¿Qué significa nacer en diciembre para el rendimiento escolar?

A la hora de hacer actividades en el colegio, campamentos o jugar en un equipo deportivo, se agrupan por edad a los/las niños/as. De esta manera, tienen las mismas oportunidades y así los mayores no son favorecidos por tener más habilidades o destrezas. En cambio, esta diferencia de edad se nota mucho entre los miembros del mismo curso. No es lo mismo la diferencia de edad entre una persona de 30 o 31 años, que entre niños que están en edad de crecimiento.

Veamos qué significa nacer en diciembre al rendimiento escolar:

¿Qué le ocurre a nuestro rendimiento o madurez si nacemos en diciembre?

Cuando un niño/a nace en diciembre, cuando empiece el segundo ciclo (de los 3 a los 6 años) de Educación Infantil con dos años, y el resto de compañeros cumplen en un mes los cuatro años, está en desventaja en conocimientos aprendidos. Por tanto, el aula va a estar compuesta por alumnos/as de distintas edades: 2, 3 y 4 años, y esto supone un obstáculo de madurez.

Esta clara diferencia de edades en el aula se nota especialmente cuando son más pequeños, y es donde hay que prestar atención temprana: desarrollo del motor, lenguaje oral o la inteligencia emocional. Por ejemplo, mientras que sus compañeros/as leen con fluidez, quienes han nacido en el último mes del año todavía se encuentran en sus fases iniciales del aprendizaje lector.

Durante el paso de los años siguientes, esas diferencias desaparecen y no se nota apenas, pero vuelve a verse mucho en la pubertad y en los momentos donde tienen que razonar o deducir, al tener un comportamiento más infantil. Una prueba que demuestra este último argumento es el último informe PISA 2022, donde el porcentaje de repetidores era mayor en los estudiantes nacidos en diciembre que a partir de enero.

También supone alguna ventaja respecto al resto

Aunque hayamos visto que nacer en diciembre conlleva ciertas desventajas y un retraso en el rendimiento escolar y nivel de madurez menor al resto, supone una diferencia aventajada. Cada niño/a tiene su propio ritmo de desarrollo. En el caso de quienes nacen en diciembre, se esforzarán y atenderán más y serán más trabajadores. Además, son los más jóvenes del aula, por lo que pueden convertirse en los más inteligentes al tener tan frescos los conocimientos. En cambio, los mayores puede llegar a aburrirse al ver temario ya visto.

¿Qué solución establecer para este problema?

El mejor consejo es ser consciente de que el niño o niña, si nace en diciembre, necesitará más tiempo que el resto del alumnado en madurar tanto sus capacidades sociales como de desarrollo. Esta falta de rendimiento o madurez forma parte de esa diversidad y brecha que existe en un aula: recursos tecnológicos, sociales o económicos.

Aunque realmente es un problema bastante común que se está dejando pasar. Falta un sistema que pueda solucionar o lidiar con el conjunto de alumnos/as nacidos en diciembre y que su rendimiento escolar no es el mismo que el resto de sus compañeros/as. Además, es necesario que el sistema educativo preste más atención a la diversidad relacionado con este tema.

Otra solución: nuestro sistema educativo está establecido por cursos escolares, pero, como solución a este problema, podría ser por años de nacimiento. Una prueba que ayuda a saber si pueden pasar de curso o no, y ahí detectar esa falta de madurez o rendimiento respecto a los demás, son las pruebas estandarizadas donde se diagnostican la calidad de la enseñanza o para pasar de etapa. Una evaluación adecuada a tiempo puede determinar las dificultades que presente el niño/a y poder intervenir de manera adecuada. Como veis, surgen ideas para poner solución a tema que afecta a tantos/as alumnos/as.