Comunidad educativa
Entre los principios que sigue la Ley Educativa, nos encontramos con el requerimiento de que toda la comunidad educativa colabore entre sí para garantizar una educación de calidad, la cual exige de un esfuerzo y trabajo cooperativo.
Hablamos de comunidad educativa cuando nos estamos refiriendo a ese conjunto de individuos que conforman la escuela, entre los que nos encontramos el profesorado, las familias, el alumnado y el personal no docente.
Solamente a través del trabajo cooperativo y del esfuerzo común se logrará alcanzar el principal objetivo de educar. Para ello, cada uno de estos miembros realizará una contribución determinada al participar en el proceso.
Como señala Blanco, 2005, citado por Álvarez, 2009 “Participar significa colaborar, intervenir, cooperar, contribuir y aportar. La participación plena implica tener voz y ser aceptado” (p.42).
Las competencias de la comunidad educativa en el funcionamiento y organización del centro y de las enseñanzas se encuentran delimitadas por ley y se complementan con las funciones que tienen las distintas Administraciones Educativas.
Precisamente, entre las competencias que deben cumplir la Inspección Educativa, se encuentra el fomento de la activa participación democrática de todos los miembros de la comunidad escolar, teniendo cada uno de estos sus propios cauces de participación.
Para conocer mejor cada uno de estos miembros que conforman la comunidad educativa se deberán tener en cuenta algunos aspectos esenciales de cada uno de ellos.
Las familias juegan un papel esencial en el refuerzo educativo, plasmándose en el establecimiento de compromisos educativos y de convivencia como forma de compartir responsabilidades en la tarea de educar a sus hijos. Como afirman Vigo et al., 2015; Consejo Escolar del Estado, 2014; Comellas, 2009, Fernández-Enguita, 2008; Pereda, 2006 citado por Cabello y Miranda, 2020, el entender la educación como una actividad de toda la comunidad educativa y no como una aislada de las familias y docentes, requiere que la relación entre familia-escuela conlleve una serie de características como son que sea fluida, transparente y de confianza.
Por su parte, el claustro del profesorado es uno de los principales ejes de esta unidad, ya que será el encargado de llevar a cabo el proceso educativo, proponiendo medidas e iniciativas que favorezcan la convivencia escolar. Por ello, tal y como nos señala Munita (2019) surge la necesidad de la formación continua del profesorado para alcanzar los diversos objetivos y funciones derivados de los cambios en los modelos de formación. Uno de esos cambios más destacados en las escuelas hoy día, es la diversidad cultural que puede llegar a darse. Para que todos se encuentren en las mismas condiciones y garantizar una educación de calidad, se requiere de la formación intercultural del profesorado, siendo esta cada vez más demandada en los planes de formación como nos resalta Olivencia (2012).
El papel del alumnado, podríamos decir que adquiere un enorme protagonismo al ser el eje principal sobre el cual surgen el resto de componentes de la comunidad educativa. “La participación e implicación del alumnado en esta realidad es una experiencia substantiva como aprendizaje para el ejercicio de la ciudadanía y por ello no debe postergarse” (Coiduras Rodríguez, et al., 2016, p.438).
Por último, el personal no docente engloba muchos profesionales entre los que nos podemos encontrar, por ejemplo, el personal de administración, de limpieza, cuidadores o de apoyo a la docencia, entre muchos más. Todos ellos son indispensables para garantizar un correcto clima escolar, permitiendo que transcurra la jornada escolar en las mejores condiciones posibles.
Tal y como afirman Angarita y Puentes (2014), no se debe caer en el error de entender la comunidad educativa como algo meramente normativo, sino que se debe priorizar su carácter democrático, asegurando el real derecho a participar de todos sus agentes.
Esto conlleva la toma de decisiones conjuntas, que no solo afectarán a la propia comunidad sino también a toda la sociedad debido a la afectación que tiene la misma en el contexto social.