoramiento educativo.  

• Reconocimiento de créditos: en algunos casos las personas reclusas pueden transferir los créditos académicos obtenidos en prisión a instituciones educativas externas una vez que sean liberadas, lo que puede contribuir a facilitar su transición a la educación superior o programas de formación continua fuera de la cárcel.  

La importancia de la educación para la población reclusa femenina 

La población reclusa femenina representa una minoría dentro de un grupo de alto riesgo de exclusión que debe adaptarse a un medio diseñado casi exclusivamente para los hombres. 

Se trata de un colectivo que se enfrenta a una realidad y necesidades diferentes que no siempre encuentran respuesta en el sistema penitenciario. Factores como el consumo y/o abuso de sustancias, la situación socioeconómica, el bajo nivel educativo, la estigmatización y la discriminación social por su situación carcelaria o la falta de habilidades para el trabajo repercuten negativamente en su proceso de reinserción.  

Es por ello por lo que la educación de las mujeres reclusas debe ser objetivo prioritario y considerarse una herramienta que garantice la igualdad de oportunidades para el colectivo. Esta garantía de derechos es condición necesaria para favorecer la inclusión y justicia social de las mujeres reclusas, además de contribuir a corregir los estereotipos de género y todas aquellas situaciones de desigualdad que dificulten su proceso rehabilitador.  

Seguir apostando por estos programas educativos penitenciarios facilitan el camino para su crecimiento personal, el desarrollo de habilidades y la adquisición de conocimientos que puedan resultar fundamentales tras su puesta en libertad.

Texto escrito por Beatriz Hernández Caballero