¿Cómo afectan los ruidos a la salud auditiva de los niños?
Muchos de los lugares donde vamos están expuestos a una prolongación de un sonido mucho más alto de lo recomendable. Cualquier sonido que supere los 80 decibelios es un problema para la salud auditiva. Sin embargo, los ruidos que perciben los niños son mucho más peligrosos que los que reciben los adultos. Los efectos que provocan en la audición y calidad de vida pueden afectar a la trayectoria de vida de los niños como en su calidad de sueño y la concentración. Veamos cómo afectan…
El desarrollo auditivo infantil
En el nacimiento, el canal auditivo llega a medir aproximadamente seis kilohercios y disminuye hasta los tres kilohercios cuando cumple el segundo año de vida. Al cumplir los nueve años de edad, su canal auditivo alcanza el tamaño y la orientación de un adulto. Sin embargo, la cavidad del oído medio llega al tamaño adulto en la adolescencia. Y hasta los 20 años no se consigue la maduración de las vías y la corteza auditiva. Esto significa que los jóvenes son considerados más sensibles a los sonidos fuertes y con más probabilidad de desarrollar pérdida o problemas de oído.
Autores de un informe acerca de la audición infantil, dicen que incluso pequeñas cantidades de pérdida auditiva pueden provocar efectos graves en el habla, lenguaje, comunicación, aprendizaje en clase y el desarrollo social. Claman por investigar con más profundidad, dentro de la salud auditiva, la relación que hay entre la pérdida temprana de audición con la exposición al ruido. Además, demandan que la contaminación acústica debe ser igual de importante que la contaminación lumínica para poner medidas.
¿Qué factores de peligro afectan a la salud auditiva?
Uno de los factores más comunes que perjudica a la salud auditiva es el uso, por parte de los jóvenes, de los cascos o auriculares. El volumen tan excesivamente alto es bastante usado entre niños y adolescentes. En relación con ello, el 23,8% de los jóvenes que usan estos dispositivos de escucha personales a un nivel exagerado o acuden a sitios de ocio con música demasiado alta, corren el serio peligro de sufrir algún tipo de sordera o daño auditivo.
Otro factor que afecta es el ruido de fondo de la televisión. No solo hay que tener en cuenta la exposición al ruido, sino que también comprende la intensidad, hay que considerar la duración y la frecuencia. Actualmente, el uso de los dispositivos, tanto móviles, tablets u ordenadores como la televisión, es bastante alto en la infancia porque se recurre a ellos como un salvavidas en momentos de entretenimiento del niño/a.
El principal enemigo de la salud auditiva en los niños es la sobre estimulación del sistema auditivo. El oído de un bebé es mucho más sensible al adulto porque se encuentra en desarrollo. Para dirigirnos a ellos/as, hay que hacerlo en un volumen normal, sin un exceder el nivel de ruidos a su alrededor y vocalizar siempre bien para una mayor comprensión.
Soluciones para mejorar la salud auditiva en los niños
Los expertos recomiendan a padres y madres la importancia de prevenir futuros problemas en la salud auditiva ya que el 60% de los casos de pérdida de audición en la infancia se podrían evitar. Puede que los progenitores no sean conscientes de lo peligroso que puede llegar a ser el ruido en el crecimiento de sus hijos/as.
Es cierto que muchos dispositivos tienen un sistema de alerta que avisa al usuario sobre el nivel excedido del sonido, dentro de lo recomendado, o que realizan un informe semanal sobre el nivel de audio de los auriculares. Recomiendan estar como máximo una hora con auriculares puestos y que el volumen no sobrepase el 60% del volumen más alto que puede llegar a reproducir el dispositivo.
También existe la opción de reducir cualquier sonido que sea superior a los 80 decibelios, cifra máxima impuesta por estudios para percibir sonidos y que no afecte a la salud auditiva. Se recomienda para cuidar la salud auditiva infantil que los dispositivos se escuchen en sonido ambiente siempre que sea posible. En el caso de la televisión, se debe reducir el volumen utilizando un sonómetro como herramienta para medir el volumen.
Y como última recomendación para la salud auditiva, pasear por la naturaleza. Allí, los niños/as pueden reconectar siendo beneficioso para su salud auditiva por no superar seguramente los 80 decibelios de sonido ambiente.
No hay que descuidar la salud auditiva porque, como hemos visto en este artículo, puede tener consecuencias en el futuro. Por ello, una prevención temprana en la infancia evitará problemas mayores en la salud auditiva en los niños.