Los proyectos de innovación docente
La innovación educativa tiene hoy más que nunca, un papel determinante en la educación. Vivimos en una era en la que somos testigos de esa innovación a diario, especialmente desde un punto de vista tecnológico. Pero no sólo entendemos por innovación educativa los cambios tecnológicos que sufrimos en el aula, sino todo aquello que implica un cambio en la manera de planear unos contenidos, realizar una programación o impartir una clase.
El verdadero reto de la educación es satisfacer las auténticas necesidades del alumno. Es por ello, que innovar en el aula relacionándolo con la incorporación de nuevas teorías educativas, supone desde luego un salto definitivo en el tiempo. Y la teoría de las inteligencias múltiples del Dr. Howard Gardner es un excelente ejemplo de ello.
Esta teoría debemos destacarla en primer lugar, porque su autor diferencia hasta ocho inteligencias diferentes (inteligencia lingüística, lógico-matemática, viso-espacial, corporal-cinestética, musical, intrapersonal e interpersonal y naturalista), aunque no descarta la existencia de más, a la hora de desarrollarlas por parte del alumnado. En segundo lugar, afirma que poseemos todas las inteligencias, a pesar de que cada persona las desarrolla de una manera distinta y en un momento determinado de su vida, pero no quiere decir que cada uno nazca con una inteligencia predeterminada y otros no.
El objetivo de la educación
La finalidad que tiene la educación es conseguir enseñar conocimientos a los alumnos. Los medios han ido evolucionando desde que el tiempo es tiempo: desde aquellas pizarras negras y las cartillas de escritura que se usaban en los tiempos de nuestros padres, hasta llegar a los portátiles y proyectores en las aulas que se han convertido ya en una rutina totalmente normalizada.
Pero realmente, viendo esta evolución de la enseñanza, debemos hacernos una pregunta: ¿es necesario buscar una nueva forma de enseñar? ¿Con qué metodologías? ¿Debemos mejorar la forma de impartir conocimientos para obtener un mayor rendimiento en nuestros alumnos?
Los proyectos de comprensión
En definitiva, un proyecto de compresión es una manera de enseñar a los alumnos un tema en particular, de forma sencilla y visual en muchos casos, para conseguir una mayor y mejor asimilación de los contenidos, y por ende, un mayor éxito.
En primer lugar, debemos saber sobre qué tema queremos tratar para organizarnos correctamente y realizar un cronograma adecuado que contenga las sesiones que vamos a utilizar para realizar esta actividad, qué queremos trabajar con ello y qué pretendemos conseguir al final.
Después de elegir el tema que queremos abordar, tendremos que crear un “tópico generativo” que resulte motivador y llamativo para los alumnos. En definitiva, lo que queremos conseguir es impartir conocimientos siendo innovadores y motivando a los alumnos, dejando de lado la rigidez que a veces caracteriza a las clases. Tras el tema, debemos formular una serie de preguntas que nos permitan saber qué queremos trabajar con los alumnos y plantearles qué van a conocer al final de ello. Estas preguntas son hilos conductores dentro de nuestro proyecto y nos ayudan a organizar los contenidos sobre los que vamos a trabajar.
Las metas de aprendizaje
Fundamentales son también las metas de aprendizaje, es decir, los objetivos, lo que queremos conseguir después de realizar esta tarea. Planteando unas metas de aprendizaje nos planteamos qué queremos obtener al final, lo que queremos lograr, y lo que queremos que los alumnos consigan al final de la actividad. Y finalmente debemos plantar unos criterios de evaluación, que nos permitan saber si los alumnos han comprendido o no lo que queríamos plantear. Una vez planteada esta “plantilla” de trabajo dentro del proyecto de comprensión, debemos mencionar también otras cuestiones.
Para empezar, debemos partir de un tópico generativo. Es decir, el título de nuestro proyecto, que puede hacer referencia a una o a varias materias con las que se vaya a trabajar en el proyecto. A continuación, realizamos una serie de preguntas a las que nuestros alumnos deben dar respuesta, es decir, los hilos conductores, que serán la guía para el trabajo y la investigación de los alumnos dirigidos por el profesor.
Posteriormente, establecemos cuáles serán los objetivos que los alumnos deben alcanzar, es decir, las metas de comprensión. Para ello pensamos qué actividades realizar para favorecer el desarrollo de todas las inteligencias múltiples.
Una vez realizado esto, llegamos al punto final, evaluación de lo que los alumnos han aprendido. Una vez desarrolladas todas estas etapas, llegamos al fin último de este tipo de proyectos: comprender.
Esperamos que, con el paso del tiempo, se puedan llevar a cabo todos los proyectos de innovación docente, y de esta manera, conseguir incentivar más la participación de los alumnos, fomentar su interés en las diferentes asignaturas, trazando un puente entre varios temas que pueden trabajar perfectamente bien entre sí.
Texto escrito por Natalia Rubio Sáez.