Cursos homologados para oposiciones

¿Problemas de aprendizaje... O problemas de enseñanza?

Problemas de aprendizaje
Red Educa

Red Educa

Mar, 19/03/2024 - 09:08

Hoy en día, hablar de educación o del sistema educativo se ha vuelto una tarea común. Una discusión de la que todos somos partícipes, y eso es algo que en otras disciplinas no ocurre.

Esto quizá tenga connotaciones positivas, pero también negativas, puesto que puede tender a llevarnos al error, a crear mitos o utilizar términos inadecuados.

Hablemos de educación: la tarea del aprendizaje

Al hablar del proceso de aprendizaje, nos viene a la mente el alumno o alumna como único responsable de este. Si bien es cierto que es uno de los principales encargados de este proceso, no se trata del único. En escasas ocasiones nos cuestionamos el trabajo del profesorado, del guía del aprendizaje del alumnado. Este tipo de pensamientos es el que nos ha llevado a hablar en todo momento de problemas de aprendizaje, sin mencionar los problemas de enseñanza. Esto, que a priori parece un simple juego de palabras, lleva consigo grandes cambios en la forma de pensar y, por lo tanto, en la forma de actuar.

Todo buen profesional de la educación, cuando se encuentra delante de su alumnado, debe ser consciente de la heterogeneidad a la que se enfrenta. No solo físicamente, culturalmente o personalmente, sino que la forma en la que cada alumno aprende es diferente. Por lo tanto, no podemos intentar que toda esa diversidad de alumnado se adapte al profesor, sino que sea el profesor, a través de distintas metodologías, el que se adapte a cada uno de ellos.

La importancia de las metodologías

Puede parecer utópico, pero solo probando diferentes metodologías, el profesor o profesora se dará cuenta de cuál le funciona y cuál no en ese alumnado, y si hay un alumno que no avanza, el profesor debe cuestionarse “¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué más factores influyen en esta situación? ¿Yo, como docente, qué puedo hacer para solventar esto? Sin culpabilizar únicamente al alumno y pensar que tiene problemas en el aprendizaje. El aprendizaje es un proceso en el que intervienen múltiples variables e interactúan diferentes actores, por ello no podemos deducir que si un alumno no consigue avances sea por algún “problema” de este, sino que el profesional de la educación debe tener en cuenta todo lo que le rodea y cuestionar su labor como profesional, intentando producir mejoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El profesor como factor clave

Centrar la atención en el alumno no es negativo, pero, a veces, es eficaz desviar la vista y pensar en el profesorado. Por ejemplo, siempre se ha hablado de motivar al alumno para que ese problema de aprendizaje se intente resolver pero, ¿y la motivación del profesorado? Considero que un profesor o profesora con motivación la transmite al alumnado, pero volveos a la cuestión anterior, focalizamos el problema en el alumno y no en lo demás.

Como bien se ha mencionado anteriormente, el cambio de “problemas de aprendizaje” a “problemas de enseñanza” supone diferencias en diversos aspectos. En cuanto al diagnóstico, supone un incremento en los aspectos a revisar o estudiar, puesto que ya no solo nos centramos en el alumnado, sino que debemos tener en cuenta el contexto en el que se mueve dicho alumno en los distintos niveles, indagar en las diferentes variables que pueden influir en el proceso de enseñanza-aprendizaje y tener en cuenta los juicios de valor que realice el profesor. Por lo tanto, de esta manera el estudio del alumno es mucho más completo y enriquecedor, puesto que tenemos en cuenta una gran cantidad de elementos.

Mejorando el proceso de enseñanza-aprendizaje

Como ya hemos mencionado, el mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje es un objetivo continuo y puede abordarse desde diversos enfoques. Estas serían algunas formas de conseguirlo:

  1. Tecnología educativa:

    • Integra herramientas tecnológicas para hacer las clases más interactivas y accesibles.
    • Utiliza plataformas en línea para facilitar la colaboración y el acceso a recursos educativos.
  2. Fomento de la participación activa:

    • Diseña actividades que involucren a los estudiantes y promuevan la participación activa.
    • Fomenta el debate y la discusión en clase para mejorar la comprensión de los temas.
  3. Retroalimentación efectiva:

    • Proporciona retroalimentación regular y constructiva sobre el desempeño de los estudiantes.
    • Anima a los estudiantes a reflexionar sobre sus errores y aprender de ellos.
  4. Aprendizaje basado en proyectos:

    • Diseña proyectos prácticos que permitan a los estudiantes aplicar lo que han aprendido en situaciones del mundo real.
    • Fomenta la colaboración en proyectos para desarrollar habilidades de trabajo en equipo.
  5. Aprendizaje colaborativo:

    • Fomenta la colaboración entre los estudiantes, ya sea a través de proyectos grupales o discusiones en clase.
    • Promueve un ambiente de apoyo donde los estudiantes se ayuden mutuamente.

Y es que...  “(…) es el cocinero el que tiene el problema cuando no tiene los ingredientes ideales”. (Fernández, 2000). Por lo tanto, este cocinero tiene que ingeniárselas, usar la creatividad e imaginación para que el resultado final sea el deseable.

        

Texto escrito por Martina Rodríguez.

Categorizado en: