La escritura creativa en el aula
En una entrevista, el famoso escritor juvenil Jordi Sierra i Fabra explicaba cómo leer le salvó la vida y escribir le dio sentido. El caso del catalán no es el único. Leer e imaginar ensancha nuestra experiencia de la vida, nos ayuda a entender nuestras vivencias y a crear otros mundos posibles. Si, además, aprendemos a plasmar todas nuestras ideas por escrito, seremos capaces de comprender las costuras de nuestro propio pensamiento.
La escritura es una destreza transversal que podemos utilizar en el aula para trabajar muchos contenidos curriculares. Utilizando la creatividad a nuestro servicio, podremos cambiar la perspectiva pedagógica desde la enseñanza al aprendizaje, reconociendo, por fin, la importancia que tiene un enfoque del conocimiento basado en el funcionamiento mental de los más pequeños.
El valor pedagógico de la escritura
Gianni Rodari, apreciado escritor italiano de literatura infantil, anotaba en su libro El planeta de los árboles la siguiente dedicatoria: “el libro, desde la primera página hasta la última (y también desde la última a la primera), está dedicado a los niños de hoy, astronautas del mañana”. El escritor reconocía, así, el poder emancipatorio de la literatura, de la lengua y de la creatividad. Y es que Rodari era perfectamente consciente de que el lenguaje es un instrumento que libera y que une, que crea relaciones de pensamiento y relaciones interpersonales, que abre la comprensión del mundo y la modifica.
Implementar técnicas de escritura creativa en el aula, nos ayuda a crear una escuela en la que el alumnado ocupe un rol de creador y productor, alejándolo del rol tradicional que lo reduce a un oyente pasivo. El mismo Rodari demostró cómo a través del uso creativo de las palabras, la lengua y el lenguaje podemos transmitir de manera más inmediata y adecuada el aprendizaje ortográfico, sintáctico y semántico.
Jugar con las palabras equivale a jugar con el pensamiento, a saber desmantelarlo y reconstruirlo constantemente, reconociendo y acogiendo sus características fundamentales como la dinamicidad, la interdisciplinariedad o la curiosidad por aquello que nos interesa. Proponer acciones de elaboración y reelaboración del lenguaje significa dar al alumnado oportunidades de experimentación con la creatividad, de apropiación de su propio pensamiento y de descubrimiento del pensamiento ajeno.
Se trata, por tanto, de configurar el proceso de enseñanza de la lectura y de la escritura dentro de un marco de sentido que alcance los objetivos de aprendizaje, desarrollando y explotando la disposición natural de los niños y niñas a jugar.
¿Cómo trabajar la escritura creativa en el aula?
Existen tantas actividades de escritura creativa como capacidad para imaginarlas. Siendo un ejercicio que permite tanta libertad, los docentes podemos utilizarlo según el objetivo didáctico que persigamos. En este artículo, te proponemos algunos ejemplos de actividades para trabajar la escritura creativa desde diferentes perspectivas.
Diarios de personajes
La premisa es muy sencilla. Los alumnos deberán escribir varias entradas a un diario personal imaginando que son un personaje ficticio. Dependiendo de la edad del alumnado, el docente deberá ocupar un rol más predominante o menos en la elección del personaje. De esta manera, el aprendizaje estará encauzado al objetivo que pretendemos alcanzar. Supongamos que queremos trabajar la multiculturalidad y la empatía. Una buena propuesta sería ofrecerles personajes de diferentes lugares que vienen por primera vez a nuestra escuela.
Cartas entre personajes de diferentes géneros
Es un buen ejercicio para fomentar la reflexión metaliteraria. Los alumnos deberán escribir cartas entre personajes que viven en universos literarios diferentes. Por ejemplo, una carta de un detective de una novela noir a un mago medieval pidiéndole consejo sobre un caso misterioso. A través de esta actividad, los alumnos deberán identificar las características de cada género literario y saber materializar dichas diferencias de manera concreta.
Voces en disputa
Los alumnos deberán escribir en dos páginas el diálogo de una discusión. Este ejercicio les obligará a resolver muchos aspectos narrativos como: presentar la problemática, conocer la perspectiva y los modos de hablar de los personajes (que inconscientemente, a través de lo que dicen y cómo lo dicen, nos estarán aportando mucha información sobre sí mismos), la relación que tienen ambos y el contexto en el que se sitúa la acción.
Los ejemplos que exponemos aquí son solo algunas directrices superficiales para abordar este trabajo creativo, sin embargo, las posibilidades son infinitas y su valor pedagógico inestimable. La escritura creativa nos permite trabajar de manera transversal muchos contenidos curriculares de manera lúdica, ampliando las capacidades expresivas y emotivas de nuestros alumnos. Asimismo, nos permite trabajar sobre los objetivos de la educación literaria, la utilidad de la literatura, el gusto por la lectura, la urdimbre textual y la exploración de nuestro propio universo interno.
Texto escrito por Mercedes Pérez González