¿Qué aporta la robótica en la educación?
El ser humano siempre ha tenido la manía de intentar hacer su vida más fácil, con inventos que van desde la rueda hasta robots que pueden desempeñar todo tipo de funciones, todas las que puedas imaginar. Y por ello hoy hablamos de la robótica en educación.
La tecnología forma parte de nuestra vida, desde que quitamos una alarma por la mañana hasta que apagamos la luz de la mesilla de noche. Y, podemos afirmar, que los niños de la sociedad actual son nativos digitales. De ahí que uno de los sectores que se han esforzado en adaptarse a los nuevos tiempos ha sido la educación.
Y una forma de hacerlo es mediante la robótica, una materia interdisciplinar en la que trabajan tanto conceptos matemáticos y científicos, como la concentración o la creatividad.
En definitiva, lo que queremos decir, es que la robótica en educación al igual que otras tecnologías, potencia muchas de las capacidades de los alumnos como las matemáticas y la tecnología, la capacidad de aprender a aprender, la capacidad en el tratamiento de la información digital o la iniciativa personal.
Pero hay que recordar que la finalidad del docente debe ser en todo momento la de guiar a los niños y niñas a encontrar las soluciones a sus problemas de la mejor manera posibles. Por tanto, teniendo la robótica en educación y la tecnología en general como recurso y no como la solución en sí. Será más importante su capacidad de afrontar los retos y la planificación de recursos, que las tecnologías que puedan aprender.
¿Qué es la robótica en Educación?
La robótica es un método interdisciplinario en el que trabajan las áreas de Matemáticas, Tecnología, Ciencia e Ingeniería. Además, su carácter transversal posibilita que los niños desarrollen el pensamiento lógico, la imaginación o la lingüística.
La robótica puede iniciarse ya con alumnos/as de Educación Infantil. Durante esta etapa, prima la manipulación de materiales, fomentando la creatividad y la percepción espacio-temporal. Así, puede aprender a realizar circuitos eléctricos, maquetas en 3D o programar de manera sencilla programas educativos.
Igualmente, también hay robots más avanzados (y de mayor coste), destinados a la Educación Secundaria y Superior. Pero en cualquier caso, la complejidad de la disciplina siempre se adapta a la edad de los alumnos.
En definitiva, la robótica en educación se engloba dentro de la llamada educación STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), un modelo de enseñanza destinado a enseñar conjuntamente ciencia, matemáticas y tecnología. Y en el que la práctica prima sobre la teoría.
¿Cuáles son los robots educativos más populares?
Actualmente existen numerosos robots educativos para niños y jóvenes. Entre los más populares destacan:
- Makeblock: se trata de un robot con ruedas diseñado para que los niños se inicien en la robótica, la programación y la electrónica. Permite a los usuarios con más conocimientos crear robots más complejos.
- Robo Wunderkind: consiste en un conjunto de bloques que los niños pueden conectar a su gusto para construir su propio robot. Tras construir su robot, los niños pueden programarlo a través de una app.
- OWI 535: es un brazo robótico indicado para jóvenes a partir de 13 años. Puede levantar objetos de hasta 100 gramos y cuenta con una amplia variedad de movimientos, que pueden ser personalizados gracias a la programación. Se recomienda también para los ciclos de Formación Profesional.
- LEGO Mindstorms EV3: se trata de un set de robótica que incluye varios sensores, tres servomotores y más de 500 elementos LEGO Technic, gracias a los cuales se pueden crear diferentes robots. Este robot se recomienda a niños de más de 10 años.
- NAO: Se trata de uno de los robots educativos más conocidos del mundo. Es un robot humanoide de 58 centímetros de altura en constante evolución. Además de dos cámaras y cuatro micrófonos cuenta con multitud de sensores que le permiten interactuar con el entorno de manera similar a un humano. Puede participar en el proceso de aprendizaje de alumnos desde los 5 años hasta la Universidad.
¿Qué beneficios supone el uso de robótica en educación?
Los beneficios de la robótica en educación no sólo se basan en aprender a programar y familiarizarse con la tecnología, también permite el desarrollo de otras habilidades y un aprendizaje transversal.
- Trabajo en equipo: muchos de los retos que se plantean deben ser llevados a cabo en equipo. Esto contribuye a la socialización y a la colaboración, ya que coordinándose y poniendo en común conocimientos y habilidades, se logra resolver los problemas.
- Liderazgo y confianza: medida que se realizan pruebas más complejas crece la confianza en uno mismo y sus capacidades. Esta autoestima se complementa con la tolerancia a la frustración cuando no consiguen realizar lo que se le ha pedido a la primera.
- Fomento del emprendimiento: los niños desarrollan nuevas habilidades a base de experimentar y la prueba y el error. Por ello se despiertan las ganas de innovar, pensar de manera autónoma y emprender sus propios proyectos.
- Pensamiento lógico: la robótica fomenta la lógica y el razonamiento por lo que, indirectamente, también es válida para trabajar el pensamiento filosófico.
- Curiosidad: descubrir cómo se realiza una maqueta o cómo es posible que se mueva un robot despierta la curiosidad y el interés por aprender cosas nuevas. Frente al sistema tradicional de repetición, es el propio niño el protagonista al tener que realizar su material, utilizando sus propios recursos.
La introducción de la robótica en educación de los colegios e institutos españoles es, de momento, anecdótica. Su presencia en los centros escolares suele incorporarse en la oferta de extraescolares.
Además, la innovación educativa que demanda la sociedad actual pasa necesariamente por la introducción de manera paulatina de asignaturas relacionadas con las TICs, para que los alumnos dejen de ser meros espectadores de los profesores y puedan diseñar y desarrollar sus propios proyectos.